El 12 de febrero de 2013, los restos mortales de Julia Pastrana recibieron cristiana sepultura en el Pante贸n Municipal de Sinaloa de Leyva, un pueblito mexicano de cinco mil habitantes, cabecera del municipio de Sinaloa. Unas horas antes, cientos de vecinos se congregaron en la Explanada C铆vica Municipal, mientras el Cuarteto Sinaloa interpretaba m煤sica popular. Tambi茅n asisti贸 un grupo de habitantes del cercano pueblo de Ocoroni, uno de los posibles lugares de nacimiento de Julia. Hab铆a rumores de que iban a pedir que la sepultaran en el cementerio de Ocoroni, pero se limitaron a enarbolar una pancarta solicitando la construcci贸n de una universidad ind铆gena.
Mario L贸pez Vald茅s, gobernador del estado de Sinaloa, arrib贸 en helic贸ptero y dio un discurso de homenaje. 鈥淓sto es un s铆mbolo de amor, de compromiso con el derecho y la dignidad de los seres humanos鈥, dijo L贸pez Vald茅s. Tambi茅n estuvieron presentes el alcalde Sa煤l Rubio Valenzuela y Laura Anderson Barbata, la artista visual mexicana que durante una d茅cada particip贸 activamente en la repatriaci贸n de los restos de Julia. 鈥淟o que hacemos hoy es m谩s que un acto religioso 鈥揹ijo Anderson Barbata鈥, es un acto de dignidad para un Estado, para un pa铆s y para la humanidad. Es una lecci贸n de vida, es contribuir a un futuro justo para todos.鈥
Despu茅s de un oficio religioso en el Templo de los Santos Ap贸stoles Felipe y Santiago, el ata煤d blanco que conten铆a el cuerpo embalsamado de Julia fue subido a un lujoso auto f煤nebre que lo traslad贸 al Pante贸n Municipal. La banda Ola del Pac铆fico se sum贸 al cortejo, interpretando 鈥淎mor eterno鈥 y otros temas de su repertorio.
El ata煤d fue sepultado dentro de una gruesa caja de hormig贸n sellada con cemento. Mar铆a Miranda Monreal, directora del Instituto Sinaloense de Cultura, manifest贸 su esperanza de que 鈥測a nunca m谩s se exhiba su cuerpo ni se le tome ninguna fotograf铆a, y que nos sirva de ense帽anza para que nunca m谩s se repita un caso como el suyo, por dignidad a la persona humana鈥.
鈥淒escansa en paz鈥 reza la l谩pida de Julia. Un Cristo de esta帽o es la 煤nica pieza de metal que se coloc贸 sobre la tumba. Se procedi贸 as铆 para no tentar a los ladrones. Un a帽o antes, m谩s de una tonelada de placas y cruces de metal hab铆a sido sustra铆da del Pante贸n de San Juan, en la capital del estado.
En respuesta a una convocatoria lanzada por Anderson Barbata a trav茅s de Internet, los mexicanos enviaron al sepelio m谩s de treinta mil gladiolos y alhel铆es blancos. Como ep铆logo de la ceremonia, varios de los presentes se llevaron algunas de estas flores y las depositaron en las tumbas de sus propios difuntos.
De esta manera, la artista mexicana Julia Pastrana volvi贸 a la tierra que la vio nacer m谩s de ciento sesenta a帽os antes. Durante su corta vida conoci贸 la fama en Estados Unidos, Canad谩 y Europa. Dec铆an que su voz era hermosa y que bailaba muy bien. Pero su fama no se deb铆a a sus dotes art铆sticas sino a su aspecto. Cuando la exhib铆an en p煤blico, Julia era presentada como 鈥渓a mujer oso鈥 o 鈥渓a mujer m谩s fea del mundo鈥. En su af谩n de atraer al p煤blico, su propio esposo, el empresario que la exhibi贸 viva y muerta, la describ铆a como 鈥渦n h铆brido, en el que la naturaleza femenina predomina sobre la del orangut谩n鈥.
De los or铆genes de Julia se sabe muy poco. Se cree que naci贸 en 1834. Probablemente fue hija de una india de la tribu de los 鈥淏uscadores de Ra铆ces鈥, que habita en la sierra de Sinaloa.
Un panfleto distribuido para promocionar las presentaciones de Julia contaba que una mujer de la tribu desapareci贸 un d铆a sin dejar rastros. Tiempo despu茅s la encontraron en una caverna junto a una ni帽a de dos a帽os. Para sugerir la posible ascendencia de la peque帽a, el panfleto dec铆a que en los alrededores de la cueva abundaban los monos y los osos. La mujer neg贸 que la ni帽a fuera su hija, pero regres贸 con ella a la tribu, la hizo bautizar con el nombre de Julia y la cri贸 junto a su esposo.
Cuando su madre falleci贸, Julia fue recibida por la familia de Pedro S谩nchez, el gobernador de Sinaloa. Trabaj贸 como sirvienta de los S谩nchez hasta 1854. Un d铆a conoci贸 a un estadounidense que la convenci贸 de acompa帽arlo al pa铆s vecino (seg煤n otra versi贸n, la compr贸 un tal Francisco Sep煤lveda). Al cabo de unos meses, fue exhibida en Nueva York como 鈥淓l h铆brido maravilloso鈥.
鈥淟os ojos de este lusus natura brillan con inteligencia 鈥揳firmaba un diario de la 茅poca鈥, mientras que sus mand铆bulas, sus colmillos afilados y sus orejas puntiagudas son terriblemente espantosos..., casi todo su cuerpo est谩 cubierto con pelo largo y brillante. Su voz es armoniosa, porque este ser semihumano es perfectamente d贸cil y habla la lengua espa帽ola鈥 (lusus natura es una frase en lat铆n que se puede traducir como 鈥渃apricho de la naturaleza鈥).
En los meses siguientes, Julia fue exhibida por dinero en varias ciudades de Estados Unidos y Canad谩. Asisti贸 a una fiesta militar, donde bail贸 el vals con sus anfitriones. Un m茅dico afirm贸 que ella era un h铆brido entre un ser humano y un orangut谩n; otro lleg贸 a la conclusi贸n de que, sin duda, no pertenec铆a a la especie humana.
Los retratos de la 茅poca muestran el rostro de Julia completamente cubierto de pelo; corto en la frente, la nariz y las orejas; largo y espeso en las cejas, las mejillas y el ment贸n. Ten铆a las orejas inusualmente grandes; la nariz ancha y chata, las mand铆bulas proyectadas hacia adelante, los labios muy gruesos.
En su libro La variaci贸n de los animales y las plantas bajo domesticaci贸n (1868), Charles Darwin escribi贸 acerca de Julia que 鈥渢anto en la mand铆bula superior como en la inferior ten铆a un doble juego irregular de dientes, con una hilera dentro de la otra, de las cuales el doctor Purland tom贸 un molde. Por la redundancia de los dientes, su boca se proyectaba hacia afuera, y su cara ten铆a un aspecto de gorila鈥 (Darwin no la conoci贸 en persona, el caso le fue comunicado por su colega Alfred Wallace).
Fuera de estos rasgos y su baja estatura (un metro treinta y siete), Julia era una mujer normal. Seg煤n el naturalista Frank Buckland, ten铆a una figura 鈥渟umamente agradable, y su pie diminuto y su tobillo bien formado, bien chauss茅, eran la perfecci贸n misma鈥. Un art铆culo cient铆fico publicado en 1857 en la revista inglesa The Lancet menciona que ten铆a los pechos notablemente desarrollados y que menstruaba en forma regular. Las palmas de las manos y las plantas de los pies eran las 煤nicas partes de su cuerpo que no estaban cubiertas de pelo.
Sus cualidades art铆sticas eran notables. Cantaba con voz de mezzosoprano y bailaba danzas tradicionales. Tocaba la guitarra y la arm贸nica. En una obra de burlesque, interpret贸 a la esposa de un hombre que se cas贸 con su ena-morada sin haberle visto el rostro, siempre oculto por un velo (la obra fue suspendida por recomendaci贸n m茅dica, para evitar la impresi贸n que se pod铆an llevar las mujeres embarazadas cuando Julia se quitaba el velo en el escenario; esta impresi贸n, dec铆an los facultativos, pod铆a causar un aborto o producir hijos con el aspecto de Julia).
Los que la conocieron personalmente fuera del escenario la describieron como una mujer inteligente, que conversaba muy bien en ingl茅s. El empresario circense Hermann Otto dijo que ella sufr铆a mucho a causa de su aspecto y por ser exhibida como una curiosidad.
En 1857, Julia viaj贸 a Londres representada por el estadounidense Theodore Lent. Los peri贸dicos la anunciaron como 鈥淛ulia Pastrana, la indescriptible鈥 (adjetivo com煤n en aquel entonces para referirse a las curiosidades del reino animal).
Despu茅s de numerosas presentaciones en la capital y otras ciudades inglesas, que le reportaron a Lent una gran suma de dinero, Julia fue exhibida en Berl铆n, Viena, Varsovia y Mosc煤. Para que nadie la viera fuera de los teatros, es decir, sin pagar entrada, Lent le prohib铆a abandonar los cuartos de los hoteles donde se alojaba.
Cuando otros empresarios manifestaron su inter茅s en contratarla, Lent decidi贸 casarse con ella. En Mosc煤 descubrieron que iban a ser padres. El 20 de marzo de 1860 naci贸 un var贸n que se parec铆a a su madre y vivi贸 menos de dos d铆as. Julia muri贸 el 25 de marzo debido a complicaciones del parto. Ten铆a 26 a帽os.
Sin perder tiempo, Lent vendi贸 los cuerpos de su esposa y de su hijo a la Universidad de Mosc煤, donde fueron embalsamados. Permanecieron en una vitrina del Instituto de Anatom铆a hasta que Lent se arrepinti贸 y los reclam贸 (o compr贸, seg煤n otra versi贸n). Los traslad贸 a Londres para exhibirlos a cambio de una m贸dica entrada. Despu茅s organiz贸 una nueva gira. Su primer destino fue Suecia, donde oy贸 hablar de una joven barbuda. Ubic贸 su paradero y convenci贸 al padre de la mujer para que le permitieran casarse con ella.
La gira continu贸. Ahora Lent exhib铆a simult谩neamente a sus difuntos esposa e hijo y a su nueva esposa, a quien presentaba como la hermana de Julia (para darle mayor verosimilitud al enga帽o, la llamaba con el falso nombre de Zenora Pastrana).
Al poco tiempo, Lent alquil贸 los cuerpos a un museo vien茅s. En los a帽os siguientes se enriqueci贸 exhibiendo a Zenora. Ya retirado de los negocios, repentinamente perdi贸 la cordura. Pas贸 sus 煤ltimos d铆as en un asilo para enfermos mentales de Rusia. Como heredera de Lent, Zenora retir贸 los cuerpos del museo y los exhibi贸 en Munich. Luego los vendi贸 y se volvi贸 a casar.
En las d茅cadas siguientes, los restos de Julia y su hijo tuvieron diferentes 鈥渄ue帽os鈥 y terminaron en la C谩mara de los Horrores de un parque de diversiones erigido en Oslo. Cuando los nazis ocuparon Noruega, alguien propuso usarlos como fuente de ingresos para el Tercer Reich. Durante alg煤n tiempo los exhibieron en forma itinerante.
Despu茅s de la guerra, los cuerpos fueron devueltos a la C谩mara de los Horrores hasta que 茅sta cerr贸. Hubo nuevas giras por Noruega, Suecia, Dinamarca y Estados Unidos. En la d茅cada de 1970, las protestas del p煤blico y la Iglesia pusieron fin a las exhibiciones.
Tras la muerte del 煤ltimo due帽o del parque de diversiones, los restos de Julia y su hijo permanecieron en un dep贸sito, donde fueron maltratados por ladrones al menos en dos oportunidades. Finalmente, los roedores dieron cuenta del cuerpo del peque帽o y Julia desapareci贸.
En 1990, Julia fue encontrada en el s贸tano del Instituto de Medicina Forense de Oslo. La restauraron y el m茅dico sueco Jan Bondeson logr贸 obtener radiograf铆as de su cr谩neo, que analiz贸 junto con el odont贸logo ingl茅s Newell Johnson Miles. Los estudios revelaron que Julia presentaba dos condiciones m茅dicas: hipertricosis terminal cong茅nita generalizada e hiperplasia gingival.
La hipertricosis es un crecimiento anormal del pelo. En el caso de Julia, era cong茅nita, porque se manifest贸 desde el nacimiento; era generalizada porque abarcaba todo el cuerpo, y era terminal porque no se trataba de vello (corto y fino), sino pelos terminales (largos y gruesos). Es una enfermedad muy poco frecuente y de origen gen茅tico.
La hiperplasia gingival es un crecimiento anormal de la enc铆a (en lat铆n, gingiva). Las radiograf铆as demostraron que Darwin hab铆a sido mal informado, porque Julia no pose铆a dos filas de dientes.
En 2012, gracias a una campa帽a realizada por Anderson Barbata y luego de un pedido formal del gobernador de Sinaloa, el gobierno noruego acept贸 repatriar el cuerpo de Julia. El 12 de febrero del a帽o siguiente, sus restos mortales recibieron cristiana sepultura en el Pante贸n Municipal de Sinaloa de Leyva. Hubo discursos oficiales, misa y m煤sica popular, pero no todos estuvieron de acuerdo con la forma en que se hicieron las cosas. Joel Ram贸n Santos, investigador del Instituto Nacional de Antropolog铆a e Historia de Sinaloa, dijo que la ceremonia no fue m谩s que 鈥渦na aberraci贸n con consecuencias negativas para la pol铆tica cultural de Sinaloa, pues aun con las mejores intenciones 鈥搎ue no se duda tuvieron鈥 todo al final de cuentas se iba a convertir en un show de morbosidad, el 煤ltimo de Julia Pastrana, ya que aun en su entierro, como lo fue en su vida y aun muerta, su cuerpo ser铆a utilizado una vez m谩s para montar un espect谩culo, en este caso para justificar una pol铆tica cultural sin sentido y ausente de eso, de cultura鈥.
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