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Medea y Teseo. ConCierto Teatro, bajo la dirección e interpretación de Fabiana Rey y Germinal Marín junto a la cellista Olga Farías –que también realizó los arreglos–, se presenta como una tragedia no trágica. Fabiana Rey, como actriz y como cantante, siempre abordó sus puestas con una voz que intenta llevar la sonoridad a las profundidades: “En esa línea esotérica y carnal como concepto de semidiosa”, asegura, la que pudo verse en Relámpagos de lo invisible (sobre poemas de Olga Orozco), Tapiz Pizarnik o Atahualpa. El rito del silencio, entre sus últimos trabajos.

La percepción del Oráculo por Medea. Su ira por la llegada de Teseo, que ocuparía el trono en el que su hijo Medo sucedería a su padre Egeo. El Oráculo como parte de la vida y lo que el destino manifiesta. La preparación del veneno que Medea utilizará para matarlo y las características del mismo. La fiesta en el templo del Delfín, donde ella intentará concretar el hecho. La llegada de Teseo y su soliloquio con respecto a su padre Egeo. Las sacerdotisas de Deméter como rito previo. Las batallas de Teseo y los oráculos como cierre cíclico.

Esta enumeración representa los nombres de las escenas que se presentan entre lo interpretado desde el canto operístico, el decir poético, la música presente y la actuación que desarrolla la trama de este ConCierto. Los arreglos musicales surgen a partir de la necesidad de que esta forma de cantar y decir y la música estén en planos que eleven esa impronta mitológica del espectáculo.

Maderas, rueda oracular, pórticos, cepas añejas, arbustos, piano, arado oxidado, micrófono de pie, son los elementos que operan desde su supuesta pasividad en la puesta. “Aluden a un mundo mágico y cíclico, retornan a su estado salvaje y adquieren expresividad a través de la música y la interpretación de los textos, y son los componentes del sistema que adquiere resonancia esotérica y simbólica en su trabajo creador. “Todos esos elementos que estaban presentes en el trabajo creativo –destaca Fabiana Rey– conforman hoy un universo en sí mismo desde un criterio dramatúrgico basado en la repetición y sus variaciones en el tiempo y la mímesis de los personajes en situaciones específicas. Desde entonces el trabajo se fue profundizando en esa línea, dando un salto por encima de las reglas trágicas, como es el caso de la muerte. En este sentido, nuestra puesta se constituye en respuesta a la sospecha de que el mundo trágico es inexorable, oponiéndole una salida en la que la muerte no se materializa: la tragedia no trágica y el drama en sí mismo”, aclara la actriz, que además se encargó de la dramaturgia de la obra.

“Teníamos el deseo de realizar algún proyecto teatral donde la música funcionase como hilo conductor y a la vez le diera impulso al texto. La temática de trabajar sobre este material mitológico nos dio un pasaje desde donde poder fluir con lo expresivo en todos sus sentidos, y también traerlo a un lugar contemporáneo desde lo musical”, sintetiza Rey. El humor y la ironía, curiosamente, atraviesan Medea y Teseo, aunque Fabiana cuenta que nunca estuvieron planteados como parte del proyecto, pero que, en el transcurrir de los ensayos, la risa aparecía de una manera espontánea y resultó una liberación: “Tomar los mitos y profundizar en ellos es un trabajo que personalmente considero de mucha complejidad y profundidad. Decidimos tomar esos estados de ironía como parte de la composición de los personajes y a su vez asumir la mirada que tenemos sobre ellos.”

Viernes a las 20.30, en Pan y Arte Teatro. Av. Boedo 876. Reservas al 4957-6922.

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Mundo de hechiceras

Medea y Teseo en versión concierto-teatro y una impronta mitológica power de aquella semidiosa, extranjera, desdichada, atrapada en los círculos de su propio oráculo.