Página/12 :: libero :: Líder hasta sin los cortos

Los Pumas vivieron un 2012 intenso, con su primera participación en el Rugby Championship, ante las tres potencias del Hemisferio Sur, Nueva Zelanda, Australia y Sudáfrica. Si bien los resultados dejaron un saldo de cinco derrotas y un solo empate como local ante los Springboks, el balance terminó siendo positivo. En ese contexto, hubo actuaciones convincentes, confirmaciones y hasta algunas revelaciones. Sin embargo, el hombre del año del rugby argentino volvió a ser Agustín Pichot, pese a que esta vez no anotó ningún try ni hizo un tackle y ni siquiera jugó un partido.

La temporada de Los Pumas dejó el saldo del emotivo retiro de Rodrigo Roncero, que tras 55 test matches y tres mundiales, brindó su adiós en la caída ante Australia en Rosario en el último partido del certamen. También tuvo la consolidación de Juan Fernández Lobbe como nuevo capitán y la polémica de Patricio Albacete, que como subcapitán mostró otra vez un intachable nivel de juego, aunque afuera de la cancha cuestionó los manejos de la UAR. Incluso llegó la consagración de Martín Landajo, que desde su puesto de medio scrum en el CASI dio el salto hasta la selección con el mismo desparpajo que muestra en su club.

Pero ninguno pudo hacerle sombra a Pichot. El ex número nueve, en su nueva función como dirigente, manejó todos los hilos, como lo hacía en la cancha. Fue la cara visible ante la IRB para manejar el ingreso de Los Pumas al Rugby Championship. Se enfrascó en la interna de la UAR, en su puesto de vocal titular y representante argentino ante la IRB, lo que le trajo adhesiones y reprobaciones, casi por igual. Se transformó, en la práctica, en un integrante del cuerpo técnico de Santiago Phelan, con participación activa en las decisiones. Y casi hasta fue un jugador más en la despedida de Roncero, con su presencia en el banco de suplentes, en un partido oficial de la Selección Argentina. “Yo estoy para ayudar a Los Pumas, para que el rugby argentino progrese”, asegura el ex medio scrum, que sigue influyendo de traje y sin pantalones cortos tanto o más que durante en los 66 test matches en que defendió la camiseta de Los Pumas o durante los tres mundiales que disputó.