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Lunes, 20 de mayo de 2002
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Para nosotros, la libertad *

Por Georg Simmel

Fue en el siglo XVIII cuando la necesidad de libertad en general, la liberaci贸n de las ataduras con las que la sociedad hab铆a ligado al individuo, encontr贸 su mayor conciencia y repercusi贸n. Esta exigencia de principio puede constatarse en su variante econ贸mica entre los fisi贸cratas, que alaban la libre competencia de los intereses particulares como el orden natural de las cosas. Tambi茅n en su construcci贸n al nivel de los sentimientos por parte de Rousseau 鈥損ara quien la violaci贸n del ser humano por la sociedad hist贸ricamente devenida es la causa de todo debilitamiento y de todo el mal鈥, en su formulaci贸n pol铆tica por parte de la Revoluci贸n Francesa 鈥搎ue absolutiz贸 la libertad individual hasta tal extremo que incluso prohibi贸 a los obreros la asociaci贸n para defender sus intereses鈥, en su sublimaci贸n filos贸fica por parte de Kant y Fichte 鈥搎ue convirtieron el yo en el sost茅n del mundo conocible y su autonom铆a absoluta en el valor moral por excelencia.
La insuficiencia de las formas vigentes de la vida social en el siglo XVIII, en comparaci贸n con las fuerzas materiales y espirituales de producci贸n de la 茅poca, se hizo presente en la conciencia de los individuos como una atadura insoportable de sus energ铆as: como los privilegios de los estados superiores, el control desp贸tico del comercio y las actividades, los residuos a煤n poderosos de las constituciones gremiales, la coacci贸n intolerante de la Iglesia, la obligaci贸n de servicio de la poblaci贸n rural, la privaci贸n de participaci贸n pol铆tica en la vida estatal y las restricciones normativas de las ciudades. Bajo la opresi贸n de estas instituciones, que hab铆an perdido toda su legitimidad interna, surgi贸 el ideal de la pura libertad del individuo. Seg煤n 茅ste, la eliminaci贸n de estas ataduras, que obligaban a las fuerzas de la personalidad a moverse en v铆as antinaturales, har铆a que se desplegaran todos los valores internos y externos, para los que exist铆an las energ铆as pero que estaban pol铆tica, religiosa y econ贸micamente paralizadas, y estos valores conducir铆an la sociedad de la 茅poca de la hist贸rica insensatez a la raz贸n natural. Dado que la naturaleza no conoc铆a todas estas ataduras, el ideal de la libertad aparec铆a como el del estado 鈥渘atural鈥. Si se entiende por naturaleza la existencia originaria de nuestra especie y de cada uno de los seres humanos (sin considerar la ambig眉edad de lo 鈥渙riginario鈥: como lo temporalmente primero y lo fundamental en cuanto a la esencia), desde la que arranca el proceso cultural, se puede decir que el siglo XVIII trata de conectar en una s铆ntesis poderosa el punto final o culminante de este proceso con su punto de partida. La libertad del individuo estaba demasiado vac铆a y d茅bil para sostener su existencia. Como las fuerzas hist贸ricas ya no la llenaban y sosten铆an, ahora lo hac铆a la idea de que s贸lo hab铆a que obtener esta libertad de la manera m谩s pura y completa para volver a encontrarse sobre el fundamento originario de nuestro ser gen茅rico y personal, y que 茅ste ser铆a tan seguro y fecundo como la naturaleza en general.
Sin embargo, esta necesidad de libertad del individuo, que se sent铆a limitado y deformado por el devenir hist贸rico de la sociedad, lleva en su realizaci贸n una contradicci贸n interior. Resulta claro que s贸lo es realizable de manera continua si la sociedad se compone exclusivamente de individuos dotados de las mismas fuerzas interiores y exteriores. Puesto que esta condici贸n no se cumple en ning煤n lugar y las fuerzas que otorgan poder y determinan los rangos entre los seres humanos son desde el principio cuantitativa y cualitativamente desiguales, aquella libertad absoluta llevar谩 inevitablemente al aprovechamiento de esta desigualdad por parte de los aventajados, de los inteligentes frente a los m谩s tontos,de los fuertes frente a los d茅biles, de los atrevidos frente a los t铆midos. Cuando todos los obst谩culos externos est谩n eliminados, la diferencia de las potencias internas debe expresarse en una diferencia correlativa de las posiciones externas: la libertad que otorga la instituci贸n general se vuelve nuevamente ilusoria por las condiciones personales, y como en todas las relaciones de poder la ventaja ganada una vez facilita la obtenci贸n de otras 鈥揹e lo cual la 鈥渁cumulaci贸n de capital鈥 es s贸lo uno de los ejemplos鈥, la desigualdad del poder se ampliar谩 en r谩pidas progresiones y la libertad de los as铆 aventajados se desplegar谩 siempre a costa de la libertad de los oprimidos. Por esta raz贸n, era plenamente leg铆tima la parad贸jica pregunta de si la socializaci贸n de todos los medios de producci贸n no era la 煤nica condici贸n bajo la cual se podr铆a poner en pr谩ctica la libre competencia. O sea que s贸lo al quitar al individuo a la fuerza la posibilidad de aprovecharse plenamente de su eventual superioridad frente al inferior, puede reinar el mismo grado de libertad en toda la sociedad.
Por eso, si se parte de este ideal, no es correcto decir que el socialismo significa la anulaci贸n de la libertad. M谩s bien s贸lo anula aquello que, cuando existe la libertad, se convierte en medio para reprimir la libertad de unos en beneficio de otros: la propiedad privada, que no s贸lo se convierte en expresi贸n sino incluso en el multiplicador de las fuerzas individualmente diversas y que puede extremar estas diferencias hasta tal punto que 鈥揹icho de manera radical鈥 en un polo de la sociedad se ha acumulado un m谩ximo, y en el otro un m铆nimo de libertad. La plena libertad de cada uno s贸lo puede existir sobre la base de la plena igualdad con cualquier otro. Sin embargo, 茅sta es inalcanzable no s贸lo en lo m谩s personal, sino tambi茅n en el 谩mbito econ贸mico mientras 茅ste permite el aprovechamiento de superioridades personales. S贸lo al eliminar esta posibilidad, es decir, al suprimir la posesi贸n privada de medios de producci贸n, es posible la igualdad y queda eliminada la limitaci贸n de la libertad inseparable de la desigualdad. Es innegable que precisamente en esta 鈥減osibilidad鈥 se muestra la profunda antinomia entre libertad e igualdad, puesto que s贸lo se puede resolver hundiendo a ambos en la negatividad de la falta de posesi贸n y poder. r

* Fragmento de 鈥淐uestiones fundamentales de sociolog铆a鈥 (Gedisa), cuya versi贸n castellana ser谩 presentada durante las Jornadas Actualidad del pensamiento de Simmel.

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