Página/12 :: libros :: UN CUENTO ES...

Elsa Bornemann: Un cuento es una ola; un intenso día de vida; un amor a primera vista; un relámpago perdurable.

Daniel Moyano: El cuento es el género más difícil, porque participa de la poesía, y el lenguaje tiene que estar muy ajustado. Es como un capricho de Paganini, que hay que tocarlo en un buen violín y bien tocado.

Pedro Orgambide: Me gusta que el cuento me haga vivir un momento de gran intensidad. Entrar en un mundo en muy poco tiempo físico, cronológico. Yo quiero tres, cuatro páginas, cinco, y que en ellas haya un mundo. Eso me parece una maravilla.

Carlos Fuentes: La redondez es la gran virtud del cuento, pero al mismo tiempo también su gran limitación. Yo creo que un gran cuento es el que logra a la vez redondez formal y apertura hacia el futuro. A esto lo siento mucho en cuentos que tienen naturaleza elíptica: Kafka, Henry James. Siento que cuento cerrado perfecto es el de Chejov. Me parece imposible añadirle nada a Chejov. Hay una gran satisfacción derivada de la redondez de sus cuentos, sí, pero a mí me inquietan mucho más los misterios elípticos que deja la lectura de James, y sobre todo los cuentos de Kafka, que para mí definen la literatura del siglo XX.

Juan José Manauta: Yo creo que el cuento es la narración por excelencia, y para el cuento se necesita tiempo. Para ser un mediano cuentista hace falta cierta madurez. Es el género más difícil de todos. En una novela vos te ponés a escribir y te tendés como en un galope largo. En cambio, el cuento es como una piedra que cae en un estanque. Forma círculos concéntricos. Vos vas agrandando siempre el mismo núcleo; en el cuento hay un solo tema. Por eso creo que de jovencito no hubiera podido escribir cuentos.

Angélica Gorodischer: El cuento es un momento, es atrapar un momento. Generalmente un momento de vida muy decisivo, crítico. Truculento, a veces.

José Donoso: Cada cuento tiene su propia biografía, y al nacer lleva determinado en sus genes lo que va a ser. Hay una genética cuentística, ¿no crees? Así como los genes determinan lo que el ser humano desarrollado va a ser, en el cuento pasa lo mismo. En la literatura. Y lleva marcada una serie de leyes que van a gobernar su crecimiento. Y hay cuentos que necesitan este grupo de leyes, y cuentos que necesitan un grupo de leyes contrarias.

María Elena Walsh: La verdad es que es un género que voy redescubriendo. Y ese descubrimiento a lo mejor viene de mi lectura entusiasta y constante de la segunda parte de El Quijote, que es una serie de cuentos dramáticos, ¿no?