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Sábado, 7 de octubre de 2006
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nota de tapa

El patrimonio desde el andamio

La revista H谩bitat desarroll贸 esta semana un encuentro sobre su especialidad con un punto de vista eminentemente pr谩ctico. Se habl贸 de problemas materiales, de especialistas y de dinero, entre profesionales y gestores del patrimonio.

Por Sergio Kiernan
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Fematec es una feria profesional de la construcci贸n que re煤ne a gente pr谩ctica, interesada en materiales, t茅cnicas y maquinarias. Es un 谩mbito de intercambio de informaci贸n, de ventas y de exhibici贸n para los del gremio, que se realiza hace catorce a帽os. Hace cuatro que la revista H谩bitat tiene su espacio en Fematec, que va creciendo. Es una idea inteligente, ya que H谩bitat es la 煤nica revista dedicada al patrimonio de nuestro pa铆s y tiene la misma actitud profesional, fierrera: cada edici贸n mezcla cultura e historia con informaci贸n dura sobre c贸mo hacer las cosas.

Este a帽o, H谩bitat arm贸 nuevamente un espacio de empresas dedicadas a la restauraci贸n y a profesionales que trabajan con el patrimonio construido, pero adem谩s agreg贸 su primer congreso nacional Empresas, Patrimonio y Oportunidad. Fue un encuentro de inter茅s, porque reuni贸 a actores estatales y privados (ver aparte), y tuvo el mismo estilo pr谩ctico de la revista y la muestra.

Una de las ponencias fue la del arquitecto Francisco Ezcurra, que se permiti贸 una reflexi贸n sobre aspectos concretos de la vida de un profesional que se dedica a tratar el patrimonio edificado. Ezcurra se present贸 como alguien a quien le gustan las herramientas, que opina que las cosas se aprenden subidos al andamio y que aspira a que le falten muchos a帽os para no poder subirse a uno. Una de las cosas que el arquitecto se帽al贸 con claridad es un cambio importante en la composici贸n de qui茅n encarga los trabajos. Hace diez a帽os, explic贸 Ezcurra, pr谩cticamente el 煤nico cliente para una restauraci贸n o una reparaci贸n 鈥渆ducada鈥 era el Estado. Hoy, el mercado es mitad privado y mitad estatal, con obras de importancia y escala encargadas por particulares. 鈥淓sto refleja el valor econ贸mico que se le descubri贸 a la historia, por moda, por turismo鈥, se帽al贸 Ezcurra.

Pese a que el mercado creci贸 y se complejiz贸, Ezcurra se帽al贸 varios problemas serios para tener una industria de la construcci贸n realmente preparada para atender el patrimonio. La ra铆z del problema, no sorprende, es econ贸mica. Resulta que para crecer hoy en d铆a 鈥渟贸lo se puede crecer por escala鈥, explic贸 el arquitecto. Pero un especialista, un maestro, es alguien que s贸lo puede atender un n煤mero limitado de obras, y esto por la naturaleza de su oficio. Crecer en escala no es una opci贸n, lo 煤nico es que se pague mejor el trabajo especializado.

Esta situaci贸n se ve cuando se tienen trabajadores especializados, pero antes surge el mismo problema de formarlos. La 煤nica manera, explic贸 Ezcurra con buena parte de su audiencia asintiendo con la cabeza, es por continuidad de trabajo. Un trabajador que aprende una t茅cnica y resulta bueno en ella tratar谩, por supuesto, de utilizarla. Pero donde se rompe la cadena de trabajos volver谩 a ser un alba帽il com煤n y corriente, para ganarse la vida. Tan dif铆cil es retener y mantener en lo suyo al especialista, que Ezcurra se permiti贸 decir que su orgullo es tener siete oficiales especializados en su firma, con diez a帽os de antig眉edad en sus rubros. Es, realmente, una haza帽a.

Esta situaci贸n no afecta apenas la econom铆a de los estudios o las empresas, sino tambi茅n la capacidad real de atender el patrimonio argentino y repararlo como corresponde. Por ejemplo, Ezcurra cuenta que las obras en la catedral de Luj谩n tuvieron el problema de encontrar qui茅n tallara piezas de piedra. Parece que ni en Bellas Artes se forman escultores y en la misma obra se pasaron dos a帽os entrenando personal para hacerlo. Lo mismo ocurre con t茅cnicas muertas entre nosotros, como la de activar cal: es casi imposible conseguir las piedras y seguramente no hay ya quien sepa c贸mo separar la crema. Por eso hasta en obras hist贸ricamente detallistas se termina usando lo que viene ya preparado en una bolsa.

En resumen, como explic贸 Ezcurra, entre nosotros no se puede trabajar a la italiana o espa帽ola, con materiales y t茅cnicas de 茅poca, y hay que hacerlo a la francesa o a la alemana, con m谩s 鈥渜u铆mica鈥. Y, seg煤n parece, en toda Argentina hay s贸lo un especialista en estucos capaz de atender una obra de primer nivel, como el Col贸n, y Ezcurra calcula que entre trabajo y trabajo 鈥渄ebe manejar un taxi鈥. No extra帽a, entonces, que cuando coinciden en el tiempo varias obras de envergadura, como ocurri贸 recientemente con la Legislatura y el Col贸n, se arme una suerte de tap贸n de especialistas.

Ezcurra tuvo tambi茅n algo que decir sobre el rol del Estado en estas cosas. Por un lado, elogi贸 cu谩nto mejoraron los pliegos de obra en los 煤ltimos a帽os. Anta帽o llenos de contradicciones 鈥揷omo exigir primero pintar los frentes y unos p谩rrafos despu茅s restaurarlos鈥 ahora son realizados con mucho m谩s rigor y conocimiento. Pero sigue habiendo problemas justamente de dinero, en particular en esa 谩rea donde se tocan privados y p煤blicos. Por ejemplo, los cr茅ditos blandos que otorga el gobierno porte帽o son una muy buena idea con problemas de aplicaci贸n, ya que el pr茅stamo va a la empresa para que financie al consorcio, entidad notoriamente mal pagadora. Para peor, un consorcio no es un ser humano y resulta complicado exigirle pagos o hacerle un embargo. Sugiere Ezcurra, reflejando un consenso entre profesionales, que los cr茅ditos vayan al consorcio y no a la empresa.

Lo mismo con cuestiones como la reglamentaci贸n de la publicidad en andamios. Resulta que estas estructuras de obra son car铆simas y en muchas restauraciones de frentes de edificios de vivienda pueden tomar la mitad del presupuesto disponible. Si se los pudiera usar como cartelones provisorios, podr铆an pagarse solos o al menos bajar mucho de costo para el cliente. La ley se discuti贸, pero qued贸 en un caj贸n.

En resumen, y junto a otros que hablaron tambi茅n desde la trinchera, una oportunidad no muy com煤n de aprender sobre los problemas reales y concretos de intervenir y salvar el patrimonio edificado.

Los participantes

La ministra de Cultura porte帽a, Silvia Fajre, abri贸 el congreso del jueves en Fematec. Luego, realiz贸 un encuadre del encuentro Jorge Tartarini, secretario general de la Comisi贸n Nacional de Museos y Monumentos y Lugares Hist贸ricos de la Presidencia de la Naci贸n. En la primera mesa hablaron Jorge Bozzano, presidente del Cicop; Vivian Fern谩ndez, en representaci贸n de Mar铆a Rosa Mart铆nez, directora general del Casco Hist贸rico porte帽o, y Cristina Malfa, de la Escuela Taller del Casco Hist贸rico. Luego hablaron los empresarios Guillermo Tarquini, de los Molinos Tarquini especializados en s铆mil piedra; Christian D枚rfler, de Techos D枚rfler, la empresa creada en Alemania en el siglo XVIII, y Walter Walsh, de Artesan铆a Walsh, Herrer铆a Antigua y Artesanal, otra a帽eja empresa que ya en el siglo XVIII realizaba cerraduras para catedrales en Europa. En la tercera sesi贸n se escuch贸 a Francisco Ezcurra, del Estudio Leguizam贸n Ezcurra y Asoc., a Gustavo Cremaschi, profesor e investigador de la UNLP, a Osvaldo Buscetto, director de Planeamiento de Berisso, y a Eduardo Scagliotti, del Estudio Sacagliotti y Asociados. Luego hablaron Francisco Fassano, de Teleproyecto, Sergio Kiernan, de m2, y Sergio Lanzafame, de El Cronista.

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