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Sábado, 19 de noviembre de 2011
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Costos y debates

Como siempre a fin de a帽o, corre el reloj para renovar la Ley de Patrimonio, mientras queda en claro que el derrumbe va a ser pagado por los vecinos y no por quienes descuidaron su trabajo.

Por Sergio Kiernan

Una de las peores penas del patrimonio porte帽o es la indefensi贸n legal. La total convicci贸n del actual Gobierno de la Ciudad de que todo edificio protegido es un lote desperdiciado para su industria favorita. Por eso, llegando fin de a帽o, vuelve siempre el mismo problema, el de renovar la 煤nica que ley que frena la piqueta.

La 2548 cre贸 el llamado procedimiento de Promoci贸n Especial de Protecci贸n Patrimonial, que frena la destrucci贸n autom谩tica, por ventanilla, de todo lo construido antes de 1941. Fue una medida de urgencia, de crisis, que le entreg贸 excesivo poder a un ente perfectamente desconocido llamado Consejo Asesor en Asuntos Patrimoniales, cuyo funcionamiento resulta de lo m谩s improvisado y cuestionable.

Pero pedirle al macrismo que invierta en un ente regulador en serio es como pedirle que reglamente la Ley de Patrimonio (la 1227) o regule la industria de la construcci贸n. Con lo que hay que conformarse con lo que se tiene y defenderlo, y por eso cada noviembre se vuelve a debatir la 2548, que siempre fue aprobada a 煤ltima hora y en la 煤ltima sesi贸n del a帽o.

Este martes se vio lo que opina la industria de la construcci贸n sobre el sistema de protecci贸n en la reuni贸n de asesores de la Comisi贸n de Planeamiento de la Legislatura. La industria estaba representada a trav茅s de una de sus instituciones m谩s confiables, el Consejo Profesional de Arquitectura y Urbanismo, CPAU. A falta de un lobista, hab铆a dos: Cristina Fern谩ndez y Graciela Novoa, que estaban muy c贸modas sentadas a la mesa de los asesores, privilegio que no tuvo ning煤n otro invitado o vecino, que los hab铆a variados y todos de pie, sin sillas.

Las lobistas del CPAU rozaron lo ins贸lito en sus ataques a dos proyectos que molestan, el de ampliar el Area de Protecci贸n Hist贸rica 1 y el de renovar la ley 2548. Por ejemplo, afirmaron muy sueltas de cuerpo que hay 32.000 edificios catalogados, cifra que ser铆a una utop铆a, pero que no es exacta ni remotamente. Fern谩ndez afirm贸 cosas como que tanta casa catalogada es la raz贸n por la que Buenos Aires est谩 degradada, porque masas de vecinos dejan caer sus propiedades para cuerpear la protecci贸n.

Como Fern谩ndez y Novoa tienen su trayectoria en patrimonio, la conclusi贸n es que el CPAU las mand贸 a decir estas cosas. Novoa es, por ejemplo, coautora de la base de datos de edificios patrimoniales porte帽os del Centro Gis, instituci贸n que tendr谩 curiosidad en saber por qu茅 anda hablando pestes del patrimonio. Fern谩ndez es autora del proyecto de restauraci贸n del Museo Etnogr谩fico de la calle Moreno. Ambas fueron funcionarias municipales, en el 谩rea de patrimonio, ganaron contratos, dan clases. 驴Habr谩n tenido un cambio de convicciones radical? 驴O simplemente ser谩 que ahora que trabajan para el CPAU dicen lo que dicen?

Los proyectos para renovar la 2548 este a帽o son tres. Uno es de Mart铆n Hourest y otro de Patricio Di Stefano, que b谩sicamente se limitan a renovar la ley. El tercero, que apareci贸 el mismo martes en la mesa, es de Eduardo Epszteyn y ampl铆a el plazo a dos a帽os. Epszteyn avis贸 que no quiere complicar las cosas ni que nadie use su proyecto alternativo para embarrar la cancha o demorar las cosas. El martes hay nuevamente reuni贸n y se espera atenci贸n perfecta de ONG y vecinos para ver qu茅 pasa.

El derrumbe

Otro tema que se debate en la Legislatura es el derrumbe en la calle Bartolom茅 Mitre, donde cada vez queda m谩s claro que el gobierno porte帽o admite cierto grado de culpa y que los ciudadanos vamos a pagar el pato, literalmente y al contado. Como pasa siempre que hay un derrumbe o un accidente, el gobierno s煤bitamente se transforma en, digamos, la administraci贸n de Amsterdam y reacciona con una velocidad rara de ver. El s谩bado pasado unos vecinos de la calle Garay llamaron al 147 porque una excavadora estaba golpe谩ndoles las paredes al cavar los cimientos de un edificio. Ah铆 ocurrieron tres verdaderos milagros: les contestaron el tel茅fono, les enviaron inspectores en minutos y esos inspectores cerraron la obra aunque no era evidente que hubiera peligro. El celo lleg贸 al nivel de crear un gran despliegue en la placita Dorrego cuando se cay贸 una estanter铆a en un restaurante. Era una estanter铆a grande, pero en lo cotidiano resultar铆a imposible lograr que alguien venga por eso.

Pero m谩s all谩 de estas cosm茅ticas que pasar谩n con los d铆as, nada indica que el macrismo vaya a hacer algo de fondo. Simplemente les va a pagar a los vecinos por el accidente y por lo perdido, que es todo en varios casos, y no va a hacer en serio nada que afecte a su verdadera base, las empresas de la construcci贸n. El proyecto que present贸 Mart铆n Hourest para ayudar a los damnificados da una idea de la cuenta que pagaremos los porte帽os y no la empresa que caus贸 el derrumbe.

Hourest propone expropiar el edificio y otorgar a cada propietario una suma de dinero 鈥渟uficiente para la compra de otra unidad funcional de condiciones similares鈥 a precio de mercado. El convenio con estos vecinos incluye que la Ciudad pague comisiones y escribanos, y un subsidio de hasta 50.000 pesos para reemplazar los objetos perdidos en la cat谩strofe. Quienes alquilaban recibir谩n adem谩s el equivalente a seis meses del 煤ltimo alquiler. Todos tendr谩n que renunciar por escrito a hacerle juicio a la Ciudad. Este mucho dinero 驴ser谩 recuperado con el seguro de la constructora?, 驴o con las multas que le hagan pagar?

Para quien considere exagerado pensar que el macrismo protege a la industria de la construcci贸n como a nadie, vale recordar el informe de la Administraci贸n de Riesgos de Trabajo, que indic贸 que en nuestra ciudad se detectaron 833 obras sin plan de seguridad, de las que 50 ya ten铆an los cimientos cavados y 15 fueron clausuradas de inmediato por el nivel de riesgo. Un detalle revelador es que hubo 5000 denuncias, pero el gobierno porte帽o s贸lo atendi贸 71 casos.

Encuentros

Hubo dos reuniones recientes sobre temas de patrimonio. Una fue el 11 del 11 del 11, un viernes que seg煤n los cabalistas pod铆a hasta ser el fin del mundo, pero result贸 apenas calurosa. En el auditorio de la Asociaci贸n de Abogados de Buenos Aires se habl贸 de derrumbes, leyes sin reglamentar, chicanas oficiales y la vasta placidez con que el macrismo deja hacer, y por tanto la necesidad de movilizar recursos para amparos y dem谩s judicializaciones de la agenda patrimonial. La audiencia eran abogados interesados, que escucharon a la secretaria de la Comisi贸n para la Preservaci贸n del Patrimonio Hist贸rico Cultural porte帽a, M贸nica Capano, al asesor del diputado Nenna Manuel Ludue帽a, al arquitecto Jaime Sor铆n, al editor de este suplemento y a tres abogados fogueados en la tem谩tica, Pedro Kesselman, Guillermo Blousson y Mar铆a Carmen Usandivaras. Los presentes entendieron al vuelo la situaci贸n y ya est谩n trabajando para crear en la ABA un grupo que ayude a defender el patrimonio.

El otro encuentro fue mucho mayor, con un p煤blico que llen贸 la vieja sala de representantes en la Manzana de las Luces. La Jornada de la Defensor铆a del Pueblo de la Ciudad sobre Patrimonio Arquitect贸nico y Cultural fue abierta por la defensora Alicia Pierini y por uno de sus adjuntos, Gerardo G贸mez Coronado, y tuvo sus momentos pol茅micos. Pierini arranc贸 hablando de la ley 2548, que protege en particular bienes creados antes de 1941 y en la que ella se considera 鈥渃omprendida en las generales de la ley鈥. G贸mez Coronado sigui贸 destacando la tarea de las ONG y plantear ideas como que la identidad barrial tiene sustento f铆sico en edificaciones concretas, en paisajes construidos. 鈥淓l desarrollo no se puede llevar puesta a esta historia鈥, remarc贸 el adjunto.

En los dos paneles hablaron M贸nica Capano, los diputados Silvina Pedreira, Patricio Di Stefano y Sergio Abrevaya, nuestro columnista Facundo de Almeida, el presidente de la SCA Enrique Garc铆a Espil, el director del Plan Estrat茅gico, Andr茅s Borthagaray, la directora general de Patrimonio e Instituto Hist贸rico porte帽o Liliana Barela, la directora de la Comisi贸n de Planeamiento de la Legislatura B谩rbara Rossen y la directora de Patrimonio rosarina, Mar铆a Laura Fern谩ndez Milani. Como se ver谩 al leer esta lista, hubo chispazos.

Los mayores los caus贸 Barela, la 煤nica funcionaria del Ejecutivo de la Ciudad que acept贸 presentarse. Barela luc铆a un nuevo peinado con trencitas a lo Bo Derek, pero lejos de relajarse estuvo implacable. Su tema fue la imperiosa necesidad de que los vecinos y las ONG no se metan m谩s en temas de patrimonio, idea que la llev贸 a decir frases notables. Una fue que el pueblo s贸lo gobierna a trav茅s de sus representantes, que lo que vale 鈥渟on los votos鈥 y que hay que escuchar 鈥渁 los que legislamos鈥. Lo curioso es que Barela es una funcionaria nombrada, con lo que no es ni representante, ni votada, ni legisladora, aunque s铆 es historiadora, como se ocupaba de subrayar cada vez que el p煤blico reaccionaba. Pese a que se dedica, te贸ricamente, a velar por el patrimonio de la ciudad, Barela considera que 鈥渢iene tanto derecho el que quiere vivir en una casa con jard铆n como el que quiere hacer negocio鈥. A la hora de las preguntas, Barela fue protagonista y recibi贸 dur铆simas cr铆ticas de los vecinos presentes.

El segundo panel era el de arquitectos y termin贸 con un cruce entre Garc铆a Espil y Rossen. El presidente de la Sociedad Central de Arquitectos est谩 煤ltimamente tomando cada oportunidad que tiene para hacer lobby contra la preservaci贸n y esta vez dijo cosas casi Barelistas, como que nadie sabe nada de patrimonio fuera de la Facultad de Arquitectura.

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