Hay unos pocos edificios que se ganan el honor de ser conocidos por su nombre, como el Kavanagh, y poqu铆simos que se ganan un sobrenombre. Tienen que tener su magia, un enganche de encanto que los haga recordables, lo que explica que en general tenga torrecitas o miradores, o tengan cara de alojar fantasmas. El 煤nico edificio p煤blico que se mereci贸 este mimo es el que aloja el Ministerio de Agricultura, Ganader铆a y Pesca, que levanta sus mansardas en Paseo Col贸n al 900. A los taxistas hay que indicarles la altura y decirles simplemente que uno va a Las Mellizas.
Quien pase por ese borde de San Telmo ver谩 un flamante andamio y un cartel que avisa que Las Mellizas est谩n siendo restauradas. Los trabajos empezaron hace rato y ahora se hacen visibles porque llegan a las fachadas. La historia empieza en realidad el a帽o pasado, cuando el ministro Juli谩n Dom铆nguez form贸 un equipo de trabajo centrado en la Subsecretar铆a de Coordinaci贸n T茅cnica y Administrativa. En un gesto raro y refrescante, Dom铆nguez no s贸lo orden贸 respetar la ley que indica que todo edificio del Estado de m谩s de 50 a帽os debe ser restaurado y no 鈥渞enovado鈥 o 鈥渞eciclado鈥, sino que pidi贸 el m谩ximo rigor hist贸rico posible.
A los dos edificios les hac铆a falta esta orden, porque no s贸lo llevaban un fuerte atraso en mantenimientos b谩sicos, sino que hab铆an sido atacados por esa comez贸n de 鈥渕odernizar鈥 que dej贸 el tendal, sobre todo en la dictadura. En el ministerio abundaban los techos pintados de marr贸n, para 鈥渂ajarlos鈥 visualmente, los cielorrasos flotantes para bajarlos en serio, y tambi茅n acumulaciones de l谩mparas diferentes, equipos de aire acondicionado y colores indebidos.
El original al que se busca volver tiene una historia realmente notable. Las Mellizas nacieron a destiempo, con el edificio del 982 鈥揳 la derecha de la foto鈥 planeado en 1911 como Asilo Nacional Nocturno de la Capital Federal. Los planos de la Direcci贸n General de Arquitectura del entonces Ministerio de Obras P煤blicas creaban un edificio de 52 por 52 metros de planta, un semisubsuelo, tres pisos y una mansarda, para alojar a 375 hombres, cien mujeres, 25 ni帽as y 40 ni帽os 鈥搖na f贸rmula hoy incomprensible鈥 s贸lo por las noches. El Asilo iba a contar con peluquer铆a, ba帽os y consultorios m茅dicos, y se complementaba con dos vecinos menores 鈥揾oy la Direcci贸n Forestal鈥 para lavander铆a y cocheras.
Pero el Asilo nunca fue asilo, porque al inaugurarse en 1919 ya estaba destinado a Agricultura. Esto explica un aparente misterio, que es la cantidad de divisiones y equipamientos que obviamente no estaban en los planos originales, pero se realizaron con materiales de la misma 茅poca. La deducci贸n es que con el edificio casi terminado se dividieron las grandes salas del plan original en oficinas.
La segunda hermana, en el 922, fue inaugurada exactamente diez a帽os despu茅s, como sede de YPF. Los edificios se imitan exteriormente, pero son muy diferentes en lo material: el primero tiene estructura met谩lica y enladrillado, con ventanas y puertas de madera, el segundo es de hormig贸n y exhibe en su patio ventanales de metal y un claro aire racionalista. Como se sabe, YPF se mud贸 r谩pidamente a su magn铆fica sede de la Diagonal Norte, ella s铆 de un racionalismo brillante, y Agricultura se qued贸 con ambas sedes en Paseo Col贸n.
Los trabajos que orden贸 el ministro Dom铆nguez combinan la restauraci贸n con el reequipamiento. Por un lado, hay complejos planes para instalar sistemas de aire acondicionado 鈥搒贸lo el 922 tiene un sistema central, muy peque帽o en capacidad鈥 y de inform谩tica. Por el otro, un tratamiento completo de los dos edificios para devolverles su aspecto original. En los patios centrales se alzan andamios y se trabaja en restaurar las envolventes, recuperar celos铆as y ventanales, cegar aperturas malpensadas y agregadas con los a帽os, y retirar un bosque de cables y ca帽os. En ambos casos se encontraron edificaciones menores que tomaban buena parte de los patios y se encar贸 reconstruir molduras y texturas perdidas. Tras mucho cateo y pruebas de color se logr贸 una combinaci贸n que reproduzca el tono original del s铆mil piedra, ya perdido bajo capas y capas de pintura.
En los interiores, se recuperaron los infinitos pelda帽os de m谩rmol de las escaleras y se pintaron las barandas del gris oscuro original, retiraron el inefable verde ingl茅s que ten铆an. Mientras, se cateaban los pasillos para descubrir la paleta original, que result贸 de lo m谩s vibrante. Es que el ministro Dom铆nguez ten铆a la idea de transformar el pasillo del primer piso del 982 en un espacio hist贸rico. El lugar es el 煤nico que conserva sus l谩mparas de bronce de 1919, sus puertas y pelda帽os de m谩rmol, y hasta algunos muebles. La primera tarea fue retirar el embaldosado de la d茅cada del treinta y mandar a hacer enc谩usticos que reprodujeran los encontrados por debajo de alfombras pegadas. El pasillo ya luce como el original, con un color durazno que sorprende por lo poco ministerial, pero es el que se descubri贸 cateando.
Otra aventura fue recuperar algo del equipamiento perdido. De los muebles de 1919 queda alguna muestra, pero de las l谩mparas queda nada. Con una foto de 1920 se pudo detectar un modelo y, foto en mano, encontrar una pieza id茅ntica. Pero s贸lo una, con lo que se encargaron cien reproducciones para instalar donde estuvieron hace noventa a帽os. Lo mismo ocurri贸 con las p茅rdidas farolas exteriores, reemplazadas por unos farolitos casi descartables con la 煤nica excepci贸n de un par de nobles piezas de bronce que sobrevivieron.
El ministerio est谩 viviendo apenas la primera etapa de un trabajo raramente visto entre nosotros. Las fachadas comenzar谩n a ser restauradas apenas se terminen los estudios t茅cnicos que gu铆an estos trabajos. Luego se seguir谩 con infinitos trabajos de recuperaci贸n de espacios interiores, que van desde unificar la colecci贸n inveros铆mil de artefactos de luz de los dos edificios, a reabrir puertas cortadas y bajadas. S贸lo en pinoteas hay hect谩reas de bosques canadienses y eslovenos a retomar y pulir.
Ya la escala de Las Mellizas hace que todo este proceso sea notable, pero adem谩s est谩 su ubicaci贸n, en plena Area de Protecci贸n Hist贸rica 1 y sobre una avenida que es una vidriera urbana. En estos tiempos de piqueta y p茅rdidas para el patrimonio, esta restauraci贸n es un hito.
© 2000-2022 www.pagina12.com.ar|República Argentina|Todos los Derechos Reservados
Sitio desarrollado con software libre GNU/Linux.