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Sábado, 28 de abril de 2012
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Del Gaumont y de Barracas

Primeros pasos para salvar un cine del destino de estacionamiento, mientras se cambian planchetas.

Por Sergio Kiernan
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Esta semana se realiz贸 en la Legislatura porte帽a la audiencia p煤blica del proyecto de ley que busca catalogar el cine Gaumont con nivel estructural. El viejo cine de Rivadavia 1635, que aloja hace a帽os al Cine Club N煤cleo, va a ser convertido en un estacionamiento, nada menos.

El Gaumont es una linda pieza de 1946, cuando la arquitectura modernista todav铆a quer铆a tener calidad, con una fachada que combina franjas verticales de ladrillo visto y vidrio. Como su nombre indica distribu铆a las pel铆culas de esa por entonces muy famosa compa帽铆a. Leon Gaumont hab铆a inventado uno de los primeros sistemas de sincronizaci贸n sonora para el cine. El cine fue cambiando de pantalla chica a cinemascope y cinerama, pero para 1995 liquidaba su gran sala de platea, pullman y superpullman para crear tres salas. En 2003 lo alquila el Incaa y se transforma en el Km 0, exclusivamente dedicado al cine nacional.

El proyecto de preservaci贸n parti贸 de Juan Cabandi茅, con apoyo de los vecinos de Congreso y del mundo del cine. La idea, como destaca y apoya la Comisi贸n para la Preservaci贸n del Patrimonio Hist贸rico Cultural de la Ciudad de Buenos Aires, permite mostrar cierta inteligencia a la hora de catalogar. Es que la sala fue reformada y bastante cambiada en su interior 鈥揺sos microcines...鈥 pero eso le permiti贸 ganar casi dos d茅cadas de vida 煤til en una industria muy en crisis. Que se preserven su uso y su parte hist贸rica es una muestra de flexibilidad y un parate a los que se ponen puristas a la hora de dejar demoler, como suele hacer el Consejo Asesor en Asuntos Patrimoniales. Y de todos modos, conservar un cine es siempre, siempre mejor que ganarse otro garaje.

PLANCHETAS

Barracas festej贸 que esta semana la subsecretaria de Planeamiento de la Ciudad finalmente puso online las nuevas planchetas del C贸digo, oficializando de verdad el cambio de alturas logrado en la ley 3954. La movida es realmente para festejarla, porque los especuladores siempre se agarran de cualquier excusa o error para hacer de las suyas: que no leyeron el Bolet铆n Oficial, que no queda claro, que no est谩 en la plancheta correspondiente... con la flojera de los funcionarios que se equivocan siempre para el mismo lado.

Plancheta es la anticuada palabra que designa a una hoja del atlas t茅cnico de la ciudad. Es un plano con calles y manzanas, como uno com煤n, pero cribado de colores y expresiones extra帽铆simas que permiten, al muy iniciado, saber qu茅 se puede hacer en cada cent铆metro cuadrado del tejido urbano. El conjunto de planchetas forma el C贸digo, que tiene sus int茅rpretes y augures como todos los c贸digos desde el de Hamurabi. En este caso, los de Barracas se alegran por las planchetas 18 y 24, que muestran en color la bajada de alturas en la zona, donde ahora se permite construir de dos o cuatro pisos, nada m谩s. Por supuesto, esto es mucho m谩s en l铆nea con la identidad del sur porte帽o y adem谩s quita el aliciente econ贸mico de destruir y destruir, agregando uno para reciclar y revalorizar. Esta es la ecuaci贸n ben茅fica que hay que buscar.

Quien encuentre excesiva la desconfianza hacia funcionarios y especuladores, y exagerada la necesidad de plancheta en colores para evitar abusos, har谩 bien en seguir una historia reciente. El 14 de marzo, el director general de Interpretaci贸n Urban铆stica, Antonio Ledesma, emiti贸 la disposici贸n 389/12 que aprobaba un pedido de demolici贸n en Parque Chas. El caso es peque帽o, apenas una casa familiar, pero muestra en forma enorme esto del error siempre para el mismo lado.

Ledesma es, supuestamente, uno de los augures del C贸digo mencionados arriba, con mandato expl铆cito de ley de ser la autoridad de interpretaci贸n para privados y para colegas de gobierno. Pero su resoluci贸n 389 hasta pone mal el nombre de la calle donde est谩 la casa a destruir, inventando una v铆a Bauness donde s贸lo existe una Baumes. Luego, afirma que la casa est谩 dentro de una futura Area de Protecci贸n Hist贸rica para Parque Chas, que no est谩 catalogada y que est谩 en un distrito R1bl, otra de las cir铆licas categor铆as de las planchetas.

Pero todo esto est谩 equivocado desde el primer d铆a de diciembre de 2011, cuando la Legislatura porte帽a tuvo una de sus maratones de fin de a帽o y aprob贸 la ley 4040, publicada en el Bolet铆n Oficial porte帽o el 13 de enero. Esa ley desafecta del R1bl a un pol铆gono formado por avenida de los Incas, Triunvirato, La Pampa y Andonaegui, zona que incluye a la manzana de Bauness de la casa a destruir. Con lo que Ledesma no ten铆a ning煤n derecho a firmar una autorizaci贸n para que se carguen el inmueble.

Esta historia, muy bien contada por el medio electr贸nico Noticias Urbanas, es otro ejemplo de la baja calidad t茅cnica del gobierno porte帽o y su tendencia a 鈥渃onfundirse鈥 en una direcci贸n y s贸lo una. Ledesma es de los que asisti贸 imp谩vido y en silencio al espect谩culo del titular de los subtes explicando a dos jueces, en vivo y en directo, que la estaci贸n Plaza Francia del subte H se hac铆a en la Plaza Intendente Alvear porque 鈥渢odo el mundo igual le dice Plaza Francia鈥...

驴ARTES?

El nivel de tonter铆a al que se est谩 llegando en esto del marketing de edificios ya es c贸mico. Con una recesi贸n espec铆fica, tal vez por exceso de oferta, tal vez por mayores controles en la compra de d贸lares, la industria de la torre especulativa est谩 trascendiendo su tradici贸n de 鈥渦na nueva forma de vida鈥 y 鈥渦na oportunidad de inversi贸n鈥.

La nueva tendencia en sanata se puede ver en el edificio de Bartolom茅 Mitre 1444, que se vende desde el pozo y presenta con el ampuloso nombre de Alto Grande del Arte. Resulta que en ese lugar, por ley, hay que reconstruir el Teatro Argentino, el tipo de cosas que los publicitarios saben dar vuelta. Si se prohibiera el caf茅 por una epidemia de insomnio, las campa帽as inmediatamente vender铆an 鈥渄escafeinado鈥 como si fuera una idea propia y no una nueva ley.

En este caso, se vende la obligaci贸n de abrir una sala de teatro donde hubo una como una vocaci贸n y se le agregan cosas inusitadas. Una, que el ombudsman adjunto Gerardo G贸mez Coronado deber铆a agregar a su lista de reclamos por afirmaciones cuestionables de parte de inmobiliarias, es decir que Bartolom茅 Mitre al 1400 es parte del Casco Hist贸rico. Otra es afirmar que esa direcci贸n queda 鈥渁 metros de avenida Corrientes鈥, algo llamativo a menos que se considere as铆 a tres cuadras.

Y finalmente, el edificio incluye algo misterioso llamado 鈥渕onoambientes apaisados鈥.

PETIT COLON

All谩 cuando se destru铆an los caf茅s porte帽os para hacerlos bien modernos, a fines de los setenta, hubo dos obras casi simult谩neas. Una fue una peque帽a tragedia, otra fue una sorpresa duradera.

En el 1100 de la calle Corrientes hay un bar ahora olvidado que fue una catedral. El Vesuvio era una maravilla de robles y bronces, con cristaler铆as biseladas, una puerta de entrada de esas 鈥渆n caja鈥 para no dejar pasar el fr铆o del invierno, muebles de 茅poca y unos maravillosos vitrales coloridos mostrando al famoso volc谩n en plena erupci贸n. All谩 por el Mundial, los due帽os decidieron que todo eso era pass茅 y se cargaron el interior en una obra larga y cara que dej贸 a los pobres vitrales perdidos en un lugar blanco, soso. Es el bar, medio helader铆a y medio comedero de oficinistas, que se puede ver hoy. El que era una belleza donde hab铆a que esperar una mesa hasta el lunes por la noche es un recuerdo medio incre铆ble.

Pero alguien debe haber tomado nota de que los due帽os de El Vesuvio pagaron bien caro a alg煤n alcahuete para matar una gallina de los huevos de oro. A una cuadra de all铆, en Libertad y Lavalle, se abr铆a poco despu茅s un bar completamente retro, nacido cl谩sico en un local que era una concesionaria de autos. El Petit Col贸n apareci贸 hasta empapelado estilo Belle Epoque, con cisne para el agua, una chopera casi naval de bronce, l谩mparas s铆mil 茅poca, fotos en blanco y negro y mobiliario Thonet. Todo era un anacronismo deliberado y una ofensa a esa idea bobona de que lo que se hizo una vez ya no debe hacerse m谩s. El bar fue un 茅xito y es com煤n que se piense que est谩 ah铆 desde hace muchas d茅cadas. La lecci贸n es la misma que disfrutan los due帽os de Las Violetas, que la restauraron y la recuperaron como un bar patrimonial de inmenso valor econ贸mico.

Todo esto viene a cuento porque las vidrieras del Petit Col贸n est谩n cerradas con papel y sus puertas trancadas, cosa inquietante para muchos de los que pasan por Tribunales. Pero el caf茅 est谩 siendo renovado y no remodelado, con fecha de apertura para el invierno.

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