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Sábado, 13 de octubre de 2012
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Negocios contra vecinos

En Tucum谩n como en Buenos Aires, los cuidadores del patrimonio desoyen a los vecinos y permiten demoliciones que rozan la barbarie.

Por Sergio Kiernan
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Todo lo que protege el patrimonio se debe a la movilizaci贸n de los vecinos, con muy escasos pol铆ticos y rar铆simos funcionarios que perciban que los tiempos cambiaron. Es una de esas 谩reas en que el Estado va atr谩s de los ciudadanos y no distingue entre intereses creados y asesor铆a profesional. La maltratada ciudad de Tucum谩n acaba de mostrar un ejemplo cl铆nico de c贸mo est谩n las cosas, con sus vecinos logrando que su comisi贸n local de patrimonio diera marcha atr谩s en un permiso de demolici贸n y despu茅s perdiendo la partida por razones oscuras.

El caso es el de la casa Sucar, que se alza en uno de los arbolados bulevares de la ciudad, Salta 532. La casona es uno de esos deliciosos bichos argentinos de un eclecticismo abandonado y encantador. Es una quinta urbana de per铆metro libre en medio de un amplio jard铆n, b谩sicamente italiana, pero decorada con herrer铆as y moldurado muy al estilo Art Nouveau espa帽ol. Fue dise帽ada en 1923 por Luis Lucena y seg煤n la completa ficha de la Universidad Nacional de Tucum谩n, la ornaron dos italianos llamados Perinotti y Colotti, parte de la alegre invasi贸n de constructores que tanto nos dej贸. La casa tiene un remate escult贸rico, una reja perimetral muy linda y vitrales notables, y para mejor forma un conjunto con otras dos de similar porte que se destacan esa cuadra de la avenida Salta.

Los clientes eran los Barbieri, que en 1939 se la vendieron a los Melhem. Fue su hija Hortencia quien se cas贸 con un Sucar, nombre que termin贸 prendiendo. La casa est谩 en perfecto estado de conservaci贸n, bien equipada y cuidada, porque en 2003 fue comprada por la Fundaci贸n Lucci, que invirti贸 en transformarla en su sede central. Pero la inversi贸n no fue disfrutada por mucho tiempo, porque el se帽or Lucci muri贸 y a sus hijos y herederos se les ocurri贸 lo de siempre: como en Buenos Aires, como en todas partes, decidieron hacer una torre.

Y ah铆 estall贸 la oposici贸n.

El a帽o pasado, los vecinos descubrieron que la casa Sucar no estaba catalogada ni protegida por la ley local de patrimonio. Con buen tino, los patrimonialistas se帽alaron que eso era una omisi贸n del Estado y no una cuesti贸n permanente. De hecho, la avenida Salta est谩 en el casco hist贸rico de Tucum谩n, declarado Ciudad Hist贸rica por dos leyes nacionales y una ordenanza municipal. Tambi茅n le cabe a la casa la ordenanza 1773/91, de Preservaci贸n de Bienes de Inter茅s Municipal y Componentes del Patrimonio Arquitect贸nico y Urban铆stico. Y la Sucar est谩 incluida desde el a帽o 2000 en el Inventario de Sitios y Edificios de Valor Patrimonial como un Bien de Inter茅s Municipal.

De inmediato hubo presentaciones al Ente de Cultura, con la llamativa punta del Colegio de Arquitectos de Tucum谩n que, al contrario de sus colegas porte帽os, fue claro y alto en un comunicado de su presidente, Juan Ramazzotti. El esc谩ndalo fue tan grande que radicales y dem贸cratas cristianos pidieron un amparo a la Justicia afirmando que 鈥渓a demolici贸n ser铆a ilegal y violatoria de derechos de los que son titulares todos los habitantes de la provincia de Tucum谩n鈥. El pedido fue dur铆simo con la firma Viluco, que hab铆a solicitado el permiso de demolici贸n el 23 de diciembre de 2011: 鈥淩esultan ilegales, irrazonables, ileg铆timas e inconstitucionales las actitudes de los propietarios actuales o nuevos, visibles u ocultos, con la intenci贸n de pretender demoler dicha propiedad鈥.

Con lo que no extra帽a que la Comisi贸n de Patrimonio se reuniera el 13 de enero de este a帽o, de emergencia y llamando a miembros que estaban de vacaciones. La reuni贸n fue breve y en poco m谩s de una hora emergi贸 Mauricio Guzm谩n, presidente del Ente de Cultura y tambi茅n de la comisi贸n, para decir que la casa quedaba protegida bajo la ley 7500 por seis meses, prorrogables a nueve. La decisi贸n se comunicaba a los due帽os, a la municipalidad y a todo ente que tuviera que ver con permisos de demolici贸n y construcci贸n porque 鈥渓a protecci贸n preventiva lo que hace es suspender cualquier tipo de modificaci贸n del bien que va a ser declarado patrimonio mientras tanto se sustancien todos los pasos para la declaratoria. La Comisi贸n y la sociedad consideran que la casa Sucar es un bien de inter茅s cultural y lo que se intentar谩 es equilibrar los intereses privados con los de la comunidad. Ac谩 hay una voluntad de la Comisi贸n de cumplir con su trabajo y una preocupaci贸n de la sociedad; me parece muy saludable que la sociedad reconozca su patrimonio, que se haga cargo de 茅l鈥.

Las declaraciones del funcionario coincidieron con una movilizaci贸n frente a la casona, donde unos doscientos preservacionistas hac铆an el aguante. La protesta se transform贸 en fiesta y baile, con vecinos de todo el barrio prendi茅ndose felices. Lo que hab铆a dicho la comisi贸n parec铆a tan tajante que todos se fueron a casa satisfechos.

Pero resulta que no era as铆: hoy se cumplen los nueve meses m谩ximos de la medida de protecci贸n y hace tres d铆as que la comisi贸n anunci贸 que no va a proteger la casa Sucar. Esta vez no hubo documento, no hubo Guzm谩n hablando en p煤blico 鈥搒eg煤n La Gaceta de Tucum谩n, 鈥渆staba en una reuni贸n鈥 y no pudo hablar鈥 y no hubo explicaciones. Lo que trascendi贸 fue medio pavote, que a nadie se le ocurr铆a qu茅 hacer con la casona y Tucum谩n no tiene fondos para expropiarla y hacer un centro cultural.

Con lo que es muy posible que al leer esto, este s谩bado 13 de octubre, la piqueta se est茅 cargando una pieza patrimonial de primera agua y arruinando un conjunto. La idea anticuada, jovat铆sima, de que para preservar el Estado tiene que expropiar sirvi贸 de excusa una vez m谩s para permitir un negocio privado a costa de la propiedad social.

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