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Una de las tantas contradicciones de nuestro fr铆volo gobierno porte帽o es la tendencia a copiar lo que sale en la foto de Nueva York, pero s贸lo lo que sale en la foto. Es lo que explica que ahora haya carteles colgados de los sem谩foros en las grandes avenidas porte帽as con el nombre de la calle del cruce, man铆a tradicional de la Quinta Avenida de Manhattan. Y lo que explica que pintaran esos sem谩foros de gris, toque que probablemente quedar谩 como el 煤nico saldo positivo de la gesti贸n Macri.
Pero el ahora candidato a presidente y sus minions s贸lo copian lo de la foto y no otras cosas de la gran ciudad norteamericana, las que limitan el negocio y los negocios. Por ejemplo, la estricta y total prohibici贸n de los shopping centers en los cinco 鈥渂oroughs鈥 neoyorquinos, que ni siquiera el multimillonario intendente saliente logr贸 levantar. La idea es que el perfil urbano de la ciudad es alimentado y caracterizado por un z贸calo de comercios minoristas, por galer铆as comerciales y por tiendas de departamentos que se especializan m谩s que nada en ropa y maquillaje. Nueva York es la ciudad m谩s caminable de Estados Unidos, por lejos, no s贸lo porque tiene un buen sistema de subtes sino porque hay mucho que ver y hacer, porque sus calles son foros p煤blicos.
El macrismo en funciones descree de estas complicaciones porque tiene en mente un modelo de ciudad tipo country: privado, de auto, con derecho de admisi贸n, lucrativo y con tarjeta de cr茅dito. A esta gente le falta calle y por eso no sabe para qu茅 sirve la calle, con lo que firma alegremente toda autorizaci贸n para un shopping. De paso, alguna constructora amiga hace un buen negocio y todos reciben facilidades, como no pagar por el cambio de infraestructura necesaria, otra cosa que podr铆an copiar de Nueva York, meca del capitalismo donde para abrir un estadio, por ejemplo, hay que pagar por el asfaltado reforzado, las cloacas ampliadas y los sem谩foros extra para manejar el influjo puntual de p煤blico.
Como para terminar de ver las ventajas comparativas del modelo de muchos negocios peque帽os distribuidos en toda la ciudad y concentrados en calles especializadas, el Consejo Econ贸mico y Social acaba de publicar una fuerte recomendaci贸n. Dirigida al Ejecutivo y al Legislativo porte帽os, la iniciativa es producto de un detallado estudio votado y firmado por el Consejo, una instituci贸n que parece reunir a todo el mundo, de tirios a troyanos, sindicalistas, banqueros, industriales, comerciantes, oposici贸n, oficialismo, universidades privadas y p煤blicas, Iglesia y m谩s de una ONG. El paper puede leerse completo en www.consejo.gob.ar, lo que vale la pena porque es uno de esos compendios de informaci贸n compleja que permiten pensar las cosas con m谩s claridad.
Lo que proponen es reforzar estas zonas comerciales minoristas creando un programa de Centros Comerciales a Cielo Abierto, CCCA, que refuerce el rol e identidad de ejes que ya existen. Como sabe cualquiera que realmente se haya criado en esta ciudad, el mapa mental de cada uno incluye el 鈥渃entrito鈥 del barrio y un orden jer谩rquico de d贸nde se va a comprar ciertos insumos y d贸nde 鈥渟e va de compras鈥. Por ejemplo, de Villa Luro se puede ir a Flores para ciertas cosas, al Centro para otras y a la avenida Santa Fe para otras. El informe identifica ocho ejes comerciales estables en la ciudad: Recoleta, Santa Fe del 1100 al 2500, Cabildo del 2000 al 2900, Triunvirato y Monroe, Ca帽itas, Colegiales a la altura de Cabildo y Lacroze, Palermo Viejo, Palermo Hollywood, Florida, el Microcentro, Libertad entre Rivadavia y Lavalle, Callao y Corrientes, Puerto Madero, Constituci贸n, Montes de Oca hasta el 900, Defensa hasta San Juan, Flores, Alberdi, Parque Patricios y la avenida Patricios, S谩enz del 600 al 1500, Lugano, Mataderos y Boedo con varios de sus cruces y paralelas.
Estos ejes, a transformar en CCCAs, tienen identidad social y cultural 鈥搖n lugar en el imaginario que puede comprobarse cient铆ficamente cualquier domingo a la ma帽ana, diciendo 鈥測 si vamos a...鈥濃 y una oferta mixta de servicios, de un caf茅 a un tapado. La idea es dotarlos de infraestructura y se帽al茅tica, reforzar su identidad, limpiarlos y cuidarlos, con un comit茅 que se encargue de la interacci贸n entre las partes. Resulta que nada de esto es particularmente nuevo, como destaca el mismo informe, porque hace d茅cadas que se hace en otras latitudes y hasta se hizo, de arriba y a los manotazos, en esta Buenos Aires. La calle Florida, por ejemplo, es uno de los ejes comerciales ya existentes y es la tela de innumerables intervenciones, tantas que es un cl谩sico de la pol铆tica chica porte帽a.
Pero Warnes tuvo un arreglo parcial, Caseros recibi贸 alguna luz, veredas y bicicleteros y Aguirre, en Villa Crespo, un tratamiento parcial parecido. En la gesti贸n Ibarra-Telerman hasta se hicieron trabajos un poco m谩s deliberados en la Avenida Jonte entre el 4500 y el 5200. Fue entre 2002 y 2005, y lo hizo el Ministerio de Espacio P煤blico, que trat贸 las veredas, puso unos feos bancos de madera, unos faroles peores, una carteler铆a enorme anche no amarilla, y una serie de banderolas con la marca Monte Castro. M谩s all谩 de las cr铆ticas a la est茅tica, la idea funcion贸 por un tiempo, el que tom贸 que todo fuera vandalizado o se rompiera y los vecinos entendieran que nunca m谩s los iban a reparar. De esta experiencia surge el pedido de que haya comit茅s para hablar con la Ciudad.
La idea de estos Centros suena cuerda porque arranca de reconocer algo que ya existe y fue creado espont谩neamente por los vecinos de la ciudad. Si se traza un mapa marcando los ejes comerciales identificados por el Consejo Econ贸mico y Social, se ve que se reparten parejito por toda Buenos Aires y, excepto cuando se llega a la General Paz, bien al Oeste, est谩n aproximadamente a la misma distancia unos de otros. Otra cosa es que el comercio as铆 distribuido genera un nivel de empleo muy superior a cualquier otro formato. Seg煤n la CAME, citada en el paper, cuando un supermercado vendi贸 1.200.000 $ en 2012, cre贸 o necesit贸 un empleado. Un shopping es alguito m谩s ben茅fico, porque esa facturaci贸n signific贸 1,6 empleado. Pero el comercio minorista, por definici贸n de pymes, gener贸 3,4 empleos por el mismo monto.
Al mismo tiempo, este tipo de comercio muestra una capacidad de reacci贸n y flexibilidad que no tienen los formatos grandes. Hasta 2002 hab铆a once ejes comerciales estables, que tomaban 220 cuadras (o frentes de manzana). En la d茅cada siguiente se consolidaron otros 28, hasta llegar a los 39 actuales, que cubren 714 cuadras con m谩s de 8600 locales. Esta caracter铆stica hace que el paper proponga formalizar un poco estos agrupamientos, defini茅ndolos como polirrubro o monorrubro, de modo de crear paseos gen茅ricos o lugares muy especializados donde se concentre la oferta de ciertos rubros. Nuevamente, es como ir a ver joyas a la calle Libertad o vajillas a la avenida Jujuy, comparado a ir a ver vidrieras a Santa Fe o Palermo Viejo.
Los shoppings, en comparaci贸n, son criaturas potencialmente da帽inas. Hay algunos, como el Patio Bullrich, que se instalaron en zonas de muy bajo comercio 鈥揳lguno que otro anticuario, un bar o dos鈥, con lo que se integraron al barrio como una suerte de 鈥渇inal de la avenida Alvear鈥. Otros, como el Alto Palermo, se abrieron en zonas de tal densidad urbana que no mataron su entorno, o no tienen el tama帽o para hacerlo, como el que reemplaz贸 el viejo Hogar Obrero en Caballito. Pero tambi茅n est谩 el aterrizaje lunar de un Dot o un Paseo Alcorta, o de los mega-s煤per-h铆per mercados, que buscan lugares que parezcan estar en el campo pero con el colectivo a mano... 驴Qui茅n va a abrir un almac茅n por ah铆 cerca?
Este tipo de temas est谩 levantando su perfil cada vez m谩s. Un bot贸n de muestra fue la idea del Consejo Econ贸mico y Social de presentar este informe en la Feria del Libro hace dos semanas. Fue en la sala Bioy Casares, tal vez la m谩s inaccesible del evento, pero cuando el presidente del Consejo 鈥搚 ahora precandidato a jefe de Gobierno porte帽o鈥, Sergio Abrevaya, abri贸 la presentaci贸n, ten铆a sala llena. Le siguieron Vicente Lourenzo, vicepresidente primero de Fecoba, y Fabi谩n Tarrio, presidente de la Federaci贸n de Centros Comerciales a Cielo Abierto. Entre los presentes hasta hab铆a legisladores macristas que se bancaron dignamente las fuertes cr铆ticas a la pol铆ticas de favorecer los megashoppings.
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