Al Editor: He leÃdo la nota del sábado pasado, sobre la pérdida de nuestro patrimonio histórico a raÃz de la voluntad del gobierno de la Ciudad de ampliar el Museo de Arte Moderno. El conflicto se plantea en la materialización del proyecto, ya que para su concreción hay que reformar la fachada de la antigua ex fábrica Nobleza Piccardo y demoler la casa contigua. La cual es la última vivienda que ha subsistido desde comienzos del virreinato del RÃo de la Plata, ubicada en pleno barrio histórico de San Telmo. En la misma, se han hecho importantes investigaciones arqueológicas, descubriendo que es mucho más antigua de lo que se calculaba en principio. Su propietario es a su vez el mismo gobierno de la ciudad, lo que constituye una oportunidad única de valorar nuestro pasado. Buenos Aires ha perdido su Fuerte, su Recova, su Plaza de Toros, no han quedado casas del perÃodo colonial, las que han sobrevivido son de 1830 en adelante y las antiguas iglesias han sido reformadas perdiendo su estilo barroco español original. Es una lástima que siempre se tenga que optar por lo moderno en detrimento de lo antiguo, cuando en realidad ambos hacen a nuestra cultura y se podrÃa privilegiar proyectos que integren y armonicen. Bien podrÃa conservarse esta casa como parte del proyecto, como también la actual fachada del Mamba, que si bien pertenece a otro perÃodo arquitectónico, debemos proteger por igual. Es importante que Buenos Aires mejore y amplÃe sus museos, pero no en desmedro de la historia de la ciudad, como bien establece tanto nuestra constitución como la ley de patrimonio en su defensa tanto de la arquitectura como la arqueologÃa.
Arq. Fernando G. Ferreyra
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