Página/12 :: m2 :: La vajilla de Madame Colibrí

A los 25 años, la arquitecta Mily Baloni decidió hacer su propia experiencia por el mundo. Viajó por Europa, trabajó en Marbella y cuando se decidió a volver al país se encontró con que la realidad –y ella misma– había cambiado. Fanática del dibujo y de la vajilla artesanal desde muy chica, decidió aunar las dos pasiones y crear su propia línea de porcelana pintada a mano. Así nació Madame Colibrí.
Es una línea de vajilla –platos, tazas, jarras, bols, bandejas– con dibujos originales en versión comic o arte pop, como ella los define. Personajes con una estética años 50, con altas dosis de humor, que tienen a la mujer como verdadera protagonista. “Si bien no soy feminista –explica–, la reina de todas mis producciones es la mujer. Chicas sexys, audaces, divertidas. Esas que parecen llevarse el mundo por delante.” Así surgen sus chicas neo hippies, de pantalones pata de elefante, que sueñan con ser estrellas, sus sofisticadas en versión francesa con boquilla incluida, sus japonesas, reinas, princesas del mar y hasta la ejecutivas.

Platos cómplices
“A la hora de crear –continúa– me inspiro en situaciones que me divierten. Escenas que invento pero que ciertamente intentan encontrar complicidad en la gente.” De ahí que en su línea de platos ya sean un clásico los de la nurse o enfermera, la chica sensual en bata o la Bond, híper sexy.
“Así descubrí que mientras los hombres se divierten mucho con estos personajes, las mujeres disfrutan usando una vajilla que las dibuje más relajadas. La verdad, con cada diseño, busco hacer un producto exclusivo del que la gente se enamore y elija en forma personal para usar en su casa en distintas situaciones –una picada con amigos, el desayuno–, como adorno o para regalar.” A raíz de esto, completa su producción una línea de casamiento que incluye motivos con novios o la temática “despedida de solteros” y otra línea para bebés o chicos de plato playo, hondo y compotera con burbujas, flores y demás fauna infantil como pollitos, sapos, hormigas, ranas, pulpos, conejos, bichitos de luz y puercoespines. “Alegría, jolgorio, amor y seducción. Eso es lo que intento transmitir con mi vajilla”, remata, quien debido a la repercusión de su obra amplió el espectro a cuadros, remeras y hasta ropa interior. n
* Showroom: 4796-7532.

CON NOMBRE PROPIO

La vajilla de Madame Colibrí

En versión comic, de la mano de Mily Baloni, alias Madame Colibrí, la vajilla pintada adquiere un nuevo protagonismo.