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Por Daniel Jim茅nez
Desde que ganaran la competici贸n para nuevos valores en la edici贸n 2004 del Festival de Glastonbury, The Subways se gan贸 la reputaci贸n de gran banda en vivo sin tener su primer contrato. Hab铆an editado hasta el momento solamente dos singles (Oh, yeah y Rock and Roll Queen), hasta que el pasado 4 de julio de este a帽o que se va vio la luz su 贸pera prima Young for Eternity, que los puso en boca de todos los medios musicales de Inglaterra. Y ahora del mundo.
El 谩lbum, producido por Ian Broudie (The Zutons, The Coral, Echo & The Bunnymen), naci贸 con dificultades: durante el proceso de grabaci贸n una computadora perteneciente al baterista Josh Lunn fue robada desde la ventana de un hotel donde los j贸venes se hospedaban. Y justamente esa PC conten铆a la 煤nica copia terminada de su disco debut, que luego fue recuperada gracias a la polic铆a. Pero eso no detuvo a este tr铆o brit谩nico integrado adem谩s de Josh por su hermano Billy de diecinueve a帽os (voz y guitarra) y la bella Charlotte Cooper de diecisiete (bajo y voz).
Estas adorables criaturas salidas de los suburbios de Welwyn Garden City y que configuran un c贸ctel abrasivo, salvaje y definitivamente british, pasaron gran parte del 2005 teloneando a bandas como Oasis, The Datsuns, International Noise Conspiracy y Weezer, adem谩s de participar en los festivales de Reading and Leeds, T In The Park y Guilfest. Algo que parece tenerlos sin cuidado. 鈥淓s un placer para nosotros compartir el escenario con nombres como esos siendo tan chicos, pero no es una cuesti贸n que nos obsesione. Al contrario, aprendemos mucho todo el tiempo鈥, reconoce Josh al NO.
Billy Lunn, un peque帽o 茅mulo de Kurt Cobain con acn茅 juvenil, berrea como demonio poseso mientras canta sobre miserias mundanas y tragedias cotidianas con la claridad y la suficiencia de un tipo de cuarenta. Si no, va como muestra la primera l铆nea de la canci贸n de apertura del disco: 鈥淥tro d铆a est谩 aqu铆 y todav铆a sigo vivo鈥. Y todo ese optimismo antes de la mayor铆a de edad.
鈥淣uestras canciones, si bien salen de vivencias personales, hablan tambi茅n de una sociedad que coloca a la juventud en un lugar postergado鈥, dice el mayor de los Lunn, y agrega: 鈥淣osotros tenemos que ser protagonistas de esa transformaci贸n鈥. Para definirlo de alguna manera, Young for Eternity es un viaje 谩spero de rocanrol poderoso y melod铆as 茅picas, que por momentos nos hace creer que estamos en un show prolijamente ca贸tico de los Pixies, con un backstage atiborrado de botellas de cerveza barata y humos del vecino. Es decir, el backstage correcto para una banda de garage que a煤n tiene un pie en el under, aunque varias compa帽铆as mainstream los est茅n tentando para ficharlos en el 2006.
Quiz谩 parte de la diferencia de The Subways con el resto de los actuales grupos Sub-20 brit谩nicos sea la presencia de la bella Charlotte, quien no s贸lo aporrea su bajo con encanto indie 鈥搕odo parecido con Kim Deal es pura coincidencia鈥 sino que aporta diversas voces en varios pasajes del disco, como en Lines of Light, City Pavement y Rock and Roll Queen, el primer corte del 谩lbum.
M谩s all谩 de comenzar a ser los ni帽os mimados de la prensa musical brit谩nica, Billy se lo toma con calma: 鈥淣ada me sorprende porque siempre fuimos un equipo. Sol铆amos jugar f煤tbol juntos e intercambiarnos la ropa desde muy chicos. Es otra parte de nuestra vida y es una progresi贸n natural鈥. Fans confesos de Charles Bukowski y toda la m煤sica proveniente del sello Tamla Motown, The Subways ofrecen una bocanada de aire fresco con una 贸pera prima de 37 minutos y cuarenta segundos de rock aceitoso, estridente y sin pretensiones. 鈥淭odo lo que quiero hacer es dejar como legado una enorme pila de buenos discos y tener mi conciencia tranquila鈥, confiesa Josh. Habr谩 que estar atentos.
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