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Desde Avenida Corrientes
Ser谩 culpa del Bicentenario, de los videojuegos de estrategia o de la paranoia invasionista inculcada en la escuela, pero la imagen es terror铆fica. Con el Obelisco detr谩s y a punto de cruzar Cerrito para dejar lejos la histeria del microcentro, la calle Corrientes devuelve la imagen clara del miedo. Por el asfalto baja una multitud de taxistas que marca el tempo de canciones variadas (que parecen ser la misma) con sus bocinazos taxi, nunca joya. Por las aceras, jaur铆as de telemarketers pasados de rosca y hordas de tarjeteras en rally de ofertas devastan Corrientes con ayuda de los zarpados elefantes de guerra p茅rsica que son los colectiveros. La pucha, conven铆a empezar del otro lado.
El kil贸metro literario, la traves铆a en cuesti贸n, es el que va del 1300 al 2300 de Corrientes, desde Talcahuano hasta Pasteur, que en la esquina tiene un cojudo quiosco donde reponer energ铆a. La idea es hacerle fuck you a la psicosis digital para revolver mesas de saldo y comprar libros editados en este siglo, en formato original, nuevos y que sean 鈥渄e saldo鈥: obras recientes, por lo general, que no venden lo esperado, por lo que vienen con descuento en el 煤ltimo manotazo por sacar tajada de cada uno y no venderlos por kilo como papel a reciclar. Suelen ser libros intrascendentes, ins铆pidos y livianos, pero no siempre. La b煤squeda de alguno bueno se da con un billete de 100 en mano, que har谩 mitosis en otros de 2, 5, 10, 20 y 50 tan empolvados como los libros que compran. Un aviso, ante todo: en el viaje al kil贸metro literario, la m煤sica es esencial para sobrevivir a los bocinazos de conductores simios y los agudos de las alumnas urracas del Colegio P煤blico de Abogados.
El punto de largada es la librer铆a Libertador (Corrientes 1318), un solar donde vivi贸 Tita Merello, ahora convertido en galp贸n donde conseguir ediciones baratas (casi descartables) de obras cl谩sicas. En la pen煤ltima mesa del centro hay una chica: en sus manos tiene La Era Rock (1953-2003), del catal谩n Jordi Sierra i Fabra. Sale 20 pesos e incluye desde Elvis hasta los Strokes. Historiador y bi贸grafo del rock y el pop, el tipo recorri贸 secciones con buen reconocimiento: en 1978, mientras la dictadura de ac谩 se masturbaba con la Copa del Mundo, Sierra i Fabra publicaba su obra Terror y muerte en los mundiales. Ya viejo, escribe historias para ni帽os y j贸venes, y cada tanto saca algo como sus tres vol煤menes sobre el exilio del franquismo, de 2002 y 2003.
Bastan unos minutos para entender las pr谩cticas distintivas del visitador cr贸nico de las mesas de saldo, que se distingue por dos clases de movimiento. El habitu茅 se mueve entre ellas como los personajes de los juegos de acci贸n en primera persona controlados con las teclas W-A-S-D: con el pecho de frente a la mesa, da pasos laterales (por lo que la habitu茅 tiene buenas piernas o v谩rices) y gira 180 grados revoleando los hombros mejor que un reggaetonero.
Para revisar cada mesa hay dos t茅cnicas que dependen del espacio: quedarse parado en un lugar y que la vista pivotee (que resulta en un jodido dolor de cuello) o clavar la cabeza 45 grados en picada y acercarse con pasos cortos y las manos en los bolsillos, como en la carnicer铆a. La librer铆a Libertador es algo rara. Vende mazos de adivinaci贸n a 5 pesos y casas de mu帽ecas por entrega: 鈥淗ola, hija, te traje un juguete, es un dep贸sito para el inodoro de tu casa de mu帽ecas鈥. Insuperable. Y hay otros sets: el establo para la casa de mu帽ecas. 隆驴Todas las mu帽ecas tienen caballos?!
Una cuadra arriba (siempre por Corrientes) aparece otro escenario interesante, que pronto deja de serlo por tener ubicado a Hechos y relaciones, la compilaci贸n de ambas obras de Juan Gelman (Hechos de 1973 y Relaciones de 1980), junto a Comer sano y bien. Hay s贸lo dos mesas, as铆 que las zapatillas (驴literatura barata y zapatillas de lona?) siguen hasta la puerta de un local de Compro Libros. Durante el rato en el sal贸n (nada interesante) el vendedor responde lo mismo a un universitario y a una pareja: 鈥淣o, este tipo de libros en particular no compramos鈥. Tampoco vende en ese rato.
Casi pegado est谩 La C谩tedra, que todav铆a ofrece a 12 pesos La Argentina cr贸nica, que bajo el subt铆tulo 鈥淗istorias reales de un pa铆s al l铆mite鈥 reuni贸 en 2007 art铆culos de periodistas j贸venes y efectivos en el g茅nero 鈥-Pablo Plotkin, Juli谩n Gorodischer, Josefina Licitra, Cicco, Leila Guerriero y Alejandro Seselovsky, entre otros鈥 sobre reidores de TV, hermanas sat谩nicas, turistas sexuales y pol铆ticos en campa帽a. Pero en La C谩tedra tambi茅n opera la mano invisible del mercado, metida hasta en la obra visible de los libertarios: los libros de Utop铆a Libertaria salen entre 25 y 35, cuando a metros se consiguen a entre 18 y 25. La utop铆a en acci贸n... 驴inflacionaria?
Desde La C谩tedra hasta La Oferta (en Corrientes y Riobamba, de frente al Pasaje Enrique Santos Disc茅polo) hay alguna librer铆a m谩s, pero con estanter铆as de usados en lugar de mesas de saldo. No garpan. Hay algo que hace que los libros en horizontal sean incluso m谩s atractivos. Algo f铆sico, tal vez. O hasta ideol贸gico: nada de libros enfilados, d谩dnoslos revueltos o en pilas, como paquetes de coca铆na en un allanamiento. 隆Que se asemejen en algo a un riesgo! El que se va a un estante es un libro asegurado, ya le铆do y no recurrido.
La librer铆a La Oferta es amplia y al fondo tiene t铆tulos realmente bizarros al precio de un atado de puchos: Puedes evitarlo del basquetbolista Magic Johnson sobre el HIV es un caso paradigm谩tico de lo que puede aparecer en la mesa de 3 x $ 12. El librero tambi茅n tiene una copia del Ulises de James Joyce en franc茅s (m谩s jodido, 驴no? 驴Alguna en mandar铆n, maestro?) y un mont贸n de libros sobre perros y aves. En su local queda uno de 10 pesos por El banquero, la investigaci贸n de Susana Viau sobre Ra煤l Moneta, 鈥渦n amigo del poder en la ruta del lavado鈥 que hace poco agrand贸 el lavadero y compr贸 la Rock & Pop.
Queda poca novedad en el 煤ltimo tramo, m谩s que nada libros para regalar a alguien despreciado (como el Manual del chanta argentino de Pablo y Pachu, que a 6 pesos est谩 caro para posavasos). Pero en la 煤ltima posta aparecen m谩gicamente todos juntos, como escuadr贸n de groupies para banda de teen pop: libros del palo y de saldo en las mesas m谩gicas de A Libro Abierto, discreta librer铆a al 2116 de Corrientes. Hay muchos Mescalito, de Hunter Thompson. De la misma mesa de saldos a 12 pesos se despiden de sus clones y se entregan al nuevo due帽o El gran vac铆o (conversaciones de Norman Mailer y su hijo John Buffalo sobre sexo, pol铆tica, boxeo, Dios y otros mitos); The Palermo Manifesto, de Esteban Schmidt; y Callejeros en primera persona, de Laura Cambra; los cuatro por 48 pesos. En el camino a la caja se suma Sexo, drogas y biolog铆a, el tratado cient铆fico de Diego Golombek para la colecci贸n 鈥淐iencia que ladra鈥, a m贸dicos $ 8. A fin de cuentas, vali贸 cambiar 98 pesos por cuatro bolsitas (de libros, eh). S贸lo quedan las ampollas, un Mitre emblanquecido y amargado y 8 libros, 1750 p谩ginas atentando contra la eternidad, orgullosas de haber encontrado alguien que les preste atenci贸n sin haber tenido que regalarse.
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