Domingo, 14 de diciembre de 2003
Rock nacional
La velocidad del sonido
El DJ estrella Bad Boy Orange reposiciona las trasnoches de los martes a fuerza de Drum & Bass, ese vértigo sincopado que flirtea con el rock sin renunciar al dance.
Por Santiago Rial Ungaro

No se podÃa esperar otra cosa de Bad Boy Orange, ideólogo conceptual y Dj estrella de +160 Drum & Bass Suite: la nota transcurre a toda velocidad pero manteniendo el equilibrio, con concentración y agilidad. El que no arriesga no gana: Bad Boy Orange (asà le puso una novia por su parecido con Mr. Orange, el papel que hizo Tim Roth en Perros de la calle de Tarantino) se atrevió a apostar por algo que nadie estaba haciendo: crear un club donde poder pasar una música que los demás Dj’s (por vagancia, ignorancia o lo que sea) ignoraban e ignoran olÃmpicamente y proponer los martes como dÃa de encuentro social.
En el 2003 porteño, el martes ya es, para muchos, sinónimo de Drum & Bass, de jungle y paréntesis bailable donde reciclar energÃas para afrontar revitalizados la segunda mitad de la semana. Los miércoles post + 160, lejos de ser disfuncionales, pueden ser más agradables de lo que cualquiera podrÃa imaginar. Las vibraciones estimulan y purifican. Y asÃ, casi sin proponérselo, Bad Boy Orange se convirtió en un Dj con estilo propio y un prometedor productor nuevo. Tanto es asà que en los últimos meses ya les hizo remixes a Babasónicos, Gustavo Cerati y Altocamet. Para Naranja, el Drum & Bass –ese estilo postraver que explotó a mediados de los ‘90 con la música de pioneros como Goldie y Roni Size– puede asimilar elementos de todos los estilos, de los más obvios, como el dub y el Hip Hop, al post Punk, el trance, el house, el tecno y hasta el heavy metal.
Claro que costó (“TodavÃa cuestaâ€, afirma Orange) imponer +160 entre la gente. “Costó mucho porque es un ritmo raro, no es natural, no acompaña el ritmo del corazón: es una sÃncopa. Pero a la vez generó un ambiente de tal comodidad que rompe todos los prejuicios.†Para Orange, el Drum & bass, sin dejar de pertenecer al mundo de la música electrónica dance, está estrechamente relacionado con el rock: “Hay varios aspectos: uno es la intensidad. Vos no podés seguir el ritmo asà nomás: tenés que interpretarlo, seguir una cadencia, un swing que está alrededor de todos esos sonidos. Después está la idea de que haya una autogestión con éxito, que es algo que yo relaciono con los eventos hardcore a los que iba cuando era adolescenteâ€. A eso Bad Boy Orange le suma la actitud, y por supuesto, la velocidad.
A Eldorado se acercan personas de todas las tribus, estrellas del pop, rockeros, raperos suburbanos, turistas y algunas de esas chicas que generan que las velocidades superen sus lÃmites sociales aceptables. Lo cierto es cuando empezó (acompañado por el fundamental Diego RodrÃguez, encargado del fondling y también rocker experimental que supo tocar con los mÃticos Ahuyentademonios), hace un par de años, la suya parecÃa una cruzada un tanto quijotesca. Ahora el Bad Boy puede tocar para mil personas en Big One mientras prepara para el próximo martes Drum & Boxx, un evento en el que habrá peleas de box en vivo a cargo de alumnos de la escuela de la Hiena Barrios. +160 es un clásico del que todavÃa se puede esperar mucho más, ya que la música es su motor principal. “Lo que a mà me dio fuerza para seguir insistiendo era que sabÃa que yo no era la única persona con mis caracterÃsticas.†Con el tiempo, la gente inquieta, ávida de cosas nuevas y con tendencia a aburrirse pronto (todas caracterÃsticas de Orange), encontró un agradable y excitante refugio en este ciclo, en el que también participan como residentes Dj Buey, Morgan Audio, Dj Felipe, Intima, Giorgiolive y, ocasionalmente, el mendocino Dj Uter. Ultimamente, buscando captar el espÃritu del sound system, también aparecen algunos MC’s invitados que aportan sus lÃricas.
Además de haber viajado a Inglaterra para conocer la escena drum & bass original, Bad Boy Orange conoce muy bien las raÃces del género que cultiva: “Ver a Mad Profesor sirvió para entender que todo viene del Sound System jamaiquino: las remezclas, el concepto de rewind (rebobinar un disco y volver a ponerlo), pasar música grabada por músicos, los MC’s, la ecualización del sonido en vivo. Ahà está todo el lenguaje de la música electrónica actual. Y el drum & bass viene de ahÃ, del Dub. Y del Hip Hopâ€. Disparando sus enjambres de ritmos y polirritmos, con su sentido delas texturas y su concepto “flashero†de lo progresivo (heredado del Hip Hop y potenciado por las avalanchas sonoras que disparan Bad Boy y sus secuaces), hay algo que termina desapareciendo: explota el fascismo del bombo en negra constante, tan común en las pistas, y sólo queda una alternativa posible: aprender a bailar, de a poco, lentamente, hasta que uno pueda “subirse†a la velocidad.
+160 Drum & Bass Suite, los martes de 22 a 4 am en Eldorado,
Hipólito Yrigoyen 947.
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