Domingo, 17 de octubre de 2004
Cine
Reloj, no marques las horas
Hace nueve años, en Antes del amanecer, Richard Linklater los hizo caminar toda una noche juntos por Viena y los separó para siempre. Ahora, en Antes del atardecer, los hace reencontrarse en ParÃs, otra vez con mucho amor y poco tiempo.
Por Mariano Kairuz

Un hombre y una mujer 10 años después: Julie Delpy y Ethan Hawke ayer y hoy.
Nueve años después de haberse despedido, Jesse (Ethan Hawke) y Céline (Julie Delpy) se reencuentran en ParÃs. A los pocos minutos, sentados en un café, se dispensan mutuos, discretos elogios. Se dicen que fÃsicamente no han cambiado nada. Lo que no es muy cierto que digamos. No hace falta haber vuelto a ver Antes del amanecer ni recordarla en detalle para comprobarlo, porque Antes del atardecer ofrece un breve y temprano flashback: unas pocas imágenes de ellos dos en Viena. Pero ella, ahora, le señala a él que sÃ, que tiene una arruga visible, vertical, en el entrecejo. Algo que es más bien como una cicatriz, dice ganando confianza, incluso con cierta crueldad.
Asà es: los rostros de ambos cambiaron, pero el de él, que está más flaco que antes, como chupado, mucho más. Implacable, el paso de los años es capaz hasta de barrer con el tiempo cinematográfico y toda su carga de artificio. El fluir de la vida suele reducir a vestigios o parodias a los héroes de acción de Hollywood, pero, para dos personajes como Jesse y Céline, el tiempo es la fuerza que los convierte en quienes son. Elemento central de Antes del amanecer y Antes del atardecer, el paso del tiempo es clave, se podrÃa decir, en todas las pelÃculas del Richard Linklater: algunas transcurren en no más de 24 horas, otras invocan un tiempo (es)fumado y hasta lo tematizan (la experimental Despertando a la vida), otras ponen en escena a slackers, esos personajes sin rumbo que, a la vista de los demás, no hacen más que dejar pasar el tiempo.
En Antes del amanecer, Jesse y Céline tenÃan el tiempo en contra: se conocÃan a bordo de un tren y decidÃan pasar juntos el dÃa en Viena, sabiendo que a la mañana siguien-
te ella tendrÃa que tomarse otro tren y se separarÃan para siempre. Pero tenÃan algo a favor: ese dÃa único y el recuerdo incorruptible que dejarÃa en sus vidas. Al principio de Antes del atardecer, Jesse está en ParÃs presentando una novela que evoca aquel dÃa perfecto. Su reencuentro con Céline va contra reloj: le queda poco más de una hora antes de tomar el vuelo de regreso a los Estados Unidos, donde lo esperan sus responsabilidades de padre y ex esposo. Haciendo vagabundear y hablar a sus personajes, Linklater consigue reflejar una conciencia verdadera del tiempo: ese tiempo real, suspendido, que es absolutamente inusual en el cine.
Antes del amanecer consolidó a nivel internacional el nombre de Linklater en la galaxia de cine indie, convirtiéndolo en referente generacional para cinéfilos, estudiantes de cine y nuevos realizadores. Interrogados por Radar, dos representantes del nuevo cine argentino cuentan cómo repercutió la visión de esa obra ejemplar en sus vidas y sus primeras pelÃculas.
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