Humberto Ak'abal nació en 1952 en Momostenango, un pueblito incrustado en el medio del verdor de la selva maya. Aunque tuvo que abandonar la escuela muy joven para trabajar, siempre mantuvo una relación casi visceral con la poesÃa. "Me viene en la sangre", dice, y explica: "Del lado de mi madre me viene la tradición oral. Mi madre y mi abuela, y su madre y su abuela, ya eran contadoras de historias. Del lado de mi padre, la música. El tocaba la marimba. Del resultado de esa unión ha nacido esto que soy, porque soy de los que cree que el poeta nace, no se hace".
Autor de libros como Guardián de la caÃda del agua (1993), Hojas del árbol pajarero (1995), Lluvia de luna en la cipresalada (1996) y Tejedor de palabras (1996), Ak'abal escribe en lengua maya k'iche y él mismo se encarga de traducirse al español. Con un lenguaje que excede en mucho cualquier barrera idiomática (hablando del uso que suele hacer de las onomatopeyas, alguien dijo de su poesÃa con sobrada justicia: "es la banda sonora del paraÃso"), Ak'abal forja una identidad literaria que se emparenta con aquéllos orÃgenes, con esas raÃces que se hunden en el tiempo tres mil años.
"De las culturas indÃgenas de América, la mÃa, la maya k'iché, es una particularmente rica en el arte de la palabra. Y es que, con perdón, pero en la lengua que yo hablo fue escrita la obra más importante de América: el Popol Vuh. Estoy orgulloso de eso. Por eso aún conservo mi apellido maya, Ak'abal, que es el nombre de uno de los dÃas del calendario ceremonial maya, que traducido al castellano quiere decir amanecer.
--¿De qué habla su poesÃa Ak'abal?
--Mi poesÃa sigue apelando a mis propias raÃces. Hablo de la tierra, de los fenómenos naturales, relámpagos, truenos, tempestades. Hablo mucho de los animales. Uno de mis libros que más reediciones ha tenido se llama El animalero. Nosotros siempre hemos tenido mucha relación con los animales, no en el sentido pastoril, sino porque entendemos su lenguaje. Heredé de mis ancestros esa enseñanza, de comprender las voces de los animales, el canto de los pájaros. Mi poesÃa habla de eso, de la naturaleza, pero no desde un punto de vista "ecológico". Claro que sà espero transmitir eso, la necesidad de defender nuestro patrimonio natural, pero no como una denuncia. De eso habla mi poesÃa. Y claro, de los temas universales de la poesÃa: el amor, la vida y la muerte.
--Usted escribe en k'iché y luego traduce al castellano. ¿Cómo influye el bilingüismo en el proceso creativo?
--Yo creo en dos cosas: el sentimiento y el pensamiento. Yo me puedo poner a pensar en las tres o cuatro lenguas que he aprendido a hablar, pero sólo puedo sentir en maya k'iché. Uno sólo puede sentir en la lengua que mama, los sentimientos sólo pueden expresarse a través de ella. Para todo lo demás hay que usar el intelecto. Como usted dice yo soy mi propio traductor, de modo que muchas veces me tengo que interpretar y buscar formas para pasar esas sensaciones al castellano. Por eso cuando otros hablantes de maya k'iché traducen mis poemas, hacen una interpretación diferente. Y es que el hecho de que hablemos la misma lengua, no quiere decir que veamos el mundo del mismo modo.
--A propósito de esto; su poesÃa ha sido traducida a más de una docena de idiomas, ¿qué ocurre allÃ, cuando la traducción va más allá del castellano?
--Ocurren cosas curiosas. Por ejemplo, en las traducciones al hebreo o al árabe, siendo como son lenguas tan distantes, geográficamente hablando, sin embargo allà aparece una notable empatÃa. Lo mismo ocurre con el japonés. Me arriesgarÃa a decir que en japonés mi poesÃa no pierde casi nada de su escencia k'iché. Alguien podrÃa decir que ambas son culturas milenarias y que allÃ, en el inicio de los tiempos, las lenguas se emparentan. En contrario, cuando se traduce al sueco o al alemán, nos encontramos con barreras infranqueables, porque hay sentimientos que son imposibles de trasladar. Mi traductor alemán, por ejemplo, ha tenido que venir a mi casa para conocer algunas cosas.
--Usted ha recibido gran cantidad de premios fuera de su paÃs, como el Premio Internacional de PoesÃa Blaise Cendrars en Suiza (fue el primer poeta latinoamericano en obtenerlo) o la primera edición del Premio Continental "Canto de América", en México. Sin embargo, cuando en su paÃs le otorgaron el prestigioso "Miguel Asturias", usted se negó a recibirlo...
--Y créame, eso me ha traÃdo tremendos dolores de cabeza. Miguel Angel Asturias es el único Nobel de Guatemala y, digámoslo, este premio que lleva su nombre es muy codiciado entre los escritores de mi paÃs, de modo que cuando me lo dan y cometo el atrevimiento de rechazarlo, por supuesto que fui terriblemente criticado. Y es que hay un Asturias polÃtico y otro escritor. Yo respeto al escritor, pero no al polÃtico. El problema es el siguiente: cuando Asturias se graduó de abogado, se recibió con una tesis que llevaba por tÃtulo El problema social del indio. Esa tesis es terriblemente racista. Los que lo defienden dicen que era muy joven. Yo creo que con 25 años uno ya puede hacerse responsable de lo que dice. Pero supongamos que es asÃ. Mi problema es que 50 años después, cuando recibe el Nobel, él reeditó aquél trabajo, sin ninguna modificación, sin ninguna disculpa. Por eso yo nunca habrÃa podido recibir este premio y a pesar de los problemas que me ha traÃdo estoy muy orgulloso de lo que hice, que no es otra cosa que defender lo que soy.
(Humberto Ak'abal se presentará en el marco del Festival Internacional de PoesÃa, hoy a las 19, en Icaro, 1º de Mayo 1117, para disertar --junto con la poeta de la Nación Cherokee, Allison Hedge Coke-- sobre el tema: "El bilingüismo en el proceso de creación literaria". A su vez, el sábado a las 19, en el Centro Cultural Bernardino Rivadavia, San MartÃn 1080, Ak'abal leerá algunos de sus poemas).
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