Viernes, 20 de enero de 2006

"Para mí hacer todo un show acústico es novedoso", dice Miguel Vilanova, y en sus palabras no se traduce el mero afán mercantilista por sumar público en su nueva visita a la ciudad. De hecho no son demasiadas las ocasiones en las que el músico adopta el formato acústico para, en soledad, recorrer obras propias y prestarse al juego de las reversiones sobre creaciones ajenas. En resumen, será eso lo que esta noche Botafogo presente en el Café Berlín, en el marco de un ciclo de acústicos que continuará la semana próxima con la actuación de Degrade, prolongándose cada viernes desde las 22 en el local de Pasaje Zabala 1128 .

Inaugurando el envío, Vilanova se prestará entonces a un juego poco habitual dentro de su actividad artística, y así lo destacó a Rosario/12: "Tocar solo con la guitarra acústica es una cosa que por ahí hago más en privado en mi casa. Yo acostumbro a empezar mis shows con uno, dos, o a lo sumo tres temas acústicos como mucho, pero hacer todo un show acústico para mí es algo novedoso, que es también todo un desafío. Lo hice alguna vez y lo grabé, y lo escucho y me gusta, porque siento como que está bueno, pero la verdad que esto me va a servir como medida, como para saber qué pasa. Es una cosa que por ahí no es muy común para la gente, y para mí tampoco".

Ante ese marco, el cantante y guitarrista se permitirá abordar un repertorio diverso. "Básicamente son algunos temas de blues tradicional, algunas adaptaciones de Pappo que me gustan hacer siempre, alguna que otra cosa mía también. Es un popurrí de blues tradicional, de blues de Pappo adaptados al acústico que solíamos hacer. Alguna vez hemos hecho algunos shows acústicos con Pappo y a él le gustaban las versiones que yo hacía, o él hacía versiones que yo después deformé un poco y las transformé a mi forma de tocar", detalló el músico, quien será una de las figuras del homenaje que se le realizará al Carpo en la próxima edición del Cosquín Rock, y que definió como un encuentro "muy lindo, muy emotivo".

Lejos del carácter eléctrico que seguramente impregnará a ese show--homenaje, Botafogo recalará en Rosario con una propuesta que, hasta hace algún tiempo, se brindaba como una alternativa de reducción de costos, pero que hoy empieza a valorarse como una determinación artística tan interesante como válida. "Hace un par de meses estuvo en Argentina John Hammond con un ND/Ateneo repleto, donde no cabía un alfiler, y tocó dos horas y media solo, haciendo un paseo por todo el blues tradicional, y la gente aplaudía como si fuera Led Zeppelin. Aparte sonaba que parecía Led Zeppelin... era una cosa infernal", ejemplifica, en coincidencia, Botafogo.

- Lo que también da la pauta de que el público va acostumbrando el oído.

- Sí, es increíble. Aparte la gente agradece mucho no ser tampoco agredida por los grandes volúmenes.

- Y permite además encontrar en las canciones raíces que en el formato eléctrico pueden estar tapadas...

- Sí, absolutamente, y además también te permite jugar. A mí me gusta mucho hacer las canciones de Pappo porque están concebidas para un grupo eléctrico de cuatro, cinco, seis o más personas, y ver cómo están vivas, cómo permiten que se juegue con ellas es una cosa muy linda.

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