Entre lo tanto que Cornelia frente al espejo (pelÃcula basada en el cuento homónimo de Silvina Ocampo) puede suscitar, mejor dejar lugar primero a la anécdota -parece que apenas una entre muchas- que el propio realizador, Daniel Rosenfeld, relata a Rosario/12: "Sucedieron cosas muy curiosas en la casa donde se filmó. Es una historia fascinante. La pelÃcula está ambientada en los años '40, elegimos hacer una adaptación de época para que ese mundo tuviera la magia surreal del cuento. Encontramos una casa muy del estilo de la de Victoria Ocampo, de estilo inglés, de varios pisos, enorme, pero muy venida a menos, descuidada, en el medio del campo, de la nada, casi fantasmal. En esa casa vive sola una mujer de 84 años, que resultó ser la heredera directa de Felicitas Guerrero. Justo antes de filmar, nos enteramos de que quien mató a Felicitas Guerrero habÃa sido el tÃo abuelo de Silvina Ocampo".
- Algo de guÃa espiritual debe haber habido.
- Por ejemplo, en un momento fuera de la filmación, Rafael Spregelburd se puso a mirar la biblioteca espectacular que tiene esta mujer, y encuentra un libro de Silvina Ocampo. Apenas lo saca se corta la luz. Todos reÃmos nerviosamente...
Cornelia frente al espejo cuenta entre sus integrantes, además de Spregelburd, a Leonardo Sbaraglia, Eugenia Alonso y Emilia Capizzano (encargada de llevar adelante el personaje principal, además de cumplir tarea de co-guionista junto a Rosenfeld). Sobre Cornelia, "mujer que se mete dentro de esta casona para tomar un veneno pero no lo puede hacer porque aparecen otros personajes extraños que se lo impiden", el director dice que "es una mujer que está pidiendo que la maten pero a la vez que la salven". "Frente a esas contradicciones aparecen temas más existenciales, como la pregunta que podrÃa hacerse Hamlet, algo que aparece tan banal, pero que puesto en palabras de escritores tan buenos como Ocampo o Shakespeare puede llegar a conmover. Alguien que se pregunta sobre la vida, la muerte, el amor, de una manera tan especial. En este sentido, quizás pensé que iba a ser una pelÃcula dedicada a los amantes de la literatura, del arte, a personas con sensibilidad especial, pero la verdad es que hay gente que no tiene ninguna conexión con Silvina Ocampo ni con la literatura y que sà se conecta con la pelÃcula. Supongo que Ocampo, asà como la pelÃcula y los actores, que son fantásticos, tocan temas con los cuales muchas personas se pueden identificar".
- Pienso en lo que significa para una pelÃcula como la tuya tratar de apresar lo inasible, me refiero al espÃritu literario de Silvina Ocampo.
- La pelÃcula tuvo algo de aventura, porque el filmar podrÃa haber significado deshacer aquello que tanto nos habÃa fascinado. Fue una experiencia realmente deliciosa, porque el primer encantamiento lo tuvimos con el material, que es tan singular, ya que se trata de un cuento que está construido en forma de diálogos, sin ningún otro tipo de explicación o de narración más tradicional. Entonces, lo primero que uno se pregunta es cómo hacer una adaptación de este material. Todos sabemos que el cine tiene y requiere de ciertas reglas, entre las cuales están las reglas de un guión, por ejemplo en cuanto a recortar o suprimir diálogos para transformarlos en imágenes, o en perseguir la acción y los eventos. Pero Silvina Ocampo, desde su forma de escribir, trabaja con otros elementos: las digresiones, la música de las palabras. Nosotros querÃamos mantener vivo ese elemento, desde ahà vino el primer impulso para hacer esta pelÃcula, a partir del enamoramiento del tema.
- Se respetaron, de hecho, fielmente los diálogos originales.
- Exactamente. Porque acá habÃa una musicalidad propia de las palabras que querÃamos mantener. Hay una cantidad de diálogos que si los hubiésemos llevado a algo más coloquial hubiesen sido más fáciles. Los actores en cine muchas veces prefieren improvisar porque la cámara rueda en ese momento y para siempre, para poder atravesar una escena con las palabras más próximas al actor. Tuvimos, por eso, un trabajo importante de ensayo. Ante un material asÃ, los actores debÃan lanzarse hacia un lugar que quizá no conocÃan.
- Pero habrán dejado llevarse algunas veces por la intuición.
- SÃ, porque para que la pelÃcula pudiera hacerse tenÃa que ser construida conceptualmente desde un lugar artesanal y desde la aventura. Para mà la manera de investigar es ir haciendo, desde luego que el cine es complicado, hay mucha gente y cuesta mucho dinero, pero la idea era ir metiendo las manos para encontrar una forma; hay algo que dice (Robert) Bresson que es muy justo: "primero encuentro y después busco", y no el proceso inverso.
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