Investigadora especializada en performance y vanguardia, crÃtica literaria, profesora de Letras por la UNR, Irina Garbatzky (Rosario, 1980) es seguramente la poeta más genial y elusiva de su generación. Formó parte del colectivo Eveling, donde se elaboraron propuestas escénicas para lo poético de las que hoy queda el rastro de una tenue leyenda. Ha publicado, en poesÃa, Movimientos Imposibles (2004) y El management envilece al mundo (2010) además de opúsculos hoy inhallables. Imperdonablemente, borró su blog La chica irónica, cuyos textos navegaron la década pasada entre lo autobiográfico y la prosa poética con una gracia embriagante. Su obra está diseminada en antologÃas, revistas y en su nuevo blog (www.unaseca.wordpress.com). Fragmentos de Medio metro cuadrado de coexistencia, su excelente crónica de viajes a Oriente Medio, se publicaron en la sección Contratapa de Rosario/12.
En lo académico, entre otros trabajos, su tesis de Doctorado es "PoesÃa y performance: Teatralidad, vocalidad y vanguardia en el RÃo de la Plata". Es auxiliar de Literatura Iberoamericana II de la Facultad de Humanidades y Artes de la UNR. Su proyecto posdoctoral se centra en la problemática de los archivos de performances. Su trabajo "Un cuerpo poético para Marosa Di Giorgio" (Orbis Tertius, 2008, XIII, 14) puede leerse en Internet.
Garbatzky se escurrirá este sábado 1º de diciembre, a las 18, junto al escritor Cristian Molina y al editor y poeta Gervasio Monchietti, hasta el Club Editorial RÃo Paraná, en Barrio RefinerÃa (Vélez Sarsfield esquina Rawson). Allà presentarán en edición artesanal limitada, en lo que será el noveno de la colección de poesÃa del sello TropofonÃa, un libro que esconde el mejor poema que hayamos leÃdo en los últimos años. El poema se titula "Huesitos" y el libro, Huesitos.
El libro consta de tres partes: 1. quedarse sola; 2. hay que tener cuidado con las cosas; 3. misterios naturales. La narrativa que construyen los poemas, a través de lo que parecen instantáneas de la fragilidad humana, es la del después del fin de un amor. "Quedarse sola" es un álbum familiar de memoria de vivencias de la infancia en una familia de músicos que no hablaban, ya fuese porque no sabÃan hablar o porque no sabÃan si tenÃan o no algo que decir, o al menos ese es el relato que se deduce de los textos. Tanto los de esta sección como los de las siguientes son en general poemas breves, concisos, donde la rapidez del trazo de la escritura parece querer capturar algo de sentido en el caos de cosas diseminadas a la vista, como restos de una escena dilapidada en la que no puede encontrarse ni reconocerse más el propio lugar. Son muy buenos poemas que logran la proeza de una sÃntesis entre objetivismo y lÃrica. Con eso bastarÃa.
Pero en la mitad del libro irrumpe uno de esos poemas que raramente se encuentran: tres páginas cuya música es tan poderosa que no importarÃa si se estuviera derrumbando el mundo, o si se hubiera derrumbado ya, tan tremendo es ese canto que surge (el tÃtulo lo dice) del propio cuerpo. La de Garbatzky en "Huesitos" es una voz que anuda todo, que desde su propia fragilidad todo lo restituye, en un lenguaje coloquial Ãntimo donde hacen arabesco las mil vacilaciones de un yo incierto.
AllÃ, Garbatzky dice: "sentada en la fila del médico/ me toco los huesitos/ reconozco a mamá en alguno de ellos/ en la pelvis, como un triángulo, tirada/ suelta en el tapizado/ en las muñecas pequeñitas/ en la cara/ no me faltan carnes/ pero aparece mamá/ en los huesos de mi cara/ en la fila del médico me vi de afuera/ y me veo de afuera cada vez/ que veo una foto mÃa/ sobras/ en mis huesos soy mamá,/ y yo soy lo que sobra./ un chico me dice "qué linda"/ lo dice por una foto que me sacó otro chico/ en la que estoy con los ojos bajos/ mirando algo/ la forma de mis ojos es de un largo,/ más de una vez me hablaron en oriental/ pero la forma de mis ojos es de Rusia/ de una abuela de mi abuelo/ el padre de mamá/ yo no tengo error pero tampoco tengo forma/ tal vez bautice cada parte de tu cuerpo,/ y establezca filiaciones/ por ahora en cada cuerpo veo una sombra/ como una apariencia deformada/ unas ubres que se estiran/ o unas rodillas que dan flores/ si mi cuerpo fuera madera lo usarÃas como carreta para el patio/ colocarÃas en el centro una ruda macho/ que difumine tu olor./ me veo flaquita,/ no soy yo, es mamá/ la veo cómo se me sienta en las caderas/ cómo ensancha mis costillas cuando tomo aire o cuando voy a nadar/ en el color del pelo, en la nariz/ no soy flaquita/ siento muy fuerte que mi cuerpo está a punto de ser usado/ como si desear fuera que alguien me pellizque a gran escala/ un muslo y otro muslo o mis tetas/ y se quede con todas mis partes".
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