La hidra de muchas cabezas

Luego de que el martes quedara inaugurada la muestra de uno de los artistas más influyentes en la construcción de imagen del rock argentino, Ricardo "Rocambole" Cohen, esta tarde en el Espacio Cultural Universitario (San Martín 750) se realizará un nuevo encuentro destinado a lograr una aproximación a esos sonidos durante los 80. La disertación, que dará comienzo a las 19 con entrada libre y gratuita, permitirá un diálogo con Alfredo Rosso, testigo directo del crecimiento y evolución del género en Argentina.

En diálogo con Rosario/12, Rosso anticipó las características de su propuesta, la segunda dentro de una programación que el viernes próximo sumará imágenes de la reconocida fotógrafa Andy Cherniavsky. "La idea es pasar música y hablar de la fenomenología de los 80, que ocurre en un marco donde vuelve la democracia, aunque amenazada por los carapintadas, o donde hay cosas que nos dan vergüenza como las leyes de obediencia debida y punto final, hay procesos inflacionarios, una situación social urticante. Se trata de una democracia todavía frágil, que se fue consolidando con el esfuerzo de todos. El rock de los 80 ocurre en ese marco", adelantó Rosso.

Después de ingresar al staff de la revista Expreso imaginario en 1975, a los 21 años, Rosso formó parte de proyectos periodísticos como Cerdos y peces, Los inrockuptibles, La Mano o el programa radial La casa del rock naciente por Rock&Pop. Además, sus conocimientos alimentaron a las páginas de los suplementos No y Radar. Testigo directo del movimiento rockero argentino, Rosso tiene una postura clara respecto a la época sobre la que concentrará su disertación en el ECU: "Tengo la convicción, compartida con mucha gente, que fue una década muy importante para el rock nacional. Fue una década de cambios, donde se renovó la música, las letras, la perspectiva que tenía toda una nueva generación sobre esta historia del rock argentino. Los 60 fue la generación fundacional, de La Cueva, también la generación de Los Gatos, la generación rosarina. En los 70 fue el rock progresivo, la resistencia artística con la dictadura, y en los 80 hay como todo un nuevo abanico de propuestas. Los 80 se caracterizó como una década de los físico, del cuerpo, del yo, a diferencia de las anteriores donde se pensaba más en término de lo colectivo, en utopías de cambio que involucraban al nosotros. En los 80 cambia todo éso y se introduce el resurgimiento del baile y un intento de recuperar un poco la sonrisa después de tantos años de plomo, de censura, amargura y muerte".

- Virus aparece allí como emblema.

- De alguna manera Virus es el disparador, y por éso va a estar primero en mis menciones en la charla. De alguna forma es el que pone a rodar la pelota de los 80 en nuestro país. Después hay muchas manifestaciones, la llegada de Luca Prodan y Sumo, el surgimiento de la Trova Rosarina, importantísima, con Baglietto, Fito, Silvina y todos sus grandes autores. Por otro lado tenés el surgimiento de las mujeres en el rock de una manera mucho más afirmativa, Celeste Carballo, Gabriela Epumer, Hilda Lizarazu, Fabiana Cantilo. También los primeros grupos muy populares de hard rock: el Riff de Pappo y el V8 de Ricardo Iorio. Por otro lado el rock humorístico con contenidos sociales o poéticos, como Los Twist o Los Abuelos de la Nada. Y también artistas de las primeras épocas que siguen haciendo cosas muy creativas y mostrando un espejo de la sociedad, como el caso de Charly con toda su obra solista, el Flaco con Spinetta Jade, y el retorno a nuestro país de otro gran rosarino, como Litto Nebbia. Todo ese pantallazo nos conduce después a dos de los grupos capitales de la época: Soda Stereo y los Redonditos de Ricota. Mi idea es concentrarme más que nada en lo que para mí es el núcleo de los 80, que es el 81 cuando aparece Virus y el 86, cuando los Redondos graban Oktubre (NdR: Cuyo arte gráfico fue obra, precisamente, de Rocambole).

Para Rosso, en la segunda mitad de esa década "el rock se vuelve más autorreferencial", pero incluye el surgimiento de bandas que conectaron con lo que vendría: Fricción de Richard Coleman, Don Cornelio y la Zona de Palo Pandolfo y Attaque 77, "que con su primer disco logra una conexión con el punk visceral". Un punk que había llegado al país de mano de Los Violadores, que también tendrán su espacio en la charla. "De ellos voy a hablar porque para mí fueron muy importantes en un momento todavía de mucha censura --distinguió el periodista--. Ellos lanzan ese primer disco que tenía el tema 'Represión', que además pone el dedo en la llaga de una realidad que costaba asumir, que el golpe no fue solamente militar, sino también cívico".

- Hay cierta idea instalada sobre los 80 que los asocia a una cuestión plástica y banal, algo que quizás se daba a nivel internacional y no tenía tanto correlato en Argentina.

- Lo que es interesante de ver es que el rock argentino en los 80 es como una hidra de muchas cabezas. No hay un mensaje unívoco, exclusivo, y éso es lo más interesante. Hay sí un par de tendencias que hacen punta y que son un poco definitorias, como por ejemplo jerarquizar el baile, el movimiento del cuerpo. El rock argentino adopta esa cosa más física de los 80, pero al mismo tiempo tiene un montón de contenidos que son significativos, que aportan a la cultura. Para mí un ejemplo clásico de los 80 es el primer disco de Soda Stereo, un disco que ya desde el título de sus temas es una especie de espejo de los 80. Pensá en títulos como "Afrodisíacos", "Dietético", "Sobredosis de tevé", "Por qué no puedo ser del jet set", "Mi novia tiene bíceps". Toda esta cosa hedonista tiene que ver con los 80, y Soda lo describe, no hace una apología ni lo condena. Para mí ese disco de Soda tiene la importancia de reflejar su tiempo.

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