Con banda, en función solista multiorquesta, junto a Kiko Veneno (con quien editó en 2012 El pimiento indomable) o bien al frente del grupo de música y teatro para niños que su padre fundara bajo el nombre Cantacuentos (propuesta aún inédita en Argentina), MartÃn Buscaglia encarna con convicción aquella máxima del "artista en constante movimiento". Esa inquietante versatilidad ha sumado ahora un nuevo capÃtulo con la edición de Somos libres, disco que grabó en vivo durante dos noches en el Café Vinilo porteño, al que Buscaglia llegó acompañado únicamente por su guitarra. El registro reluce entonces como un conjunto de reversiones sobre obras que atraviesan la rica trayectoria del compositor e intérprete, que juega con ellas en un formato de libertad que esta noche, a las 22, tendrá su réplica en Plataforma Lavardén (Sarmiento y Mendoza).
En diálogo con Rosario/12, Buscaglia sintetizó el surgimiento de un proyecto que también se detalla en el booklet del disco, donde el músico desenfunda además miradas personales, Ãntimas, de cada obra. "La guitarra no es un instrumento nuevo para mÃ, pero me parece que uno no tiene que hacer todo el tiempo todo lo que puede, sino lo que debe. Hay otros formatos en los que venÃa tocando, como la banda o el hombre orquesta, en los que sentÃa que no era tan necesario que aportara tocando mucho la guitarra, tenÃa otros roles que eran más vitales que ocupara. En la banda como cantante, bailando, dirigiéndola; en el hombre orquesta tomando ese ensamble de instrumentos con pequeños loops, pequeños fragmentos de cosas. Pero una guitarra nueva, con la que grabé el disco, llegó en el momento justo y decidà hacer un concierto despojado. En el disco la guitarra ni siquiera está enchufada, tiene un micrófono puesta adelante, y es lo más cercano a como toco en mi casa".
- Al origen mismo de las canciones...
- SÃ, al origen de las canciones y del estudio del instrumento, de la canción. Tocando tus canciones pero sobre todo canciones de otros. Vino el deseo de hacer éso en vivo y después vino el disco, cuando nos dimos cuenta que en la grabación de los shows se habÃa capturado ese relax, esa cosa distraÃda de tocar la viola, que es lo que más me gusta. Son pocos los discos en vivo que me emocionan, y casi todos tienen esa caracterÃstica de haber sido grabados casi como si los grabara alguien con un cassette, como cuando ibas a los conciertos y los grababas para escucharlos en tu casa.
- Imagino que la libertad, explÃcita desde el tÃtulo, se traslada también a los shows. En esencia, es posible preveer que en Rosario no se estará presentando un disco como tal, sino más bien un formato que permite la espontaneidad.
- Exactamente, pero al mismo tiempo eso no significa que sea una improvisación. Al revés, la guitarra es un instrumento con el que tengo una relación tan larga que, para cualquier lado que vaya, va a tener cierto peso. Voy a tocar canciones que están en el disco y otras que no están grabadas, e igual lo que se va a generar (espero) es el mismo clima que tiene el disco.
- Con Rosario tenés un vÃnculo frecuente, y has actuado con distintas propuestas. Pensaba entonces en esta idea a la que se recurre del "artista en constante movimiento", una condición que deberÃa ser indispensable para cualquier hecho artÃstico, y que en tu caso es muy palpable.
- SÃ, estoy de acuerdo con lo que decÃs respecto a que deberÃa ser una condición sine qua non. Los artistas que me interesan lo son, y no necesariamente cambiando de formato, de instrumento. Hay artistas muy mágicos que se dedican sólo a pulir o profundizar un registro, en un género, en un instrumento. Pienso en Tom Waits que tiene dos épocas bien marcadas, una más de baladista crooner y otra más experimental blusera, y no necesita hacer un disco de música electrónica. Joao Gilberto es el ejemplo máximo: es un artista increÃble que sólo toca bossa nova, que al mismo tiempo graba siempre "Garota de Ipanema", pero en eso está puesto todo un viaje, una búsqueda cada vez más milimétrica y profunda. En mi caso siempre tuve el interés de recorrer los territorios tan vastos que tiene la música. Las inquietudes te van llevando para un lugar y para otro. Me gusta mucho estudiar, desde lo más protocolar pero también desde lo vivencial. Me refiero a estudiar un instrumento pero al mismo tiempo escuchar un disco y estudiarlo, meterme en un género tratando de entender por qué me gusta, o no, cómo funciona. Ahà siempre vas aprendiendo e incorporando herramientas, que después pasan a través tuyo, de tu embudo.
© 2000-2022 www.pagina12.com.ar|República Argentina|Todos los Derechos Reservados
Sitio desarrollado con software libre GNU/Linux.