Acto frecuente en tiempos de escuchas inmediatas, recorrer Youtube en búsqueda del Oscar Giunta SupertrÃo permite constatar rápidamente la validez de las expectativas puestas en el proyecto que el baterista conforma junto a Hernán Jacinto en piano y Arturo Puertas en contrabajo. Porque más allá de los firmes antecedentes de esos tres nombres fuertes del jazz argentino de la última década y media, repasar algunos registros en vivo de sus actuaciones permite chequear además que el trÃo es mucho más que la reunión de tres solistas talentosos: el grupo luce con un sonido compacto, conjunto. Situación, aunque previsible, no siempre frecuente en ese terreno (jazzero) tan fértil para el brillo individual. Miembro fundador del influyente Quinteto Urbano, reconocido por pares y crÃtica como el baterista más importante del jazz argentino, Giunta dialogó con Rosario/12 con motivo de la llegada a Rosario del SupertrÃo, ése que partió de un sueño y que, hecho realidad, actuará esta noche a las 22 en el Teatro de Plataforma Lavardén (Sarmiento y Mendoza).
"He compartido muchos años de música con Hernán y Arturo, en proyectos distintos, pero nunca habÃa tenido la oportunidad de juntarlos a ellos, nunca habÃa compartido un proyecto conjunto. Hasta que se dio una cosa medio mágica: una noche literalmente soñé que estaba tocando con mi trÃo en alguna parte, y la formación era con Arturo y Hernán. Confiando en ese pálpito se me ocurrió proponerles tocar música que tenÃa pensada para este formato. Y te dirÃa que funcionó mejor que en el sueño", narró Giunta, que pronto plasmó otro de sus objetivos: el de lograr una "dinámica de funcionamiento".
"Algo que tenÃa planeado era tocar con continuidad y que eso generara una especie de aceitamiento para el grupo, que pudiéramos conocernos mucho más, que se entablara una comunicación musical más fluida --precisó--. Eso siempre redunda en que la música cobre vuelo para distintos lugares. Porque el trÃo no se inscribe únicamente en el jazz, y encuentro que tiene una personalidad única dentro de todos esos colores que tiene la música".
- Producto de este entendimiento hay algo que se percibe y tiene que ver con el brillo que el conjunto tiene como tal, cuando va más allá de una estructura jazzera que favorece el lucimiento individual.
- Para mà es un gran elogio eso que me estás diciendo, porque es parte de mi idea inicial respecto al trÃo. Realmente querÃa lograr un sonido colectivo, que el trÃo tuviera una personalidad en sà misma más allá de las individualidades. Si se quiere he pretendido que el trÃo tenga mi impronta más desde lo intelectual, de lo conceptual, que desde el hecho de plantear un show de un baterista. Hay muchos aspectos mÃos implÃcitos en la propuesta, no sólo en el hecho de tocar la baterÃa, sino también la cosa de la dirección de la música y la faceta de compositor, que por ahà no es tan conocida dentro de lo que he hecho. Pero de ninguna manera pretendo que sea el grupo de un baterista desde ese punto de vista casi circense, de plantear solos de baterÃa eternos, o dos solos de baterÃa por tema. Sà es un grupo solista desde el enfoque que pretendo darle a la música en general, y en ese enfoque está implÃcito este asunto de que todos tengamos un lugar y que el sonido colectivo sea algo mucho más importante que las individualidades. Creo que es la mejor manera para que la música cobre vuelo.
En su rol como compositor (tarea que, según explicó, desarrolla desde el piano), Giunta fue volcándose hacia la canción, esquivando asà cualquier condicionamiento vinculado con las diferentes formaciones. "Empecé a encontrar el valor de las canciones en sà mismas y no tanto en una excusa como para improvisar --remarcó--. Estoy muy feliz, porque es como un segundo renacer musical. Y lo tomo con cierta frescura, inocencia, y cierto espÃritu adolescente también, lo cual siempre viene bien cuando uno viene haciendo música desde hace un montón de años".
- Al repasar tu trayectoria uno puede encontrarse con muchos momentos destacados. Si personalmente tuviera que imaginar dos de esos momentos serÃan, por un lado, el Quinteto Urbano, un proyecto emblemático y probablemente de lo más destacado del jazz argentino de los últimos quince años. El otro, tu actuación como parte del cuarteto de Wayne Shorter, en 2011, cuando su baterista no pudo actuar en Argentina. Sobre todo considerando allà la rapidez con que se dio esa situación.
- SÃ, estás comentando dos situaciones que son bastante señeras para mÃ, en lo personal, emotivo y musical. Son situaciones antagónicas desde este lugar también: el Quinteto fue un grupo que codirigimos con Juan Cruz Urquiza con una idea bastante clara, la de tocar con continuidad, aún a contrapelo de un circuito que todavÃa no estaba formado. Recuerdo que con el correr de ese primer año de conciertos, que fue el 99, al cabo de 8 meses el grupo habÃa encontrado un sonido importante, y casi inmediatamente grabamos el primer disco, que incluye un montón de música que aún mucha gente sigue recordando, incluso chicos más jóvenes, pibes de veintipico de años que han revalorizado esa música y la toman como bastante señera de esa movida de jazz argentino. Es un grupo que adoro, por muchos factores. Uno, por lo que vos estás mencionando, pero también lo recuerdo como un grupo de verdaderos grandes amigos. Y me alegro que puertas afuera sea visto como un grupo que marcó quizás un momento, o una bisagra dentro de este tipo de música en Argentina. Sobre lo de Wayne Shorter, tener la oportunidad de tocar con alguien que a esta altura no solamente es uno de los más grandes músicos del mundo sino también una leyenda viva de la historia de la música del Siglo XX, y de tocar con su grupo (que entiendo está entre los grupos número 1 del jazz mundial), es un grandÃsimo honor. Fue un hermoso desafÃo, pero tampoco encontré en ellos una actitud de hacérmelo sentir de tal modo. Encontré gente muy noble, educada, muy buena, gente que sencillamente me abrió las puertas para que tocara a mis anchas y pudiera proponer mi música dentro de la música de ellos. Encuentro en eso una actitud de respeto total, una actitud de franca amistad, de mucha generosidad. Fue una situación por demás emotiva, y gracias a Dios sigo en contacto con ellos, sobre todo con John Patittucci y Danilo Pérez, con quienes siempre hay una cosa abierta para volver a tocar. Me parece que éso es lo más valioso de la música: generar buenos momentos, más allá de los libros de historia.
© 2000-2022 www.pagina12.com.ar|República Argentina|Todos los Derechos Reservados
Sitio desarrollado con software libre GNU/Linux.