"Soldados de la patria: En este punto hemos tenido la gloria de vestir la escarapela nacional que ha designado nuestro excelentÃsimo gobierno: en aquel, la BaterÃa de la Independencia; nuestras armas aumentarán las suyas; juremos vencer a nuestros enemigos, interiores y exteriores, y la América del Sud será el templo de la Independencia, de la unión y de la libertad. En fe de que asà lo jurais decid conmigo, ¡Viva la Patria!" (Proclama de Manuel Belgrano).
Uno: La señorita Irma, en cuarto grado, cuando no se prometÃa fidelidad a la bandera y nosotros Ãbamos a la escuela, dijo que habÃa que preparar el acto. Tomar parte. Esa era la cuestión. Mientras tenÃamos guardapolvos, "tomar parte" era uno de los giros más odiados por los que enarbolábamos como única bandera la timidez y, sobre todo, la carencia total de aptitudes para cantar, bailar (mucho menos) recitar o hacer algo que resulte interesante desde el escenario escolar. ¿No querés tomar parte?, te habÃan preguntado decenas de veces con la ironÃa necesaria para clasificarte dentro de los raros bichos del grado y problemáticos para que la docente se luciera con la directora y la vice terminado el acto solemne patrio. Un pelotazo en contra, sin dudas. La señorita Irma se paró frente al grado, espalda hacia el pizarrón negro y notificó: todos vamos a tomar parte para el 20 de junio. De haber existido la computadora te hubiera dicho que mi mente escaneó el grado, supo que Rogelio harÃa de Belgrano, Adriana de dama patria que cosÃa el lienzo, Horacio de relator del acto y Germán, seguro, bailarÃa en primera fila la danza tradicional ejecutada por el Winco donado por la cooperadora. Seguro. A vos y a mÃ, con suerte, nos tocarÃa de faroleros, quietos en los costados con una vara que supuestamente encenderÃa las luces de la colonia. Otra vez. Todo el tiempo quietos, como en exhibición zoológica.
Sin embargo, la maestra no usó la lista para asignar papeles. Mañana, dijo, organizaremos la visita al monumento para llegar primeros. Silencio. A las 9 llegarán dos colegios más que vendrán a encontrarse con nosotros para contar qué sienten en el dÃa de la bandera. A ver: sin Belgrano con barba y bigote de corcho quemado, sin cosedoras patrias, sin relato que ordenara a los soldados jurar y defender el lábaro nacional hasta que la muerte los encuentre, ¿todo iba a ser un paseo al Monumento para charlar con otros chicos? Anoten en el cuaderno de comunicaciones que sus padres tienen que autorizar la salida del colegio. Y asà lo escribimos en el librito forrado con papel araña. Azul. Quiero que sientan que la bandera, dijo más bajito, es encontrarse compartiendo las necesidades y afectos ajenos. No entendÃ.
Dos: La palabra Leucemia significa sangre blanca. Según me explica la médica (sÃ, con una paciencia oriental) es un grupo de enfermedades malignas de la médula ósea que provoca un aumento incontrolable de glóbulos blancos que, de no tratarse, provoca la muerte. Es muy frecuente en los niños menores de 10 años. AgustÃn tiene apenas 3 y es el hijo único de Lorena y Diego. Ella se rÃe cuando cuenta que estuvieron 17 años de novios pero se emociona cuando recuerda cuán buscado fue AgustÃn. Piensa que si hay que llegar al trasplante de médula (una instancia probable en esta enfermedad) la cosa se complicarÃa porque no hay hermano de AgustÃn. Pero puede que no haya que llegar al trasplante. Yo estoy seguro que no hará falta. Lo supe cuando la escuché a esa madre. Pero ese es otro tema.
Lorena es docente de nivel inicial. Diego, empleado de una fábrica que al pedir permiso para llevar a su hijo todas las semanas a la quimio, cobra apenas 125 pesos por quincena. No hay reclamo a sus patrones. Todo lo contrario. Pero hay necesidad de ayuda para brindarle a AgustÃn ambientes aireados, con paredes sanas, sin humedad y pisos sin porosidad, lo más higiénico y aséptico posible, libre de gérmenes, hongos y demás. Son, al menos, dos años de tratamiento.
Tres: No se sabe con certeza el destino de la bandera que Belgrano creó en Rosario. ¿Fue la misma que el 25 de mayo hizo bendecir a Gorriti en Jujuy?, se pregunta mi libro de historia. ¿Fue la misma que en 1812 acompañó al prócer en Tucumán, el rÃo Pasaje, Salta, Vilcapugio y Ayobuma? Sigo leyendo. Frente a la hipótesis de la confección de más de una bandera Belgrano no habÃa de llevarse la bandera consigo, como si fuera un efecto personal, ya que la insignia pertenecÃa a las fuerzas que quedaban en las baterÃas, se halla la versión que sólo admite una, sustentada en la creencia de que para campaña de tan limitado perÃodo, en la que, asimismo, actuó como único jefe, innecesaria se hacÃa la preparación de dos o más banderas. La bandera que actualmente se conserva en la Casa de Gobierno de Jujuy -confundida en un tiempo con la de Rosario-, fue la otra que Belgrano hizo ondear en la ciudad norteña el 25 de mayo de 1813, Compuesta de un solo paño, totalmente blanco, lleva pintada además, el escudo de la Soberana Asamblea. En cuanto a las supuestas banderas de Ayohuma, encontradas en 1883 y 1885, en la vieja capilla de Titiri, curato de Macha (PotosÃ, Bolivia) -lugar donde tuvo asiento el cuartel general del ejército patriota-, investigaciones últimas parecen confirmar como inexacta la hipótesis según la cual una de ellas sirvió para cubrir el cajón que conducÃa los restos del infortunado Lavalle, en la dolorosa travesÃa que en 1841, realizaron sus fieles amigos, desde Jujuy hasta Bolivia, para librarlo del furor despiadado de Oribe y los suyos. Estas banderas -una de las cuales se conserva en el Museo Histórico Nacional y la otra en la Sociedad Geográfica de Sucre-, habrÃan sido las mismas que fueron enarboladas en las baterÃas de Rosario 1. Estas banderas habrÃan seguido a los cuerpos que salieron de la ciudad hacia Jujuy, para reforzar el ejército de Belgrano. De estas dos banderas, la del Museo Histórico Nacional (tres bandas horizontales: azules las laterales, blanca la del centro) y la Sucre (tres bandas horizontales: blancas has dos laterales, azul la del centro), la última serÃa la bandera creada por Belgrano; la anterior, la remitida por el gobierno, según el oficio del 3 de marzo de 1812, para reemplazar a la enarbolada por su creador en la baterÃa de Rosario, el 27 de febrero de 1812. ¿Se entiende? ¿Cuál es? Linda pregunta.
Cuatro: La señorita Irma hizo las presentaciones. HabÃa mucho viento pero nadie se quejaba. Fuimos el dÃa anterior porque el 20 es el desfile. Desde siempre. Sentados en el piso, de frente a la llama votiva, la maestra nos dijo que esos otros chicos eran de Charata, Chaco y de San Francisco de LaishÃ, Formosa. Que era la primera vez que venÃan a Rosario para conocer el lugar en que el General Belgrano habÃa creado la bandera y que nos querÃan conocer. A nosotros. A vos y a mà que no sabemos ni cantar, ni bailar ni recitar poesÃa.
Nunca hablamos de la barranca, ni del color, ni del sol inca que a veces dibujamos en el cuaderno. Supimos de ir a caballo a la escuela, de tener once hermanos que hablaban la lengua de la abuela india, de comer, sólo en las fiestas, el loco norteño con maÃz tostado, de esteros, de sábanas de palma blanca o caranday. Vos me viste hablar y no lo podÃas creer. Y yo, supe que podrÃas bailarte un cielito sin que nadie te hubiese enseñado.
Irma supo que ahora entendÃamos el dÃa de la bandera. Compartir afectos y necesidades de los otros. La bandera.
Cinco: Hoy, este domingo 22, a partir de las 13, en el club Libertad de Felipe Moré 1150, diez bandas de música, cinco de rock, cinco de música tropical, compartirán música y comidas preparadas para el evento, juntando algo de dinero para que AgustÃn no esté solo en la pelea. Porque hay que ver cuánto pelea ese crÃo de 3 años. Pelea porque la va a ganar. Los vecinos garantizaron la ayuda. El concejal Miguel Pedrana hizo que se declarara de interés municipal. La gente que Lorena y Diego no conocen, aportan ideas. La llaman a su teléfono (156 915 121) y proponen otras formas de ayuda.
Divididos falsamente, hoy más que nunca, entre los del Monumento y la Plaza de Mayo, entre tibios y guerreros, entre los que dicen que sólo el campo tiene razón y los que sostienen dogmáticamente al poder polÃtico de turno, hay cientos, hay miles que creemos que los que más tienen deben saber que es solidaridad pagar más para tener un paÃs mejor de todos, incluidos los que no nada tienen. Somos muchos los que aprendimos con voces lúcidas como el diputado Claudio Lozano que la discusión es falsa y sesgada, atrincherada en las retenciones. A vos que me acusaste de retrógrado te invito a que visites socialistasconpino.blogspot.com para leer serenamente. No para ganar o perder. Para creer en pensar libremente. Dice Lozano que "la aplicación de retenciones en el marco de un Plan Nacional de Desarrollo Agropecuario que reoriente el destino del campo en función de profundizar la agregación de valor, generar empleo, repoblar el paÃs, aumentar el número de productores, facilitar el acceso a la tierra, reforestar lo devastado, sanear las áreas infectadas por agrotóxinas y transgénicos y devolverle las tierras robadas a los pueblos originarios, tiene sentido. Profundizar el uso de las retenciones sin Plan produce lo que hoy estamos viviendo. Conduce a que los productores más débiles vivan como única alternativa la mejora del precio internacional, y perciban a las retenciones como una creciente confiscación. Si es caro acceder a más tierras, si son caros los insumos, si los discriminan tecnológicamente y en materia de crédito, su único oxÃgeno es el precio. En suma, la polÃtica irresponsable del Gobierno Nacional de contentarse con su socio del boom sojero ha termindado emblocando a los pequeños y medianos productores en el cuestionamiento a las retenciones junto a los beneficiarios y promotores del lamentable modelo sojero adoptado por la Argentina" Y te digo esto, sorprendido de escuchar de gente que quiero que no es progresista atreverse a preguntar distinto. Ya sé que es otro tema. Pero necesitaba decÃrtelo.
Porque hoy es AgustÃn. Y tu acto solemne del acto de la bandera, la de veras, que comparte necesidades y afectos ajenos.
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