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Niñez

El director de la Niñez en Rosario, Lautaro D'Anna, debería alejarse de su cargo por su propia iniciativa o por pedido de Mónica Bifarello, Ministra de Desarrollo Social, quien debería estar al tanto de los cuestionamientos hacia el funcionamiento del organismo.

Luego de la reunión de la Comisión de Derechos Humanos con especialistas en niñez y familias solidarias, creemos que Bifarello debería reconocer el fracaso absoluto del programa de Familias Solidarias.

Las cuestiones relativas a la infancia deben ubicarse en la esfera de los derechos humanos cuyo ejercicio el Estado debe resguardar. Los derechos de los niños, niñas y adolescentes tienen jerarquía constitucional por la incorporación de los tratados internacionales en la reforma de 1994 y toda la legislación en la materia ratifica el interés superior del niño por encima de otros derechos. Un Estado que está representado por la Dirección de la Niñez y cuyo funcionamiento ya ha sido cuestionado más de una vez debe ser reformulado para cumplir con los objetivos que se propone. Hay casos que han sido públicos y, en uno de ellos, la justicia emitió una crítica resolución contraria a las decisiones del organismo.

En uno de los casos. la Dirección de Niñez separó abruptamente a quienes todos conocimos como Sofía, una nena de dos años de una Familia Solidaria que la cuidó durante 11 meses, devolviéndosela a sus tíos paternos a pesar de que en el seno familiar había sido víctima de violencia, sin investigarse como correspondía quiénes eran responsables de esa violencia.

No puede ser que se repitan los casos y que las niñas y niños vean violentados sus derechos por inoperancia o incapacidad de la Dirección de la Niñez. Ineptitud que ya había señalado el Tribunal Colegiado de Familia N° 5, al emitir una crítica resolución por no respetar plazos y por un desprolijo abordaje interdisciplinario de la situación de Sofía.

Hemos visto documentación, certificados médicos, historias clínicas dialogado con las familias solidarias a quienes en muchos casos se les entregaban bebés de meses de vida, y luego de un tiempo prolongado se los arrancan como si fueran un objeto. Esto demuestra la inobservancia del interés superior del niño en cada caso, que debe ser el horizonte a seguir para tomar las mejores decisiones. Deben preservarse siempre los derechos y el buen trato de la Familias que solidaria y humanamente se hicieron cargo con todo el amor que pueden dar los padres a sus hijos.

Roberto Sukerman

Norma López

Concejales Frente para la Victoria

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