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El campo

Como vecinalista, consumidor y ciudadano que quiere a su país, me siento en el deber de repudiar públicamente el paro de actividades de los sectores más reaccionarios del sector agropecuario, el grupo más rivilegiado, que por supuesto nada tiene que ver con los pequeños y medianos productores del campo. Sólo una actitud política partidista de un sector de la Federación Agraria, puede estar junto a los que se apoderaron de las tierras de los más desposeidos; esta institución jamás podrá explicar un paro junto a la Sociedad Rural y la gran oligarquía ganadera del país. Hace décadas que el país, como consecuencia de la política antiprogresista de los grandes ganaderos, mantiene la misma cantidad de cabezas de ganado, con el único objetivo de encarecimiento del precio de la carne. El objetivo del paro es lograr un nuevo aumento en el precio de la carne, pan y demás artículos que integran la canasta familiar, lo cual, no debe ser permitido. Al gobierno no debe temblarle la mano. Y si persisten en esta nociva actitud, debe aplicar con todo rigor la Ley Nacional de Abastecimiento y garantizar el normal abastecimiento de la producción alimentaria, todo dentro de la Ley. Los sectores de la oposición que avalan o miran para otro lado, ante la acción antinacional del privilegio, serán severamente castigados en las urnas a través del voto del pueblo. Las vecinales, los consumidores y todas las demás organizaciones populares deben pronunciarse en contra de los que persiguen el aumento de precios en el pan, la leche, la carne y demás artículos de la canasta familiar. Por una Feliz Navidad y Año Nuevo sin aumentos en los precios de los alimentos y de los servicios públicos. El pueblo unido jamás será vencido.

Manuel Silvestre Díaz

Vecinalista