La historiadora Victoria Basualdo declar贸 esta semana en la causa por la represi贸n ilegal en Villa Constituci贸n, que investiga el fiscal Gonzalo Stara por delegaci贸n del juez de instrucci贸n. En esa causa se presentaron originalmente doce querellantes, todos sobrevivientes, representados por Gabriela Durruty, abogada tambi茅n de la Asamblea Permanente por los Derechos Humanos. La presencia de Basualdo, investigadora de Flacso, que trabaja en conjunto con el CELS en dilucidar la participaci贸n de las empresas en el terrorismo de estado fue como testigo de contexto. "En el caso extremo de un campo de concentraci贸n adentro del predio de la planta de una empresa, conocemos dos casos, el de Acindar y Ford, en Buenos Aires", explic贸 la especialista, quien detall贸 las distintas dimensiones que convierten a la causa en "emblem谩tica". La historiadora lleg贸 a la ciudad acompa帽ada por Luz Palmas Zald煤a, coordinadora del 谩rea de Litigio del Cels. "Hacemos seguimientos de las investigaciones judiciales donde se est谩 discutiendo la responsabilidad de las empresas en el plan sistem谩tico. Por lo pronto, venimos a apoyar a los querellantes", indic贸. Uno de ellos es, justamente, Victorio Paul贸n, integrante de la Comisi贸n Directiva del CELS.
"Conocemos muchos casos de complicidad patronal militar --puntualiz贸 Basualdo--. Es decir, de distinto grado de involucramiento de las patronales en la represi贸n a sus trabajadores, por eso es que el caso Acindar es muy importante". En Acindar, funcion贸 en el albergue de solteros de la propia planta un centro clandestino de detenci贸n para torturar a los trabajadores d铆scolos.
La historia de Villa Constituci贸n est谩 indisolublemente ligada a la sider煤rgica de la familia Acevedo, cuyo presidente de directorio en 1975 era Jos茅 Alfredo Mart铆nez de Hoz. La enorme movilizaci贸n social y sindical tuvo una respuesta contundente: la ciudad fue ocupada por fuerzas militares y paramilitares del 20 de marzo de 1975. Aunque no hay n煤meros estrictos justamente, la causa judicial busca identificar a las v铆ctimas, indic贸 Durruty se calcula que hubo entre 20 y 30 muertos y por lo menos 100 detenidos. "Es un caso muy importante porque ilustra patrones mucho m谩s generales, sirve para iluminar muchas cuestiones: el recorrido de Acindar y el poder econ贸mico que consolid贸 durante la dictadura. Esta empresa, en 1975, por un lado participa en la represi贸n brutal a sus trabajadores y por otro lado obtiene autorizaci贸n para hacer integraci贸n vertical de su planta, lo cual rompe con el modelo (Manuel) Savio en la industria sider煤rgica y abre la posibilidad de que las grandes empresas privadas tengan una producci贸n integrada en el mercado sider煤rgico. Esto lleva a la instalaci贸n de una presencia monumental de Acindar y Techint en los a帽os 80, que salen de la dictadura enormemente favorecidos. Hab铆an comprado una cantidad de empresas y se convirtieron en los dos polos dominadores de la industria sider煤rgica, proceso que va a terminar en los a帽os 90 con la privatizaci贸n de Somisa y su compra por parte de Techint, lo cual termina por saldar, por marcar la muerte de este modelo sider煤rgico inspirado por Savio y liber贸 el campo a las grandes empresas privadas en una industria estrat茅gica como la siderurgia". La historiadora desgrana los conceptos para darle una mirada global a la represi贸n ilegal, y no s贸lo en Villa Constituci贸n.
"Por todos estos sentidos es emblem谩tica. Por la presencia de Mart铆nez de Hoz como presidente en el proceso represivo y luego su papel central como ministro de Econom铆a, posici贸n desde la cual instrumenta estos cambios econ贸micos que transforman radicalmente el panorama en la Argentina. Esos cambios generan una desindustrializaci贸n feroz, un crecimiento exponencial de deuda externa, un proceso de valorizaci贸n financiera y es esta misma persona". El caso de Villa condensa una serie de vectores, por eso es muy importante el apoyo a este juicio, porque de alg煤n modo esta represi贸n hay que recordarla no s贸lo por esos trabajadores perseguidos y muertos sino tambi茅n para poder reconstruir por qu茅, cu谩les son las razones que llevaron a este proceso y qu茅 es lo que se jugaba hist贸ricamente". Para Basualdo, "entender a las v铆ctimas como militantes y como protagonistas de un proceso hist贸rico de enorme importancia es restituirle su valor".
Justamente, Basualdo se帽ala la necesaria comprensi贸n de la centralidad del conflicto entre capital y trabajo, a mediados de los 70, como un factor fundamental del proceso represivo. "En mi declaraci贸n trat茅 de recuperar, de poner en contexto esta represi贸n que se desata el 20 de marzo de 1975, y ver a este proceso represivo como una s铆ntesis y un anticipo al mismo tiempo de cuestiones centrales que estaban en juego a mediados de los 70. Por un lado, tratar de rastrear la historia de militancia sindical de muchas de estas v铆ctimas que son perseguidas brutalmente en ese momento y ver que en realidad lo que se reprime es un proceso de movilizaci贸n y de organizaci贸n social, y particularmente un proceso de organizaci贸n sindical de base de estos trabajadores metal煤rgicos que en realidad lideraron en Acindar y en Villa Constituci贸n un proceso de organizaci贸n muy amplio en esta primera mitad de los a帽os 70".
El an谩lisis hist贸rico incluye comprender los frentes yuxtapuestos en el proceso vivido, a modo de anticipo de lo que vendr铆a, en Villa Constituci贸n. "Por un lado, una disputa de la seccional frente al liderazgo nacional de la UOM, intentos muy fuertes de disciplinamiento y un proceso de organizaci贸n desde las bases en respuesta y esto es un emblema de muchos procesos antiburocr谩ticos y combativos que en la primera mitad de los a帽os 70 discutieron fuertemente a sus liderazgos sindicales", apunt贸 Basualdo. La historiadora es autora del cap铆tulo sobre el papel de las c煤pulas sindicales durante la represi贸n a los trabajadores en la d茅cada del 70 y coautora del que se ocupa de los casos de Ford y Mercedes Benz en el libro Cuentas Pendientes, editado por Horacio Verbitsky y Juan Pablo Bohoslavsky.
"Una l铆nea de mi declaraci贸n son los procesos de organizaci贸n sindical de base y su discusi贸n con el liderazgo sindical pero el otro conflicto central es el conflicto capitaltrabajo que realmente articula la confrontaci贸n social de los 70", indic贸 Basualdo, quien consider贸 que "el caso de Villa permite discutir expl铆citamente estas visiones de las dictaduras como un proceso de confrontaci贸n entre fuerzas armadas y organizaciones pol铆ticas y pol铆tico militares, para darle lugar a un sujeto clave en esta etapa, que es la clase trabajadora, que tuvo un papel central no s贸lo en el proceso de organizaci贸n sino en el proceso de represi贸n. Eso se ve muy claramente en Villa Constituci贸n".
Para Basualdo, respecto de la dictadura militar "sigue habiendo una narrativa en clave pol铆tica donde, cuando se piensa en las v铆ctimas como militantes, se reivindica la militancia pol铆tica. Lo que nosotros estamos diciendo ac谩 es que hay que recuperar que hay otras formas de militancia que fueron consideradas tremendamente peligrosas. Estos trabajadores fueron llamados delincuentes subversivos, terroristas industriales, porque se organizaron en sus lugares de trabajo. Claramente fueron un foco central de la represi贸n. Los delegados y comisiones internas eran concebidos como subversivos de un orden y de un tipo de relaci贸n entre capital trabajo que claramente marcaba la subordinaci贸n de los trabajadores frente a los empresarios. Cuando esto empieza a discutirse a mediados de los a帽os 70, tiene una enorme importancia". Como buena historiadora, Basualdo es muy estricta con las caracterizaciones hist贸ricas. "La cuesti贸n comenz贸 por Villa y luego entre el 75 y el 76 es el inicio del proceso represivo y desde el 24 de marzo lo que hay es esta extensi贸n de la represi贸n contra los delegados sindicales de base en todo el pa铆s. De hecho, Ren茅 Salamanca, uno de los grandes exponentes del proceso de radicalizaci贸n, desaparece el mismo 24 de marzo. Y el 24 de marzo ten茅s la presencia del Ej茅rcito en muchas f谩bricas, con helic贸pteros, con operativos. Esto nos est谩 marcando que si pensamos 煤nicamente en la dictadura en t茅rminos de los conflictos pol铆ticos sin vincular estas confrontaciones pol铆ticas con la fuerte movilizaci贸n de los trabajadores nos estamos perdiendo una parte central y creo que el proceso de Villa, el Villazo como enorme movilizaci贸n y la represi贸n a partir del 75, nos est谩 recordando lo que fue un eje central en todo el pa铆s".
En ese punto, tanto Basualdo como Palmas Zaldua piden que no se deslinden las distintas militancias. No se trata de contraponer los militantes sindicales con los pol铆ticos sino m谩s bien de integrar distintas facetas. "Esto viene a completar las identidades de los perseguidos pol铆ticos o de las v铆ctimas de la dictadura. Podemos hacer una especie de reconstrucci贸n hist贸rica: en el Juicio a las Juntas, en los a帽os 80, quienes declaraban no pod铆an f谩cilmente hablar de su identidad pol铆tica, esto estaba tapado todo el tiempo. En la reapertura de los juicios en estos a帽os s铆 apareci贸 con mayor intensidad en los relatos de las v铆ctimas su pertenencia a las organizaciones pol铆ticas de los 70, y creo que ahora lo que estamos tratando de hacer es de completar esa identidad como trabajadores", afirm贸 la coordinadora del 谩rea de Litigios del CELS, y aclar贸 que este movimiento "completa la identidad, no la sustituye, ni la reemplaza ni lleva a elegir una u otra. Creo que completa la historia, porque podemos visualizar a un actor que aparece ahora como responsable, o que intentamos que aparezca como responsable, para completar tambi茅n el universo de los autores de estos delitos. Entonces, no son solamente las fuerzas armadas o de seguridad que persiguen a los militantes pol铆ticos sino que tambi茅n los empresarios persegu铆an a los militantes pol铆ticos en su identidad de trabajadores".
Y Basualdo aprovecha para insertar all铆 lo que considera el conflicto central. "Ah铆 es donde se va dibujando esto, esta cuesti贸n entre capital y trabajo que estuvo muy ausente de las reflexiones respecto de la dictadura. y que es una cuesti贸n no nacional, esto tambi茅n te permite reconstruir din谩micas regionales y globales. La dictadura tiene lugar en una coyuntura de transformaci贸n del capitalismo internacional. Lo que nosotros vemos ac谩 de retroceso de la clase trabajadora no sucede s贸lo en la Argentina", dice Basualdo, aunque tambi茅n pone el acento en la particularidad local. "En la Argentina sucede con un dramatismo y una marca monumental a partir de transformaciones econ贸micas y una p茅rdida del salario de entre el 30 y 40 por ciento en los tres primeros meses de la dictadura. Entonces, si te sacan entre el 30 y el 40 por ciento de tu sueldo en tres meses, si adem谩s de eso te anularon todos tus derechos colectivos de organizaci贸n y si adem谩s de eso ves desaparecer a todos los que levantan la cabeza alrededor tuyo, creo que tenemos una idea de la ofensiva que sufri贸 la clase trabajadora en Argentina".
Como anfitriona de las dos investigadoras llegadas de Buenos Aires, Durruty subraya la apuesta de la APDH y los querellantes para lograr que la justicia argentina pueda convalidar otro relato sobre la represi贸n en Villa Constituci贸n, atenta al valor del derecho como construcci贸n de verdad en un estado democr谩tico. "Lo que nosotros intentamos, por lo menos desde nuestra profesi贸n, es conseguir que el poder judicial haga un relato distinto de la historia que convalid贸 hasta ahora. Los compa帽eros que encabezaron la lucha y que subvirtieron o intentaron hacerlo este orden injusto aparecen como victimarios. El 煤nico relato que tiene el poder judicial es el enjuiciamiento de los compa帽eros por violaci贸n a la ley antisubversiva dictada por el gobierno de Isabel (Mart铆nez de Per贸n), que est谩 anexada a la causa. Es hora de que intentemos que haya otro relato, y que sea el oficial de ahora en m谩s", consider贸 la abogada de las v铆ctimas, que adem谩s subray贸 el valor de esta verdad jur铆dica para los protagonistas del Villazo y sus familias. "Tendr铆a un peso important铆simo desde lo social, desde lo pol铆tico, un relato del poder judicial que diga qui茅nes eran. A m铆 me toc贸 presenciar el relato de Alicia Ruescas, la hija de Carlos Ruescas, un emblema de los trabajadores asesinados en la represi贸n al Villazo. He escuchado muchos relatos de v铆ctimas y sus familiares, pero este fue desgarrador, porque ella vivi贸 toda su vida creyendo que su padre era un monstruo. se sorprendi贸 cuando la ubic贸 otro compa帽ero, Zen贸n S谩nchez y le cont贸 que su padre era un h茅roe para los trabajadores", afirma Durruty, y subraya que "el relato de los querellantes de estas causas, donde predominan trabajadores, es muy distinto al de los militantes universitarios, que tienen otro perfil, otras herramientas inclusive simb贸licas y econ贸micas para sobrellevar la represi贸n. El obrero se quedaba sin trabajo. Si lo mataban, las viudas ten铆an un mont贸n de hijos y por ese apellido nunca m谩s consegu铆an trabajo en la zona".
Basualdo asiente en esta caracterizaci贸n y agrega: "Por supuesto, el funcionamiento de las listas negras, el circuito del exilio interno son otros aspectos. Efectivamente, rastrear las historias de trabajadores instala otros sujetos, instala otros circuitos. Era muy dif铆cil para los trabajadores irse del pa铆s, eso requiere un nivel de articulaci贸n, una capacidad de establecer contactos, redes, conseguir plata para el pasaje, un mont贸n de cuestiones, por eso muchos de los obreros en realidad escaparon al exilio interno y se escondieron bajo tierra. Efectivamente, ah铆 uno descubre otras historias que son muy dif铆ciles de encontrar. Por eso este juicio es tan emblem谩tico, porque en realidad as铆 como los trabajadores de Villa Constituci贸n en los 70 eran exponentes de todo un proceso de movilizaci贸n, estos mismos trabajadores que hoy impulsan este juicio van a empezar a hacer visibles muchas historias que no conocemos, nos van a permitir escuchar voces, trayectorias, recorridos, itinerarios, que no vemos o que cuando los vemos no los reconocemos como tales. Empezar a recuperar estas historias perdidas es algo que tambi茅n nos trae este juicio de Villa", subraya.
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