Aun cuando el de Jorge Julio López no es el único caso de desaparición de persona ocurrido en plena democracia, no hay dudas de que resulta, tristemente, el más significativo: después de ser convocado como un testigo clave en el juicio al represor Miguel Etchecolatz (el primero impulsado tras la derogación de las leyes de impunidad), el 18 de septiembre de 2006 fue secuestrado y desaparecido. Y si bien el delito falló en su potencial intención de amedrentamiento de cara a futuras causas referidas a delitos de lesa humanidad, a ocho años de la desaparición la Justicia sigue sin dar respuestas al caso. Publicado en 2013, Los dÃas sin López. El testigo desaparecido en democracia de Luciana Rosende y Werner Pertot profundiza no sólo en las lÃneas de investigación del caso, sino además en la propia figura de López.
Impulsados por la escasa difusión que el caso ocupaba en los medios de comunicación, en 2010 Rosende y Pertot comenzaron a darle forma al libro que esta tarde, desde las 19, presentarán en el Museo de la Memoria, en concordancia con un nuevo aniversario de la desaparición de López, de quien se rescatan también aspectos pocos conocidos. "Cuando empezamos a investigar nos encontramos con cosas que no esperábamos, como una entrevista que un sociólogo le hace a López tres meses antes de su desaparición. Esa entrevista se publica por primera vez en el libro, y ahà López habla por primera vez de su militancia en los años 70 y de distintos aspectos de su vida. A raÃz de esa entrevista pudimos reconstruir algunos capÃtulos de la vida de López que son desconocidos, que tienen que ver con su adolescencia, con su juventud en General Villegas, hacia donde fuimos para entrevistar a sus amigos. También, reviendo algunos documentos del Ministerio de Defensa en torno a la colimba de López nos enteramos que él participó de un proyecto secreto del peronismo, el Proyecto Huemul, cuando estaba en la colimba", apunta Pertot, periodista de Página/12 y Radio Nacional Rock.
Por otra parte, Los dÃas sin López profundiza en la investigación en torno a su segunda (y hasta ahora definitiva) desaparición: "Tratamos de relevar las distintas lÃneas de investigación. Hay algunas planteadas por la PolicÃa Bonaerense que son desde falsas hasta absurdas, como pistas motorizadas por videntes. Pero tratamos de darle importancia a aquellas que sà pueden llevar a encontrar a los responsables de su desaparición. Ese es el trabajo central del libro".
En ese contexto, tres son las lÃneas que aborda la investigación de Rosende y Pertot, que detalla: "La primera tiene que ver con el entorno de Etchecolatz, allegados y todas aquellas personas en torno a él que pueden haber participado del secuestro, o haberlo encargado. Hay una serie de llamados muy llamativos el dÃa de la desaparición de López que parten de la esposa de Etchecolatz. La segunda lÃnea tiene que ver con policÃas que López mencionó, a los cuales se investigó poco y nada. Y la tercera está relacionada con un grupo de penitenciarios bonaerenses que también tenÃan interés en frenar los juicios, porque hay que recordar que el juicio donde López es querellante fue el primero de todos los juicios que se abrieron después de la impugnación de las leyes de impunidad".
--Considerando que la segunda desaparición de López sigue impune, ¿sienten que el libro impulsa a la activación de la causa?
--El objetivo del libro es que funcione como una herramienta para generar una mayor presión para que la causa avance. Pero si hubiéramos publicado el libro hoy, a diferencia de hace un año, la verdad es que no hubiera habido diferencias, porque la causa no avanzó prácticamente nada. La causa no ha variado, pero sà tratamos de mostrarles a todos los que lo lean que hay cosas para analizar en la causa López, no es que no se sabe nada: se sabe que hay personas que tienen vinculaciones en la causa, elementos que hacen pensar que habrÃa que seguir investigando a esas personas hasta encontrar pruebas de que fueron los responsables de la desaparición de López. Obviamente esto no ocurre por un libro, sino por el hecho de que haya una mayor presión social sobre los poderes del Estado para que esto suceda.
- ¿El caso necesita de un respaldo polÃtico?
- Me parece que hay un contraejemplo muy claro: en el caso de Mariano Ferreyra hubo una presión polÃtica muy grande, se apartó a la PolicÃa Federal del caso, se llegó al juicio oral y se condenó a los que habÃa que condenar. En este caso no se apartó a la Bonaerense, se dejó que hiciera lo que quisiera durante un año y medio, y no hubo una presión polÃtica tan decidida a partir de que los medios dejaron de dar el tema en agenda. Esto lleva a que estemos donde estamos: esto queda en manos de la burocracia judicial, de las fuerzas de seguridad, donde hay un desinterés absoluto por avanzar en la investigación. Lo que intentamos nosotros es que la causa no se olvide.
© 2000-2022 www.pagina12.com.ar|República Argentina|Todos los Derechos Reservados
Sitio desarrollado con software libre GNU/Linux.