Angel Fernández -¿Cuál es la relación entre escribir literatura y hacer análisis, cómo es ese cruce?
-Yo he tomado siempre la cuestión de la literatura como en una tensión opuesta al psicoanálisis, en el sentido de que cuando uno escribe está en una posición de analizante, entonces podemos decir que el otro al que se dirige la propia lengua, dirÃa Harold Bloom, la angustia de las influencias, es aquello que uno tiene como interlocutores virtuales de lo que hace. Y que ponerse en una posición de analista es más bien sustraerse con respecto al lenguaje. Entonces yo lo veo como alternativa. Ahora cuando, durante mi perÃodo de juventud, cuando yo era analizante, yo recuerdo, por ejemplo, el uso que hacÃa de temáticas psicoanalÃticas para hablar de temáticas personales. Es decir, por ejemplo, yo escribà sobre Strindberg, que tenÃa un delirio con el padre, la paternidad, pero era una cosa que a mà me interesaba, yo acababa de tener un hijo, tenÃa una historia muy complicada con mi propio padre, es decir, que era un poco lo que hizo Freud con Dostoievsky y el parricidio, que lo utilizó para hablar de su contratransferencia con el hombre de los lobos.
Entonces, en ese sentido era como un autoanálisis, o como algo que acompañaba a mi análisis, mi primer uso de la teorÃa analÃtica. Claro, pero después cuando uno empieza a entender, yo me habÃa analizado acá con un freudiano, más o menos asÃ, freudiano a la Argentina, un poco ecléctico, pero después yo me volvà a analizar cuando estaba en Barcelona, iba y venÃa a Francia todas las semanas, y me analizaba con Eric Laurent, y claro, ya es una práctica diferente, primero porque no es una práctica de la anamnesis, la práctica lacaniana, la anamnesis si uno quiere la hace en su casa, más bien es una práctica del corte, de la puntuación, no hay manera de elaborar ningún mito personal con el analista. Entonces paradójicamente eso me llevó más a la literatura, porque entonces liberaba el hecho de que esos cuentos que no se podÃan hacer en el propio análisis, y separó mucho el psicoanálisis de la literatura, en el sentido de que yo ahora leo a otros y digo bueno, estos tipos están libres, yo tengo la trompada prohibida, como se dice, porque hablan y dicen, no, la neurosis, la histeria de tal; si yo digo eso empiezan a decir que... psicoanálisis aplicado. Entonces yo me cuido de que en lo que escribo literariamente jamás aparezca ninguna terminologÃa ni alusión ni nada al psicoanálisis.
Recuerdo cuando yo publiqué Cancha rayada, donde yo deliberadamente tomaba el mito de Edipo como una parodia, como una cosa para jugar, y un tipo que el padre se la cortaba, el tipo se la ponÃa de nuevo, tonterÃas asÃ, y el mito de Edipo mezclado con Sandro y otro tipo de cosas, cuando yo hice esto, uno dijo "novela agobiada por el peso teórico de Freud y Lacan"; otro para ganarle a ese dijo "Freud, Lacan y LeviStrauss". Y entonces, es una novela que fue medio dejada, digamos, fue bestseller, vendió como siete mil, en esa época se vendÃa, pero digamos, desde el punto de vista de la crÃtica fue dejada de lado y nadie la cuenta. Primero que yo la habÃa hecho deliberadamente como opuesta a Nanina, si Nanina aparecÃa como una Bildungsroman, una novela de iniciación, que era eso por otro lado, digamos una especie de Juguete rabioso, esto era exactamente lo opuesto, porque era crÃptica, llena de alusiones, de juegos de palabras, una especie de joycismo. Pero entonces de ahà empezó la cuestión, después con Literal y todo, de que nosotros, cuando digo nosotros digo Gusmán, Lamborghini, etc, éramos una especie de tipos que hacÃamos psicoanálisis aplicado, lo cual era exactamente al revés, lo que hacÃamos era utilizar el psicoanálisis para operar en el campo de la literatura, operar sobre todo en el campo de la crÃtica, cuando yo escribo el Macedonio, lo que subyace al Macedonio es la tesis de Freud sobre Duelo y melancolÃa, el objeto perdido, la obra como construcción del objeto.
Ricardo Bianchi: Masotta, él tenÃa pacientes.
-SÃ, sÃ, pero no podÃa decirlo en ese momento. Era gente, analizó a amigos mÃos. AhÃ, hay una parte cuando se pregunta frente a Lacan, dice, a muchos nos falta experiencia clÃnica, pero no es para tanto. Lo da a entender, pero ese era un momento en que vos no podÃas decidir, después él mismo provocó un fenómeno donde miles de psicólogos practicaban el psicoanálisis, y bueno, la cosa se rompió. La ley después con AlfonsÃn y toda la historia, pero en aquel momento, era... Masotta, era un loquito, un tipo que hacÃa happenings en el Di Tella. VivÃa de eso Masotta, eso también poca gente lo sabe, Masotta tenÃa un sueldo, era su trabajo eso, estaba en el Di Tella pagado como investigador para inventar cosas, entonces hizo una bienal de la historieta, escribió un libro sobre la historieta, el arte pop, el happening, en todo lo que se metÃa, era un tipo inteligente, lo hacÃa bien, pero no era que eso era su interés.
*Psicoanalista, Licenciado en FilosofÃa, Docente, Director de la Revista Nadja.
**Psicoanalista.
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