De las referencias en Lacan que nos permiten pensar en alusiones respecto de la influencia de lo judÃo, en el nacimiento del psicoanálisis, me interesa destacar la que encontramos en La feroz ignorancia de Yahve Seminario XVII . Lacan subraya aquÃ, la importancia que tiene para los analistas, el interés en la historia hebrea, deslizando como posibilidad - sin llegar a ser una afirmación- que la tradición hebrea serÃa una condición para el nacimiento del psicoanálisis, y reconoce un 'saber leer' propio de algunos judÃos:
"Hay alguien que responde a esta posición y que voy a nombrar sin dudarlo un instante, ya que me parece esencial en lo que se refiere al interés que nosotros, analistas, debemos tener por la historia hebrea. Tal vez no sea concebible que el psicoanálisis naciera fuera de esta tradición. Freud nació en ella, e insiste, como se lo he subrayado, en esto, que propiamente solo confÃa, para hacer avanzar las cosas en el campo que ha descubierto, en esos judÃos que saben leer desde hace bastante tiempo y que viven esto es el Talmud de la referencia a un texto. Ese, o este al que voy a nombrar, que realiza esta posición radical de una ignorancia feroz, tiene un nombre, es Yahvé mismo".
Cabe destacar, que si bien Lacan consideraba que el Psicoanálisis fue factible a partir de la Ciencia Moderna, por otro lado, y según advierte Jean Claude Milner, ésta a su vez, habrÃa encontrado su condición de posibilidad, en la ideologÃa bÃblica, judaica, en tanto herencia de lo literal; esto es, por el valor de la letra para el judaÃsmo.
Si tomamos entonces las referencias en Freud y en Lacan, y teniendo en cuenta que el judaÃsmo presente en Freud es el Iluminismo JudÃo o Haskala, podemos justificar ciertas preguntas, partiendo de la afirmación inicial: que fue Freud quien creó el Psicoanálisis. ¿Su condición de judÃo habrÃa sido entonces necesario para este acontecimiento creador? ¿A qué se refiere cuando dice que habrÃa en los judÃos familiaridad en una misma construcción anÃmica, o que poseen la misma conformación intelectual, o que estarÃan libres de muchos prejuicios en el uso de su intelecto? ¿Hay un modo de pensar judÃo? ¿En qué consiste ese modo de pensar? ¿En qué pudo haber contribuido en el surgimiento del psicoanálisis? ¿Por qué dice que su ahondamiento en la historia bÃblica habrÃa tenido un efecto duradero? Luego, ¿Qué quiere decir Lacan, refiriéndose al saber leer de los judÃos?
Gerard Haddad, en El hijo ilegÃtimo, con el fin de penetrar en las relaciones entre el judaÃsmo de Freud y el psicoanálisis, indaga sobre sus fuentes talmúdicas. Razón por la cual, afirma en su tesis, que el psicoanálisis se vincula con las estructuras fundamentales del judaÃsmo; heredando asÃ, algunos conceptos. De esta manera, realiza un entrecruzamiento entre nociones talmúdicas y conceptos psicoanalÃticos. Y postula fundamentalmente que hay en el pensamiento Talmúdico una apertura que habrÃa posibilitado a Freud en tanto judÃo, haber creado el psicoanálisis. La posibilidad de otra escena, de Otro lugar, tras un acontecimiento o enunciado, estarÃa en la base del pensamiento hebreo. Por tanto, para Haddad, su judaÃsmo serÃa una condición.
En este sentido, Haddad encuentra una similitud entre la interpretación freudiana y el arte de leer del Midrash como un método de interpretación de la Torá con sus propias reglas , considerándola entonces en el mismo sentido que lo entienden Freud y Lacan. AsÃ, a partir de un enunciado de apariencia insignificante, tomado como contenido manifiesto nivel del Peshat la interpretación subvierte ese significado enigmático para dar lugar a otro, posibilitando de este modo una lectura múltiple.
El autor subraya que El Midrash conlleva la percepción de la dimensión del equÃvoco en tanto cualidad principal de la letra y del lenguaje; su naturaleza ambigua. Ahora bien, ¿cómo se darÃa esta ambigüedad? Ante todo, porque una palabra puede admitir una doble lectura, no solo por la sustitución de un significado por otro, sino también por el vÃnculo entre los dos significados. Luego, la flexibilidad en la puntuación, posibilitarÃa sentidos opuestos.
Cabe destacar entonces que, según Haddad, este modo de especulación sobre la letra y la escritura, constituye el soporte del pensamiento judÃo, como asà su originalidad. El hombre es aquà un ser de lenguaje, un hablante, y la letra materializa el lenguaje propio del ser humano: "El judaÃsmo plantea este axioma fundamental: el hombre no encuentra en su existencia sino hechos de lenguaje. La prueba de ello es que el hebreo posee esa curiosidad lingüÃstica de no tener más que un término para designar la palabra y la cosa: davar. La especie humana encuentra el campo de su destino en el lenguaje."
La palabra tiene entonces un valor supremo, en tanto palabra de la Torá; constituyendo un objeto de transmisión, de intercambio. El hombre está sujeto a ella. En este sentido, en La Torá se encontrarÃa toda la lengua hebrea y la sabidurÃa divina.
*Magister en PsicologÃa. Docente Facultad Ciencias Médicas, UNR. Extracto artÃculo publicado en Cuadernos de MetapsicologÃa N5, Epis 1, Facultad de PsicologÃa, UNR, y trabajado en la tesis de MaestrÃa en Psicoanálisis Lecturas del origen, lecturas de lo originario. Entre la herencia judÃa y la clÃnica psicoanalÃtica. [email protected]
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