Aumentó la yerbamate, es culpa de (Guillermo) Moreno. No se consigue tal electrodoméstico, pregúntenle al poderoso secretario de Comercio Interior. Aquel respuesto de la maquinaria no está, seguro lo frenaron en la Aduana. Son las expresiones que se escuchan habitualmente en estos dÃas donde la polÃtica del gobierno nacional en relación con la balanza comercial ya ha alcanzado la categorÃa de mito. Sin embargo, es cierto que el equilibrio de esa balanza constituye una de las obsesiones gubernamentales junto a la necesidad de ejercer una protección adecuada del mercado interno. Pero, desde Rosario, el licenciado en Relaciones Internaciones y becario del Conicet, Esteban Actis incorpora otro elemento. Es autor de la teorÃa que señala a "los actores que faltan" en relación a las multinacionales de base nacional que no tiene el paÃs y que compensarÃan la balanza al liquidar aquà sus ganancias en dólares obtenidas en el extranjero.
Consultado por las razones por las que Argentina tiene tan pocas multinacionales de base nacional, Actis sostiene que esa situación tiene que ver con "una cuestión policausal. Hubo procesos de desarrollo que se truncaron y esas crisis recurrentes de nuestra economÃa no han posibilitado que el paÃs pueda insertarse como una economÃa en desarrollo --como esas famosas 'economÃas emergentes'- que tengan un actor fundamental como lo son las multinacionales de origen nacional como tiene Brasil, México y el sudeste asiático".
Actis explica a Rosario/12 que más allá de que son empresas nacionales "es claro que el capital siempre tiene una base nacional, y son defendidas por los Estados en los cuales residen. Hay autores incluso que dicen que la globalización no es otra cosa que la lucha de las empresas multinacionales apoyadas por sus respectivos Estados nacionales". También dice que influyó que en Argentina "hubo una adhesión muy temprana al neoliberalismo que destruyó un proceso de industrialización muy marcado".
El carácter empresarial argentino es otro de los factores que pueden explicar la ausencia de multinacionales de base nacional. "Efectivamente, es un elemento que muchas veces excede las polÃticas gubernamentales. Es una cuestión más rentista, de no tener esa ambición de decir bueno, tengo un excedente y lo reinvierto en el sector productivo. Por el contrario, muchas veces se ha dado un proceso muy marcado de desnacionalización de la industria nacional porque estos actores se retiran del mercado productivo y, por ejemplo, vendieron a los brasileños. Esto se vio mucho en el proceso de salida de la Convertibilidad".
Según los datos oficiales más actualizados, en el paÃs hay detectadas no más de 19 empresas multinacionales. De las cuales Techint concentra casi el 90 por ciento de los activos, seguido sólo y de lejos por Arcor. El resto se divide entre muy pequeñas multinacionales que tienen inversiones muy sectorizadas en los paÃses de la región.
--¿Pero está bien o está mal que se ponga tanto celo hoy en el equilibrio de la balanza comercial?
--Yo creo que Argentina hace bien en transitar por el camino de lo que se conoce como el comercio administrado. Pero hoy hay un concepto que se denomina "polÃtica comercial estratégica" que vino a reemplazar un poco el esquema de los '50 de la mera sustitución de importaciones. En ese marco es claro que que hoy se necesita una polÃtica mucho más fina en el sentido de identificar sectores. No se puede tener como único objetivo el superávit comercial, porque la falta de insumos importados puede afectar incluso a pequeñas empresas nacionales a las que correctamente se aspira a proteger.
--En nuestra región hay todo un entramado pyme que regresó a buenos niveles de producción, pero que sigue siendo sumamente sensible a lo que puedan ser las pequeñas crisis nacionales.
--Es asÃ. Siguen siendo eslabones productivos débiles que ante cualquier cimbronazo son los primeros que dejan de exportar y los que primero se caen de la cadena productiva. Por eso debe haber una polÃtica comercial estratégica que puntualice y tenga un lápiz fino para identificar esos problemas. Porque a un empresa pequeña, si le faltan dos o tres insumos base, se le termina su capacidad productiva. Además se dan otras situaciones como la aparición de un mercado negro en las aduanas al que pueden terminar recurriendo y generando un sobreprecio no deseado en los productos. Aclaro que no es sencillo para el Estado controlar todos estos aspectos, se necesita de un aparato burocrático tan grande como eficiente para tener un buen control estratégico.
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