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Domingo, 6 de marzo de 2011
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Un menor denunci贸 golpes y maltratos por parte de un agente penitenciario cuando era trasladado desde el IRAR.

A la manera de un ritual violento en cada traslado

El agente penitenciario fue sumariado y suspendido en su puesto. El menor qued贸 alojado en un dispositivo para preservarlo de posibles "venganzas" por la denuncia. Las autoridades sostienen que estos casos de castigos en los traslados son "puntuales y aislados" y que se realizan controles.

Por Alicia Simeoni
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En el IRAR hab铆a un compromiso de retirar al Servicio Penitenciario, pero a煤n permanecen en el instituto.

Un chico de 17 a帽os detenido en el Instituto de Rehabilitaci贸n del Adolescente Rosario (IRAR) denunci贸 a un agente del Servicio Penitenciario Provincial que lo golpe贸 y maltrat贸 durante el traslado hasta la sede del juzgado de Menores de San Lorenzo, a cargo de Nelson Fogliato. El hombre fue relevado de su tarea y se le inici贸 un sumario administrativo por lo que sus pares protestaron, mientras el adolescente debi贸 ser alojado en otro dispositivo, dependiente de la Direcci贸n de Justicia Penal Juvenil, por orden del mismo juez y para preservarlo de posibles "pases de factura". La l贸gica de los penitenciarios en cuanto a que pueden agredir a las personas que custodian mientras son sacadas del IRAR para cumplir con distintas diligencias, permanece como un ritual aceptado entre ellos.

Desde la Direcci贸n Provincial se sostiene que los casos que se presentan son puntuales por los controles que se realizan y que impiden que se generalice el uso de actitudes violentas. D茅bora Cotichini, titular de la direcci贸n, sostuvo en relaci贸n con el caso del chico T. y de la gesti贸n a su cargo, que dentro del IRAR se trabaj贸 much铆simo en "ordenar los procesos del diario vivir como es el traslado de los chicos, por distintas razones y hacia distintos lugares". De ese trabajo surgi贸 un protocolo de c贸mo conducirse cada vez que regresa un adolescente y que debe ser revisado para comprobar que est茅 bien y si no es as铆 se da r谩pida intervenci贸n al juzgado correspondiente. Mientras tanto, el secretario de Asuntos Penitenciarios Leandro Corti dijo a este diario que no deben realizarse generalizaciones porque "no todos los hombres del SP se comportan violentamente" y desde la Coordinadora de Trabajo Carcelario, Carmen Maidagan, afirm贸 que las agresiones son constantes y que "este problema s贸lo puede solucionarse si el Servicio Penitenciario deja de prestar funciones dentro del IRAR".

El agente del SP que golpe贸 a T. lo hizo durante el traslado de San Lorenzo al IRAR, el instituto donde desde unos meses atr谩s estaba alojado el joven. De regreso a la instituci贸n, cuando fue revisado y se constataron las lesiones, desde la direcci贸n provincial se dio intervenci贸n al juzgado de Instrucci贸n N潞 14 en turno a cargo de la jueza Mar铆a Laura Sabatier. T. quiso denunciar a su agresor, un dato que no es menor porque en el imaginario de muchos de los adolescentes en conflicto con la ley penal, est谩 inscripto que quien denuncia a la polic铆a por agresiones diversas "esto es cuando est谩n en libertad , es "cag贸n" y "buch贸n" y esa suerte de regla se replica durante el encierro. La construcci贸n de ese imaginario tambi茅n tiene en cuenta que cuando se denunci贸, poco y nada hizo la Justicia.

En el juzgado de Fogliato, en San Lorenzo, el penitenciario denunci贸 al chico por amenazas, pero el agente M., finalmente, fue separado de su cargo cuando de regreso al IRAR se constataron las escoriaciones en el cuerpo de T. y el juez orden贸 que el chico no quedara alojado all铆 por temor a las represalias que pudiera recibir despu茅s de realizada la denuncia. La actitud violenta del agente del SP reedit贸 la pr谩ctica que se conoce como el manejo m谩s com煤n de la fuerza de seguridad, naturalizada durante much铆simo tiempo no s贸lo entre quienes formaban y forman el SP, sino tambi茅n entre muchos civiles con el mismo manejo autoritario. De esas pr谩cticas, tal vez el saldo m谩s terrible fue la muerte del chico N茅stor Salto, en 2007, que muri贸 quemado en su celda sin que los entonces operadores civiles acudieran en su ayuda.

El secretario de Asuntos Penitenciarios Leandro Corti se帽al贸 que no todo el personal se comporta de la misma manera: "Soy enemigo de las generalizaciones, ya que hay hombres con seriedad y que trabajan con buena voluntad, por lo que no me parece responsable referirme a todos por igual. Por otra parte en el IRAR hay una presencia de personal civil muy fuerte y un protocolo para las situaciones de traslado por el que los chicos deben ser revisados, al regreso a la instituci贸n, una tarea que est谩 a cargo de un enfermero o de un m茅dico que dependen de la Direcci贸n de Justicia Penal Juvenil". Para Corti, el Servicio Penitenciario comenz贸 a modificar su esquema de trabajo durante la gesti贸n del ahora concejal Fernando Ros煤a, en el 煤ltimo gobierno de Jorge Obeid. Despu茅s plante贸 que "todas las instituciones de encierro generan violencia, francamente determinante para quien est谩 privado de su libertad como tambi茅n para otros actores que intervienen en la din谩mica de las instituciones de encierro". Corti agreg贸 que los apremios que se producen son "casos puntuales" y que "de ninguna manera se puede hablar de una actitud colectiva"

Leandro Corti dijo adem谩s que los agentes que cumplen funciones en el IRAR hicieron un planteo en disconformidad con la separaci贸n de las tareas habituales y el traslado a Pi帽ero del agente M. Sin embargo desde el personal civil se sostiene que el SP que hace la custodia en el exterior del IRAR llev贸 adelante un paro, por cuanto durante 6 d铆as los chicos all铆 alojados no pudieron salir del edificio hacia el espacio que se conoce como campo de deportes.

Corti insisti贸 en marcar que "a veces se genera una l贸gica simplista que enfrenta a civiles y penitenciarios y a veces estos 煤ltimos terminan siendo la variable de ajuste. Hay buena gente entre unos y otros", expres贸.

La directora de Justicia Penal Juvenil D茅bora Cotichini reflexion贸 sobre la actitud del SP y record贸 "que en el a帽o y medio que transcurri贸 desde que se hizo cargo de su funci贸n es el tercer caso de j贸venes que presentan denuncias contra personas del Servicio Penitenciario por situaciones de maltrato". Cotichini tambi茅n dijo que se trabaj贸 mucho en ordenar y protocolizar "los procesos del diario vivir", como es el traslado de los chicos "en comisi贸n". "De all铆 que cada vez que regresan son revisados por un enfermero o un m茅dico para constatar si han sufrido maltratos. La l贸gica de las agresiones se fue modificando y las que se presentan son situaciones puntuales, de todos modos, se sabe que ante cualquier constataci贸n de agresi贸n debe darse intervenci贸n a un juzgado penal y as铆 se hizo en el caso de T".

En cuanto a la cultura del no denunciar, Cotichini sostiene que "se trabaja tambi茅n en desmontar la l贸gica tumbera, porque si bien los adolescentes est谩n privados de libertad, hay que tratar que no se repique all铆 el modelo de los adultos en prisi贸n" Como lo hizo otras veces la directora provincial se帽al贸 la funci贸n de los acompa帽antes juveniles en el IRAR como uno de los mayores aciertos "porque son ellos los que establecen una relaci贸n estrecha, una vivencia diaria con los j贸venes que en muchas oportunidades toman la confianza de decirles qu茅 les pasa".

Desde la Coordinadora de Trabajo Carcelario (CTC) la abogada Carmen Maidagan record贸 que desde muchos a帽os atr谩s las agresiones y malos tratos de parte del Servicio Penitenciario hacia los adolescentes "son sistem谩ticos y la respuesta oficial es s贸lo la separaci贸n de un agente. Si hay un problema constante queda claro que lo que no funciona es el sistema y el mismo problema seguir谩 existiendo mientras el SP est茅 all铆. Hay que empezar a prevenir situaciones graves y esa prevenci贸n s贸lo puede concretarse si se saca a los penitenciarios del contacto con los adolescentes, algo que sostenemos desde hace mucho a帽os".

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