Imprimir|Regresar a la nota
Domingo, 27 de mayo de 2012
logo rosario
La investigadora Marta Basuino sobre el fen贸meno de las usurpaciones de terrenos.

"Ni l贸gica del mercado ni del Estado"

Es docente de Trabajo Social de la UNR e integra el Equipo para el Estudio de la Vivienda. Asegura que esta nueva oleada de ocupaciones de terrenos responde a una l贸gica de los excluidos que hoy "no tienen respuestas concretas".

Por Luis Bast煤s
/fotos/rosario/20120527/notas_o/02a.jpg
Bausino: "Puedo estar de acuerdo o no con las ocupaciones, pero desde el Estado hay que comprenderlas para dar soluciones".

Una trabajadora social le pregunt贸 a una mujer que iba a ser beneficiaria de un plan de viviendas:

-驴C贸mo quer茅s que sea la casa?

-Como la tuya -le contest贸, en seco.

Tan simple como contundente, aquella respuesta encierra revelaciones invisibles, a veces, a la luz de las pol铆ticas p煤blicas. Y por eso impacta la serie de conflictos que brotan en Rosario y alrededores en torno a terrenos usurpados y gente que busca un lugar donde vivir mejor. La profesional que hizo aquella pregunta es Marta Basuino, docente de la escuela de Trabajo Social de la UNR, investigadora en el Equipo para el Estudio de la Vivienda (Epev), de la Facultad de Arquitectura, y miembro del Servicio P煤blico de la Vivienda (SPV), quien analiz贸 para Rosario/12 este fen贸meno de las ocupaciones de tierras privadas, que no es nuevo ni exclusivo de Rosario, pero que hoy el gobierno de la ciudad reconoce como el factor com煤n de todos los problemas sociales que enfrenta.

-驴Por qu茅 se producen 煤ltimamente ocupaciones masivas, desalojos judiciales, conflictos de vivienda?, pregunt贸 este diario al enumerar los casos de Villa Gobernador G谩lvez, Mendoza al 9300, Avellaneda al 4200, y 27 de Febrero y Circunvalaci贸n.

-Es la irrupci贸n de una l贸gica distinta de sectores que quedan afuera de la inclusi贸n social. El crecimiento urbano hace que determinados sectores populares queden criminalizados, sin acceso a los sectores de mejor calidad de suelo, y entonces buscan opciones alternativas que el Estado no les da. No les da respuesta a su problem谩tica de vivienda. No se puede desconocer tambi茅n que hay grupos que trabajan con estos sectores y cabe inferir que estas ocupaciones no siempre son totalmente espont谩neas. De todos modos, es evidente que las tomas de tierras responden a una l贸gica propia de sectores populares que no es la del mercado y tampoco del aparato burocr谩tico del Estado.

-Parecen cuestionar el discurso de la ley, que sacraliza la propiedad privada.

-Buscan una alternativa. Es que est谩n en el borde de la ciudad, excluidos de los sistemas de acceso. Si as铆 no pueden, entonces buscan otra l贸gica. Hay que comprender esos procesos para comprender como Estado c贸mo intervenir. Puedo estar de acuerdo o no con las ocupaciones, pero primero debo reconocer que hay una l贸gica distinta all铆. Sean espont谩neas o conducidas, hagamos una mesa de di谩logo y hablemos, incluido el privado. No queda otra alternativa que interactuar. El desalojo no es la soluci贸n".

Basuino compar贸 las 88 villas miseria que ten铆a Rosario entre los a帽os '80 y '90, con las 100 que, estimativamente, existen hoy. Y se pregunt贸 porqu茅, si acaso hubo intervenci贸n del Estado para enfrentar esa demanda creciente. "Un argumento dice que hay migraci贸n de la provincia a la ciudad, cosa que para m铆 es una raz贸n d茅bil. Eso fue significativo en alg煤n momento, ahora no. El hombre que vive hace 30 a帽os en la villa y se dice correntino, ya es m谩s rosarino que correntino; y tuvo hijos y nietos", refract贸. En cambio, sostuvo que "s铆 existe una fuerte migraci贸n interna en la ciudad, gente que no pudo alquilar y que ha ido modificando la ubicaci贸n de su vivienda dentro de la ciudad, por su empobrecimiento familiar. Se vio fuerte despu茅s de 2001, y luego perdi贸 fuerza hacia el 2006 aproximadamente. Del alquiler a la pensi贸n, a otra pensi贸n y, finalmente a la villa. Ese fue el proceso que hoy explica buena parte de la constituci贸n de los asentamientos irregulares en Rosario", afirm贸 la trabajadora social.

-驴El crecimiento vegetativo en las villas es mayor que en otros sectores o es un mito?

-S铆, los grupos familiares son de 4 a 8 integrantes, mucho m谩s que en otros barrios. Pero no s贸lo por cantidad de hijos, sino tambi茅n porque forman pareja muy j贸venes, cosa que en los sectores medios es a la inversa, con una adolescencia que se extiende hasta los 30 a帽os. De todos modos, el crecimiento vegetativo de Argentina es bajo.

-驴Qu茅 pas贸 con el Estado, entonces?

-No es que se haya desentendido del problema, estuvo presente. Pero hay que evaluar c贸mo se intervino. En un proyecto de viviendas hay tres tiempos: el pol铆tico, que requiere mostrar la obra; el de los organismos que ponen la plata, y el de la gente. Articular esos tres tiempos es muy dif铆cil. Si un grupo no demanda vivienda, por m谩s que el Estado vaya y le diga "tom谩 esta casa", la gente no se apropiar谩 del lugar, no la sentir谩 suya. La gente debe ser part铆cipe de los proyectos. Cuando alguien va a construir por su cuenta, discute mano a mano con el arquitecto c贸mo quiere la casa. Si los planes sociales no contemplan al beneficiario, entonces quiere decir que el Estado no lo considera realmente un sujeto de derecho".

Basuino cont贸 la an茅cdota de un relevamiento en el que particip贸, sobre un asentamiento en tierras inundables. "Los investigadores esper谩bamos que la gente dijera que quer铆a una casa. Y sin embargo, nos dijeron que quer铆an las calles, para no tener que pisar m谩s el barro. Su prioridad no era el objeto casa, sino el h谩bitat", distingui贸.

A la luz de sus definiciones, cualquier Fonavi es el claro ejemplo de lo que no debe repetirse en pol铆ticas de vivienda, aunque las 1400 unidades del Plan Federal que se levantan en la Zona Cero est茅n en plena ejecuci贸n. "Las pol铆ticas p煤blicas siempre pensaron en el objeto casa, pero esos complejos llave en mano excluyen a los sujetos destinatarios, les hace perder identidad, los invisibiliza. No es casual que se hayan concebido en a帽os de dictadura. Es dif铆cil que la gente se apropie de esos lugares", cuestion贸.

En la actualidad, rescat贸, se procura pensar "en el entorno y no s贸lo en la casa. Es contemplar el entramado de relaciones donde transcurre la vida de quienes habitar谩n all铆. Incluso, hasta una huerta, un espacio de microemprendimientos puede ser vital en un barrio nuevo. Eso es el h谩bitat, y es el camino a transitar: construir procesos de apropiaci贸n del espacio p煤blico y privado". El problema es que "en Rosario no quedan espacios vacantes con infraestructura como para proyectar planes de vivienda. Es una gran limitaci贸n". Adem谩s, mencion贸 Basuino, "est谩 la variable del mercado, en la que intereses econ贸micos, y tambi茅n pol铆ticos, hacen que las decisiones no siempre pasen por dar respuesta inmediata a la gente. Hay sectores que no encuentran respuesta ni en el mercado, ni en el Estado. Entonces, surge la l贸gica de la ocupaci贸n. Y eso es lo que est谩 pasando", opin贸.

© 2000-2022 www.pagina12.com.ar|República Argentina|Todos los Derechos Reservados

Sitio desarrollado con software libre GNU/Linux.