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Dora Mar铆a Diel desapareci贸 de su casa, en Avellaneda 3732, el 10 de febrero de 2001. Ten铆a en aquel momento 36 a帽os. Entonces, la existencia de redes de trata de personas para explotaci贸n sexual no se conoc铆a como ahora pero su familia siempre sospech贸: Dora estaba en el patio de su casa, arreglando una plancha, y dej贸 las herramientas desparramadas, como quien sale por un ratito. Los pocos ahorros, el documento de identidad, la ropa y hasta los cigarrillos quedaron intactos. El juez de instrucci贸n Juan Jos茅 Pazos y la direcci贸n de Seguridad Personal, entonces a cargo de Sergio Aguilar, tuvieron a su cargo la investigaci贸n, pero nunca hubo datos sobre lo ocurrido. La semana pasada, cuando escuch贸 a Susana Trimarco en el programa Los Notables, de LT8, Ana Margarita Diel decidi贸 llamar para transmitir sus sospechas y pedir ayuda. La concejala de la Uni贸n C铆vica Radical, Mar铆a Eugenia Schumck, que colabora con la Fundaci贸n Mar铆a de los Angeles, le prometi贸 que lo har铆a. "Lo 煤nico que pido es que se reabra la causa", dijo Ana Margarita a Rosario/12.
Schmuck se interes贸 en el caso, y prometi贸 involucrarse en la causa judicial --que fue archivada por Pazos-- apenas termine la feria. En tanto, Ana cuenta la historia: en aquellos primeros meses de 2001, su hermana Dora estaba preocupada por la falta de dinero. Esa situaci贸n generaba discusiones con su marido. Antes de su desaparici贸n, Dora quer铆a a toda costa conseguir la plata para costear los estudios de Georgina Mu帽oz, entonces de 19 a帽os, que hoy tiene 31 y est谩 casada, con dos hijos. Cualquiera que tenga datos para aportar puede escribir a [email protected].
Georgina y Ana son las 煤nicas integrantes de la familia que no se resignan: tienen indicios suficientes --que denunciaron oportunamente-- para pensar que Dora no se fue por su propia voluntad. "Era una madraza. Jam谩s hubiera dejado a sus hijos", asegura Ana, que no crey贸 jam谩s en las insistentes sugerencias de funcionarios policiales y judiciales de que Dora se hab铆a ido por su propia voluntad. "Lo que m谩s me sorprendi贸 es que ella no se hubiera llevado nada", dice y repite Ana, que averigu贸 con los vecinos si alguien hab铆a visto irse a su hermana. S贸lo un nene, de 8 a帽os, dijo que se hab铆a ido sola, por su propia voluntad, por la calle 24 de septiembre. Ese testimonio qued贸 desmentido por otros datos que junt贸 la familia.
"Todo se lo dije al juez en aquel momento, todas las situaciones raras que se vivieron tras la desaparici贸n de Dora las denunci茅. Pero la causa se archiv贸 y nosotros nunca pudimos poner un abogado para que investigue", dice Margarita, que clama por ayuda.
Despu茅s de la difusi贸n del caso Marita Ver贸n, que fue secuestrada el 3 de abril de 2002 en Tucum谩n, y vista en varios prost铆bulos de La Rioja, Ana se convenci贸 de que algo similar pudo ocurrir con su hermana. Cuando desapareci贸, Dora estaba desesperada por trabajar, por encontrar un ingreso que le permitiera solventar la educaci贸n universitaria de su hija.
La investigaci贸n por "b煤squeda de persona" jam谩s dio resultado. En el primer a帽o, adem谩s de vivir situaciones sospechosas que Margarita prefiere no difundir para proteger la posible investigaci贸n, hubo un cad谩ver que reconocer, una mujer que apareci贸 cerca de la casa. Margarita supo que la dentadura no era la de su hermana. Desde entonces, escuch贸 --ella, el marido de Dora, los hijos-- que la mujer se hab铆a ido por su propia voluntad. Una teor铆a que Ana descarta. "Cada vez que pienso que est谩 viva, m谩s me impulsa a buscarla", afirma.
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