La demolición llegó esta vez al centro mismo de la paradojal geografÃa rosarina: el bunker ubicado detrás de las torres Dolfinas. Personal municipal, acompañado por fuerzas de seguridad nacionales y provinciales derribaron ayer el bunker de venta de drogas que funcionaba en Avenida Francia entre Caseros y JunÃn, detrás de la ex bodega Tubal, en barrio RefinerÃa. Si bien es sólo uno de los 69 bunkers cerrados en el megaoperativo de la semana pasada, se trata del más emblemático por su cercanÃa con el edificio de alta gama que se erige como postal de una ciudad pujante. "Acá la gente del barrio trabaja, y los de las torres venÃan todos los dÃas a buscar la droga", dijo una vecina ayer, ante las cámaras. Casi a la misma hora, el secretario de Seguridad de la Nación, Sergio Berni, volvió al terreno que tanto transitó en los últimos dÃas: recorrió junto a la intendenta Mónica Fein el barrio Las Flores. En ese marco, Berni aseguró: "La mayorÃa de las bandas narco están detenidas", y aclaró que "esto no se soluciona de un dÃa para otro".
Sobre las acciones para impedir que esos lugares vuelvan a ser ocupados por los narco, el secretario de Control y Seguridad Comunitaria, Pablo Seghezzo adelantó que luego de las demoliciones regresarán hoy a todos los lugares con Promoción Social, con cooperativas. "Hay distintas alternativas, lugares en los que se puede hacer una plaza pequeña, y otros que son asentamientos donde lo mejor es subdividir entre los vecinos linderos y que desaparezca el pasillo".
Berni y Fein recorrieron centros de salud municipales y provinciales, a la par de vecinales e instituciones enclavadas en Las Flores, donde dialogaron con los vecinos. "La llegada de las fuerzas de seguridad nacionales ha tenido gran aceptación por parte de los vecinos, asà nos lo manifestaron", destacó Fein.
Mientras recorrÃa el barrio, Fein afirmó que "los vecinos de esta ciudad están comprobando que cuando hay voluntad y decisión polÃtica es posible lograr una articulación eficiente entre los tres niveles del Estado para dar respuestas a grandes problemáticas urbanas que, como la criminalidad, la violencia y el narcotráfico, deben ser abordadas coordinando fuerzas y competencias".
Justamente, en RefinerÃa, lo que se respiraba durante la demolición del bunker era alivio. "Antes no podÃamos salir ni hacer mandados, ahora está más tranquilo el barrio, pero también queremos dejar en claro que la gente de acá es pobre pero no delincuente. Acá también la gente trabaja, y los de las torres venÃan todos los dÃas a buscar la droga, gente rica, de plata, con autos lujosos, consumidores a toda hora, de tarde, de noche, de madrugada", relató una vecina a Canal 5.
Por su parte, el subsecretario de Seguridad Comunitaria provincial, Osvaldo Laffatigue, precisó que el bunker demolido estaba construido "con doble ladrillo, bastante reforzado, aunque no mucho más que otros derribados el año pasado, inclusive uno que estaba a 25 metros, que tiramos en el mes de diciembre y tenÃa las mismas caracterÃsticas". También se despejaron luminarias para generar mejores condiciones de seguridad.
Utilizando masas, martillos neumáticos y máquinas especializadas, personal de la secretarÃa de Control y Convivencia Ciudadana logró ayer a la mañana desarmar el bunker ubicado detrás de las torres Dolfinas. En las inmediaciones, personal de la secretarÃa de Promoción Social realizó tareas de asistencia a las personas que habitan el lugar. Se relevaron las familias y se tramitaron documentos de identidad y ayuda social. A partir de este relevamiento se va a diseñar un operativo integral.
Consultado sobre las intervenciones que realizará la Municipalidad en el lugar donde funcionaba el bunker, Seghezzo indicó que será distribuido entre los vecinos "para que ya no exista más ese pasillo y no haya posibilidades de que gente que no es del barrio pueda asentarse". El funcionario agregó que "cuando se erradican este tipo de actividades, hay una gran tranquilidad de los vecinos, pero por otro lado queda la incertidumbre sobre qué va a pasar con ese espacio fÃsico, si van a volver o no a ser ocupados".
Efectivos de GendarmerÃa, Prefectura, de la Unidad Regional II de PolicÃa, agentes provinciales y municipales se dirigieron más tarde a otras zonas de la ciudad para continuar con las demoliciones. AsÃ, fueron derribados los bunkers ubicados en Avellaneda al 4800, Avellaneda al 7100 y otro en la vÃa paralela a Virasoro y Gálvez, entre Lavalle y Avellaneda. "Ese era la séptima vez que se habÃa allanado y se habÃa tirado dos veces", agregó Laffatigue. El búnker demolido en Avellaneda al 7100 estaba construido sobre un terreno privado, pero según relató el funcionario provincial, el dueño les pidió expresamente que lo derribaran.
Las demoliciones no se detendrán. Según Laffatigue, se trata de "una polÃtica permanente que comenzó a fines del 2012 con los primeros que se habÃan construido en La Florida, Cafferata y la vÃa del Belgrano Cargas". De todos modos, el funcionario provincial dijo que si la polÃtica de la topadora es "la única forma de entender el combate contra el narcotráfico, esto no sirve. Pero si está enmarcado dentro de una polÃtica acompañada por otros estamentos del Estado, donde luego de tirado el búnker se realiza un trabajo social sobre la zona, que es lo que estamos haciendo".
Para Laffatigue "la simbologÃa es sumamente importante porque hay que demostrar que acá en vez de construir esto para realizar una actividad nociva para la salud y la sociedad se puede hacer una plaza, un playón deportivo, convertirlos en centros comunitarios, buscar otro paradigma. Todo eso, el vecino que vive cerca de un búnker lo ve muy lejano. Lo que ve es el soldadito en la puerta, el que está con el arma en la esquina, y los arrebatos. Si nosotros sacamos ese búnker, le damos un poco más de tranquilidad y paz a las familias que viven ahÃ".
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