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Cuatro personas fueron enviadas a juicio acusadas de facilitar, promover y explotar la prostituci贸n de mujeres a trav茅s del sitio web Supergatitas.com. David Trigueros, hijo del ex funcionario municipal N茅stor Trigueros, es uno de los principales acusados, ya que figura como administrador del sitio web que cobraba para promocionar a las trabajadoras; y permanece en prisi贸n domiciliaria desde fines de 2014. La jueza Delia Paleari proces贸 tambi茅n a Luis Mantovani, David Centeno y Edith Guzm谩n, que est谩n en libertad. "No se castiga a quien ejerce" la prostituci贸n; pero "s铆 se sanciona a aquel que lucre o explote el ejercicio de la actividad sexual ajena", dijo la magistrada. Adem谩s, entendi贸 que "cada uno ha contribuido a la explotaci贸n econ贸mica de la prostituci贸n de mujeres mayores de edad o a su facilitamiento, en una divisi贸n de tareas, organizando y dirigiendo con fines de lucro la oferta sexual". Las penas, en caso de ser condenados, ir铆an de 4 a 6 a帽os de prisi贸n.
El delito sali贸 a la luz en septiembre de 2014, cuando la jueza Alejandra Rodenas orden贸 ocho allanamientos -en Rosario y Funes- en el marco de la investigaci贸n que llevaba m谩s de un a帽o, en la Fiscal铆a con Imputados No Individualizados. El esc谩ndalo fue mayor cuando se supo que el principal acusado de conformar una red de explotaci贸n sexual, que funcionaba tanto en internet como en casas de citas, era hijo del entonces coordinador de gabinete municipal; por lo que N茅stor Trigueros fue desplazado.
En su fallo, la jueza Paleari (a quien lleg贸 la causa tras una redistribuci贸n de causas, ante el traspaso de jueces al nuevo sistema penal) acus贸 tambi茅n a Guzm谩n como presunta regente de uno de los prost铆bulos y titular de varias l铆neas telef贸nicas y veh铆culos utilizados por otros miembros; a Mantovani como propietario de la casa de Funes donde se hac铆an citas; y a Centeno, se帽alado como recaudador, sindicado part铆cipe secundario. A todos, les trab贸 embargos por 30 mil pesos. Y dict贸 falta de m茅rito para tres personas: un remisero y dos agentes de seguridad privada.
Si bien todos los acusados negaron su relaci贸n, la investigaci贸n reuni贸 varios elementos para dar cuenta de la organizaci贸n que conformaban. Tanto es as铆 que juntos ten铆an sociedad an贸nima llamada Roso, creada para el desarrollo de negocios inmobiliarios, en la que aparece una hermana de Trigueros como responsable, pero no tuvieron movimientos en ese rubro.
Los acusados usaban el sitio Supergatitas.com como plataforma para las citas sexuales: publicaban fotos de las chicas con n煤meros de tel茅fono y dispon铆an de al menos cuatro lugares de citas. Tambi茅n repart铆an los n煤meros de contacto en volantes falsos: "Gestor铆a del automotor", ofrec铆an.
La causa se inici贸 con una comunicaci贸n de la Direcci贸n Nacional de Articulaci贸n y Enlace con los Ministerios P煤blicos, con el procurador de la Corte Suprema Jorge Barraguirre, ante la denuncia recibida por el Programa Nacional de Rescate y acompa帽amiento a las Personas Damnificadas por el Delito de Trata del Ministerio de Justicia y Derechos Humanos. Ese organismo nacional recibi贸 una llamada an贸nima a la l铆nea 145, el 30 de mayo de 2013. En la misma, un hombre daba cuenta de la existencia de un "privado que funcionaba como prost铆bulo clandestino", ubicado en calle San Juan entre Corrientes y Paraguay.
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