Viernes, 19 de octubre de 2012

Este espacio me parece que proyecta algo de alternativo y al mismo tiempo algo más mainstream. Es el lugar de la casa que más me representa, ya que aunque yo haga algo comercial, en mi esencia sigo manteniendo algo del under.

1. Idolos: Marilyn Monroe y Madonna
A Marilyn Monroe la descubrí muchos años atrás, cuando vi sus películas. Luego encontré fotografías de ella y ahí me enamoré. A mi personaje lo puse rubio en un principio por ella. Me acuerdo de que hacía personajes en algunos lugares y siempre me asociaban a Marilyn o terminaba interpretando su rol. En Madonna me atrae el juego de ambigüedad. Madonna es “la artista” nata. Es la zanahoria que uno tiene delante, la proyección a seguir. Ella me inspira todo el tiempo. Y elegí como objeto el DVD de su presentación en Argentina porque mi cara está registrada en él. Yo había ido producido como en el video de Giving to Me. Corrí como un galgo para llegar adelante. Estar documentado en el DVD para siempre me hace admirarla el triple. La sensibilidad que tiene Marilyn creo que equilibra con la potencia que tiene Madonna.

2. La revista Carta
Es un semanario italiano en el cual hay una nota en la que aparezco. Me acuerdo de que yo todavía estaba en Mendoza. Estaba presentando mi unipersonal I Love Maverik. Y había un periodista italiano que estaba haciendo un informe sobre el ambiente gay en toda la Argentina. Cuando terminé la función él se apareció en el camarín y me expresó su admiración por lo que había visto y me dijo que me iba a llamar por teléfono para hacerme una entrevista. Yo te digo la verdad: no le creí, pero lo hizo a las dos semanas. Imaginate estar en Mendoza y que mi nombre fuera a trascender y estar publicado en una revista en Italia.

3. Abanico
El abanico lo pongo de puro fan. Yo desde chico admiraba a Susana Giménez. Parece que siempre me gustaron las rubias. Y hace poco tuve la oportunidad de participar en la apertura de un musical con Susana. En un descanso ella pidió un abanico porque tenía calor. La producción no tenía, así que yo les dije que tenía uno (que justamente me lo había regalado un fan) y resultó ser que se lo entregaron. Lo recibió y me agradeció mucho. Yo en ese momento tenía una langosta en la cabeza, y le dije que el abanico se lo quedara y ella dijo que no y me preguntó: “¿Tenés una rana en la cabeza?”. Cada vez que abro el abanico es como un orgasmo de cariño.

4. La entrepierna
Representa la energía, la adrenalina, es como el punto inicial de la energía que yo absorbo de la gente, que es lo que me mantiene a mí cada vez que salgo a escena. Ese feedback hace que un artista se nutra para seguir adelante. Además cada vez que uno sale a escena hay que ponerle todo, ser un número uno. Amo lo que hago y creo que la entrepierna tiene que ver con el amor y con lo que uno siente.

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