Eramos amigas, independientemente del activismo, muy amigas. Fuimos vÃctimas de la violencia judicial las dos; el haber estado detenidas juntas nos representó cosas muy profundas, muy valiosas. TenÃamos diferencias ideológicas, pero su ética y su fuerza eran increÃbles. PÃa pasó por cosas inenarrables, que las dos pensábamos que no tenÃan vuelta atrás. Sin embargo, ella sobrevivió.
Estuve detenida en la Unidad 2 de Villa Devoto entre 2002 y fines de 2004, ella siguió allà un poco más de tiempo. Nosotras nos conocÃamos de antes, pero ahà nos unimos, nos elegimos. Yo fui la primera que ingresó al CUD y la que movilizó a mis compañeras a intentar estudiar. Estuvimos presas por drogas, pero, ¡oh casualidad!, las dos salimos absueltas. En mi caso particular cayeron 16 personas conmigo, pero la única que quedó presa fui yo. El caso de PÃa fue muy similar. Si hubiésemos sido dos personas que cumplieran con los roles heteronormativos, habrÃamos salido en libertad como el resto, eso lo tenemos y lo tuvimos siempre muy claro. Hablábamos de esto todos los dÃas y sabÃamos que esa situación tenÃa que ver con ser portadoras de una imagen que no corresponde con lo esperado, que te señala como culpable. Esto sigue pasando hoy en este paÃs, eso es importante decirlo y por eso luchaba PÃa. Nosotras seguimos siendo las olvidadas de la democracia, y ella se fue sin poder tener una placa con su nombre, lo cual es sumamente doloroso para ella y para todxs lxs que la quisimos.
Cuando salà de la cárcel me tomé mi tiempo para estar bien, para reencontrarme con mi familia, con mis afectos. Hace dos años yo estaba en una situación calamitosa y PÃa tal vez estaba pasando por su mejor momento. Fue cuando me convocó para una actividad concreta y gracias a ella hoy tengo un trabajo en el Inadi, fue PÃa la que me impulsó, la que me arengó para que termine la facultad, independientemente de un Estado que también abrió las puertas.
Voy a extrañar a mi amiga. Voy a extrañar sus locuras. Dos recuerdos sobre ella muy diversos: cuando estuvimos detenidas cada una tenÃa un novio (hoy él es mi pareja). Para poder tener intimidad tenÃas que armar una carpa con colchas y frazadas, ellos se trepaban y saltaban la reja, era el único espacio para estar juntos. PÃa se quedaba horas metida ahà adentro, ¡no la podÃamos sacar! Eso nos hacÃa reÃr siempre. Y cuando sufrió una infección en las mamas se repuso de una manera impresionante, yo no hubiese podido tolerar un golpe asÃ: fue admirable cómo se recuperó de todos sus problemas de salud, que tuvo muchos y algunos muy graves, por eso me parece tan loco pensar que no esté más. Se repuso siempre con una convicción contundente.
A PÃa no le importaba nada. Pero realmente no le importaba nada. Y eso no es muy común.
* Asesora jurÃdica del Inadi.
© 2000-2022 www.pagina12.com.ar|República Argentina|Todos los Derechos Reservados
Sitio desarrollado con software libre GNU/Linux.