“La epidemia ha cambiado la vida cotidiana. El gobierno aconseja disminuir el riesgo de contagio. Salgo afuera cada dos días para comprar comida fresca en un mercado cercano y también compro el resto por Internet. Pero ahora, como no trabaja la mayoría de las empresas de expreso, las mercaderías no llegan tan rápido como antes. En los supermercados los precios no suben y aumentan las ventas pues la gente prefiere, por las dudas, reservar algunas comidas en su casa. La comida más popular en China es un tipo de fideos instantáneos por la facilidad de cocinarlos. Eso sí, están agotados. Sucede lo mismo con los barbijos. Ahora, para comprar un barbijo, hay que registrarse en cada comunidad residencial y esperar. Generalmente se necesitan unos cinco días y cada familia en Shanghai puede comprar cinco”. El relato del profesor de Historia Kun Zhangk, del Centro de Estudios Globales de Shanghai. Ya hay más de 1000 muertos y 42 mil infectados de coronavirus.