La escena final de Blancanieves, cuando el Príncipe Azul besa a la joven princesa para despertarla de la supuesta maldición del sueño eterno, acumula críticas ante la reapertura de Disneyland Resort. Organizaciones feministas en los Estados Unidos señalaron que "un beso no consensuado es un problema muy serio de las películas clásicas de Disney" y propusieron la cancelación del juego que reproduce el final de la película de 1939. En Argentina Lila Siegrist, asesora en Análisis de Gestión Cultural de la Jefatura de Gabinete de la Nación, consideró que “la historia tiene vastos ejemplos que ponen en riesgo el deseo de la mujer, promueven el sometimiento y lugares que no están buenos para la construcción de una sociedad más justa y equitativa”. Sin embargo, advirtió que el debate “es atinadísimo pero hay que saber hasta dónde dar la discusión”.