Pirulo de tapa

Los conocimientos científicos de la cultura maya siguen sorprendiendo. El uso de cálculos matemáticos y astronómicos para aprovechar los regímenes de siembra y cosecha es un aspecto conocido. Ahora un estudio publicado en  Journal of Archaeological Science: Reports revela que la incrustación dental, de piedras preciosas como jade, turquesa, oro, azabache o gemas de hematita, se realizaba no solo con fines estéticos o rituales, sino que también tenía beneficios medicinales. Los investigadores del Instituto Politécnico Nacional, la Universidad Autónoma de Yucatán y las universidades de Harvard y Brown señalaron que para pegar estas gemas se utilizaba un potente cemento dental que no solo era sumamente adhesivo, capaz de mantener las piedras en el mismo lugar durante más de mil años, sino que tenía propiedades higiénicas y terapéuticas.