El rediseño del gabinete nacional reflejó tensiones de todo tipo, algunas quedaron evidentes en la letra de los decretos de despedida. La renuncia del ministro de Agricultura, Julián Domínguez, fue aceptada por el presidente Alberto Fernández y el jefe de Gabinete Juan Manzur pero en un segundo artículo, el lenguaje burocrático suavizó el adiós: "Agradécense al funcionario renunciante los valiosos servicios prestados en el desempeño de su cargo". Para el secretario de Asuntos Estratégicos Gustavo Beliz sólo hubo aceptación de la renuncia y un destemplado "comuníquese, plubíquese y archívese".