Pirulo de tapa

Pirulo de tapa

Los niños de menos de 11 años no deberían tener ningún teléfono que les dé acceso a internet y a las redes sociales, sino más bien aparatos de capacidad limitada con los que solo puedan enviar mensajes de texto y hacer llamadas. Además, hasta los 13, los chicos deberían tener un acceso limitado a las redes. Y sus padres tendrían que controlar el tiempo que pasan delante de la pantalla. El control parental debería permanecer activo hasta los 16 años, para gestionar el acceso a páginas web, contenidos y plataformas inapropiadas para menores. La advertencia fue hecha por EE, uno de los principales operadores británicos de celulares, en una guía publicada ayer para “proteger a los niños en el mundo digital”.

Tu navegador tiene deshabilitado el uso de Cookies. Algunas funcionalidades de Página/12 necesitan que lo habilites para funcionar. Si no sabés como hacerlo hacé CLICK AQUÍ