Sin comprender la función que cumple un asesor, el senador puntano Bartolomé Abdala fue noticia por ufanarse en televisión de tener “más de quince” asesores, la mayoría en su provincia, trabajando en su proyecto personal como futuro candidato a gobernador de San Luis. “Muchos de ellos colaboran conmigo dándome ideas sobre lo que sucede en el territorio”, intentó arreglar su sincericidio cuando le explicaron que la función de un asesor es estrictamente legislativa, y excluye tareas de campaña. Tras el revuelo, el gobierno le pidió que reorganice su planta de asesores y “se deshaga de algunos”.