Donald Trump ataca sin piedad a su contrincante Kamala Harris. Primero dijo que promovía la inmigración ilegal que come gatos y perros en las calles. Ahora, su equipo de campaña puso en duda el estado de salud de la candidata demócrata al sostener que es “incapaz de seguir el ritmo de campaña”. Harris repudió la nueva mentira a través de su médico personal, Joshua Simmons, que emitió un comunicado donde afirma que goza de una “excelente salud” y que “posee la resiliencia física y mental” que se necesita para el cargo.