Pirulo de tapa

Pirulo de tapa

“En el Incaa hay un microcine para cuarenta personas. Una de las cosas que digo es que, si se portan mal, les voy a pasar un continuado de las cien películas que vieron menos de mil personas. ¡Es una gran tortura!”. Las palabras del economista liberal Carlos Pirovano, que ostenta el cargo de director del Incaa sin experiencia alguna en el área audiovisual, fueron celebradas entre risas por sus entrevistadores en un canal de streaming libertario. Su gestión al frente del organismo logró la virtual paralización del instituto, con la suspensión de los fomentos a estrenos nacionales y festivales de cine. De­sarticula así una industria que genera 700 mil puestos de trabajo.

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