A los 21 años, la popularidad de Franco Colapinto estalló al ritmo de la velocidad con la que toma las curvas en los circuitos de Fórmula 1 y se transformó en avalancha de exposición en las redes sociales. “Creo que es muy tóxico. Y hagas lo que hagas, tiene un impacto muy grande. Ellos (los aficionados) hacen una noticia de cada pequeña cosa que hacés”, explicó al anunciar su decisión de cerrar su cuenta en X. “En mi caso, me ayuda no distraerme tanto con las redes sociales porque no son muy útiles. Es muy fácil para la gente entrar en Internet y empezar a difundir algunas cosas no tan agradables”, agregó el piloto argentino.