Incluso antes de que se levante el telón, los tambores del Ensamble “Taragüí Porá” ya hacen vibrar las butacas del Teatro Nacional Cervantes. Compuesto por mujeres y disidencias provenientes de distintas batucadas de La Plata, el grupo de percusión de la obra “Potencia Gutierrez”, escrita y dirigida por Maruja Bustamante, identifica que su arribo al teatro oficial de Buenos Aires es una conquista que debe ser constantemente defendida. Desde diciembre del 2023, viajan a Capital cuatro veces por semana para presentarse en una nueva función y, desde febrero, lo hacen sin sueldo ni contrato estable, a través de rifas y colaboraciones.

Su historia

Hasta su participación en “Potencia Gutierrez”, Alessia Dinamarca, Belén Pasqualin, Potter, Antü Sueldo Linares, Gisela Salvo y Rosana MY Pintos (Ropsy) no habían tocado juntas. Tampoco habían pisado el Teatro Nacional Cervantes, ni como artistas ni como público. “Solemos tener un foco social, ir a tocar a comedores y a cárceles de La Plata. La idea siempre es llevar esa alegría del tambor a lugares donde se necesita un espectáculo de calidad. Somos personas que estamos muy acostumbradas a tocar por la birra y el sándwich. Y de repente, tener un contrato, recibir un sueldo, pisar el escenario del Teatro Cervantes fue… se me corta la voz. No lo podíamos creer”, dice Potter, responsable del zurdo medio en el ensamble creado para la obra de Bustamante e integrante de las batucadas platenses “Bloco Kubadwe” y “Boombatuke”.

Al igual que Potter, todo “Taragüí Porá”, como fue bautizado el ensamble por Bustamante, forma parte de distintos bloques de La Plata. Entre ellos, se encuentran “Bloco das pibas”, “Las chicas prohibidas”, “Batuqueres Lp”, “Doña flor y sus ritmicxs” y el grupo de percusión del Club Estudiantes de La Plata. Fue Alessia Dinamarca quien trabajó junto al compositor musical de la obra, José Ocampo, para formar este grupo de percusión. Según cuenta, “el proyecto me llegó a través de Jochu, compañero y compositor de la obra. Primero, me llamó para investigar sobre las batucadas pero, a partir de eso, llegué a Maruja, que me pidió que armara un ensamble con mujeres y disidencias de La Plata, porque ella buscaba darle a la obra una mirada más federal. Así lo armamos con Jochu, buscando cubrir los instrumentos básicos de una batucada”.

Lo que surgió como un proyecto de musicalización, poco a poco fue requiriendo de las percusionistas un compromiso más grande. Sobre el escenario del Cervantes, el ensamble no solo le da ritmo a muchas escenas de “Potencia Gutierrez”, sino que también forma parte del desarrollo dramático de la obra. Taragüí Porá es un personaje más de la historia, representa el histórico bloque del Carnaval de Corrientes en el que trabaja la protagonista, Potencia Gutierrez, interpretada por Miranda de la Serna. Al igual que la música compuesta por Ocampo, el ensamble entra y sale libremente de la escena, creando climas y dialogando con lo que sucede entre los protagonistas.

Alessia Dinamarca, Belén Pasqualin, Potter, Antü Sueldo Linares, Gisela Salvo y Rosana MY Pintos. Foto: Ailen Garrelli.

Así, las percusionistas platenses tuvieron que entrenar para poder interpretar lo que la obra les exigía. “Estábamos acostumbrades a tocar en una batucada donde todo es festivo y donde a todo ritmo le ponés felicidad. Acá tuvimos que expresar con nuestro cuerpo otras cosas, otra oscuridad. Fue todo un aprendizaje”, dice Gisela Salvo. Sobre este aspecto, Alessia agrega que “siempre los músicos en el teatro acompañan una obra desde un costado, acá nos mezclamos, participamos. Es otra cuota de originalidad que tiene la obra, la de mezclar y entrelazar la música en vivo con el teatro y su historia”.

Ganar y defender un espacio

“Nos interpela mucho la obra, en ella se trabajan muchas problemáticas, cuestiones del feminismo. No es casual, entonces, que nosotras siendo mujeres y disidentes estemos conformando un ensamble para un obra como ésta y en un espacio tan imponente como es el Cervantes. Para nosotras es muy importante venir acá, a Buenos Aires, y ocupar estos lugares que muchas veces tenemos invisibilizados”, afirma Belén Pasqualin sobre el peso simbólico que tiene para el grupo haber llevado al escenario del Teatro Cervantes los ritmos que durante toda su vida practicaron en las calles de La Plata.

Luego de una pausa de verano, en febrero “Potencia Gutierrez” volvió a escena, pero sin sueldos, viáticos, ni contrato para ningún integrante del equipo. “Sabíamos que en febrero no íbamos a cobrar, pero se hizo muy difícil. Eso, sumado a no tener un contrato estable, suma mucho a la incertidumbre. Tantos viajes por semana, con tantos gastos, sin seguro laboral”, cuenta Ropsy sobre la situación actual del ensamble que, a pesar de las dificultades, decidió permanecer en escena y dar cierre a la obra con el ciclo completo. “Hicimos rifas y toda la gente del teatro se solidarizó, se armó una red enorme que nos permitió seguir viniendo”, agrega.

A espera de que la situación en el Teatro Nacional Cervantes se regularice, el Ensamble Taragüí Porá sigue saliendo a escena, sacudiendo las butacas de esta histórica sala y defendiendo un espacio que les pertenece. “Potencia Gutierrez” se presentará hasta mediados de marzo todos los jueves, viernes, sábados y domingos a las 21 horas. Luego, el ensamble platense sueña con regresar a La Plata manteniendo la formación y los recursos teatrales que le propuso esta experiencia.