En su debut en el Grupo H de la Copa Sudamericana, Racing venció 2-0 este jueves a Sportivo Luqueño en el estadio Defensores del Chaco, Asunción del Paraguay.

En la primera parte, Adrián Martínez y Roger Martínez anotaron para el conjunto de Gustavo Costas, que la semana próxima por la fecha 2 recibirá en el Cilindro a Bragantino de Brasil, el otro puntero de la zona que había superado de local y por la mínima a Coquimbo Unido de Chile, el último miércoles.

Ya de entrada, el visitante pretendía ser prolijo y buscar conexiones a lo ancho del juego entre Almendra, Baltasar Rodríguez y Sosa para prosperar luego en ataque, donde aguardaban los dos Martínez.

Y si bien la primera acción de riesgo fue para el local con un tiro libre de Comas que Arias despejó sobriamente con los puños, enseguida hubo una gran habilitación de Sosa para la corrida de "Maravilla" Martínez, quien les ganó en velocidad a dos rivales y su remate terminó sacudiendo un poste ante la salida desesperada del arquero Falcón.

Racing se plantaba abajo con línea de tres y no pasaba sofocones, porque la poca imaginación de su rival no generaba daño. De esta manera, volvió a avisar con una buena triangulación entre los Martínez que no terminó bien Martirena, quien antes de la media hora salió por un golpe, reemplazado por Galván.

Dirigido por Julio César Cáceres, un ex defensor que supo militar tanto en River como en Boca, a Sportivo Luqueño le costaba hilvanar juego. Pero al rato aprovechó un quedo de la Academia y pudo llegar con remates de larga distancia del lateral Ferreira y de los volantes Maná y Comas.  

Racing salió de su letargo y rompió el cero con los Martínez, primero con "Maravilla", que la picó sobre el arquero luego de un gran pase de Almendra; y luego con una buena trepada por izquierda de Galván, quien cedió para el 9, éste a su vez habilitó al colombiano que, con un amago, desparramó a un par de defensores -incluido el arquero- y definió con clase para el segundo. 

Así, en una ráfaga, el conjunto de Avellaneda mostraba credenciales ante un rival que insinuó, pero no lograba sacar provecho de la localía.

De vuelta del entretiempo y a partir de un excesivo repliegue visitante, Luqueño intentó buscar el descuento. Un tiro libre pudo ser cabeceado defectuosamente por Aguilar, ante un alarmante descuido de la última línea racinguista. 

Innecesariamente, Racing -acaso algo relajado por estar dos goles arriba- cedió el balón a los paraguayos, a quienes les sobraba empuje, pero no precisamente ideas. Y, por lo que se vio, tampoco fortuna, ya que ni siquiera la displicencia de su ilustre invitado lo ayudó siquiera a descontar. En síntesis, ganó la Academia. Y ganó bien.